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El PP resucita su sueño de unir Cádiz y Huelva con una autopista que amenaza Doñana

Una promesa electoral. Durante la campaña, Juan Manuel Moreno convirtió la autopista entre Cádiz y Huelva en una promesa para su electorado onubense. Rescataba así un viejo sueño del Partido Popular, que el PSOE ya descartó en los años 80, que siempre ha encontrado un importante escollo: entre ambas provincias andaluzas se encuentra Doñana. Es un obstáculo insalvable: para unir Cádiz y Huelva por tierra hay que atravesar el espacio protegido más importante de la Península Ibérica, hogar del lince ibérico y punto neurálgico de las migraciones de aves entre Europa y África.

Como ha adelantado El Mundo este fin de semana, la promesa electoral de Moreno estará incluida en el Plan de Infraestructuras del Transporte y la Movilidad 2021-2027 y tendrá un coste de 500 millones de euros.

Autovía “a largo plazo”

Fuentes de la Consejería de Fomento insisten en que se trata de un proyecto “en estado embrionario”, pero confirman que la Junta “incluirá la autovía de conexión entre Huelva y Cádiz en el Plan de Infraestructuras”. Reconocen su “complejidad” y que el proyecto se prevé “a largo plazo” para poder estudiar su viabilidad económica y medioambiental. 

Aunque el proyecto trataría de rodear el espacio protegido por el norte, algo que acercaría la autovía a la provincia de Sevilla -por la que actualmente quedan conectadas Huelva y Cádiz- siempre se encontraría en su trazado con el corredor del Guadiamar, que forma parte del entorno de Doñana y que conecta directamente con el corazón del parque: sus marismas. 

“Hay que atravesar Doñana, sí o sí”

Según Juan José Carmona, portavoz de la organización ecologista WWF en Doñana, “para unir Huelva con Cádiz hay que atravesar, sí o sí, Doñana. Se podría hacer la carretera bordeando el espacio protegido legalmente pero eso no significa que no se crucen otros espacios naturales que son parte de Doñana, como el corredor del Guadiamar”.

El Gobierno andaluz prevé ya dificultades ambientales y sociales y asegura que el proyecto “buscará el máximo consenso con los agentes sociales de la zona, así como de los ayuntamientos e instituciones implicados”. Desde la Consejería de Fomento apuntan que aún se tiene que realizar el estudio de “viabilidad, trazado y demanda. La Consejería es consciente de la complejidad ambiental de un proyecto que se encuentra en un estadio embrionario”.

En un comunicado de prensa, WWF recuerda que la conexión entre ambas provincias se intentó a través de la costa en los años 30 y se trató de resucitar en los años 80 en la zona septentrional del parque, entre Hinojos y Lebrija, “pero la inviabilidad técnica y económica y el expediente abierto por la Comisión Europea contra España hicieron que finalmente la Junta de Andalucía optara por la nueva circunvalación de Sevilla (SE-40)”.

Otros proyectos de impacto ambiental

Los ecologistas denuncian que el proyecto de la futura autopista se une a otro anuncio especialmente delicado para Doñana: el desdoblamiento de la carretera A-483, “que ya une Almonte y Matalascañas, atravesando de norte a sur el corazón del Parque Nacional de Doñana. Un auténtico atentado ecológico que dificultaría aún más el movimiento de fauna y especialmente la conexión de las poblaciones de linces hacia la zona occidental –Abalario–, al tiempo que no daría respuesta a los problemas de tráfico en esta vía”.

En los últimos años, Doñana ha sufrido numerosos reveses ambientales. Hace apenas dos años, un virulento incendio quemó más de 10.000 hectáreas del espacio protegido y su entorno. Además, desde hace varios años, la agricultura ilegal en la zona norte mantiene un pulso con Doñana, robando las aguas subterráneas que alimentan su ecosistema y extendiéndose descontroladamente por monte público. El proyecto gasístico de Naturgy que afecta al espacio protegido también ha contado con una fuerte oposición de organizaciones ecologistas, el defensor del Pueblo e instituciones científicas como el CSIC.