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Las tribus urbanas que fuimos

Rancio

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Ahora todo es atómico, quebradizo y andamos todos perdidos, pero antes había menos opciones y uno se podía orientar rápidamente en cualquier cosa, por ejemplo, en el grupo del que iba cada uno. Recupero las cinco opciones sociales básicas de mi juventud y propongo volver a ellas. Todos nos considerábamos a nosotros mismos normales, pero éramos de una de estas.

Canis

Descripción: El origen de toda esta estética para mí es El Príncipe de Bel Air. Algunos pocos eran malotes y los demás se beneficiaban de esto porque nos tenían a todos muertos de miedo.

Complementos: Moto de 49 con escape trucado de marca oriental que hiciera cuanto más ruido mejor, gorrita, calzonas de equipo de fútbol, pendiente (antes de Beckham argollita; después, brillantito), Bestard petadas de calcetines o botas Asolo.

Marcas: Nike por encima de sus vidas.

Bebida: Lote mangado.

Su gran error: Las calzonas del Borussia de Dortmund los volvieron locos. Las medias también pero en menor medida. El club alemán no tardó en rectificar e irse al amarillo, porque es verdad que parecían subrayadores.

Su misterio: Yo no sé por qué pero todos jugaban bien al fútbol y estaban cuadrados.

Pijos

Descripción: Solían ir peinados con la raya al lado sin necesidad de gomina ni nada. Para mí siempre fue un enigma. Supongo que es años de peinado, diario, que yo no tuve. Eran muy formalitos, pero se mezclaban poco con otros grupos.

Complementos: Levis con el dobladillo cogido, náuticos con el nudito ese en los cordones o camisas de raya y los abrigos aquellos Barbour que apestaban a caballo que no veas.

Marca: Se puso de moda Fumarell y aquello era un no parar. Como llegó la marca, se fue.

Bebida: Malibuses con piña y cosas así.

Su gran error: La época en la que se ponían 4 polos uno encima de otro para levantarse los cuellos.

Su misterio: Siempre tenían bolígrafos y llaveros de medicamentos. O sus padres siempre eran médicos o estaban fatal de salud.

Heavys

Objetivos: Eran buena gente ante todo. Debajo de una apariencia que a una abuela podía aterrar, siempre era gente simpática en la que podías confiar. Movían constantemente el pelo de arriba abajo.

Complementos: Botas de la mili que si tenían refuerzo de hierro eran más valoradas, camisetas negras, en el caso de Sevilla, del Sevilla Record. Posters de grupos colgados con chinchetas en su cuarto.

Marca: Una pequeña revista que se llamaba Tipo vendía todo lo que necesitaban.

Bebida: Litro en portal

Su gran error: Ir de negro y con los pelos largos en una de las regiones del mundo con un verano más severo.

Su misterio: ¿Dónde están todos los parches aquellos de las chaquetas hoy?

Hippies

Objetivos: Podría decir que la paz y el amor, pero yo creo que con tener la carpeta pintada con frasecitas del Che valía.

Complementos: Ropa morada y de rayas. Duendes como eje estético.

Marca: Lo que sea, pero de mercadillo.

Su gran error: Los tatuajes de duendes han envejecido mal, muy mal.

Su cualidad: Sabían hacer pulseritas de cuero y de hilo.

Surferos

Objetivos: Estar morenos y rubios todo el año. Eran gente naranja.

Complementos: Chaquetones de nieve en invierno y en verano camisetas surferitas y carteras de pana, que por cierto a mí siempre me desconcertaron, ¿para ir a la playa, pana?

Marca: El Niño hizo furor con un solo muñeco, horroroso por cierto. Tal como vino también desapareció.

Bebidas: Lote antes de que se los quitaran los canis.

Su gran error: El 90% se hizo surfero o surfera para ligar, no habían visto una tabla en su vida, Hulio, y se acabó notando.

Su cualidad: Hay que reconocerles un gran color de piel todo el año.

Ahora todo es atómico, quebradizo y andamos todos perdidos, pero antes había menos opciones y uno se podía orientar rápidamente en cualquier cosa, por ejemplo, en el grupo del que iba cada uno. Recupero las cinco opciones sociales básicas de mi juventud y propongo volver a ellas. Todos nos considerábamos a nosotros mismos normales, pero éramos de una de estas.

Canis