Faecta conmemora el Día del Trabajo reivindicando las particularidades de las cooperativas de trabajo, empresas en las que las personas que trabajan en ellas son también las propietarias, y subrayando la creación de empleo estable que proporciona esta fórmula jurídica en la que se apuesta por la generación de cambios positivos para sentar las bases de una economía más sólida, sostenible y resiliente que armoniza la rentabilidad económica con la social y ambiental.
Este potencial para crear empleo aún en momentos de poca prosperidad económica se refleja en el hecho de que el año 2020, en plena pandemia, ha sido el segundo de la última década con más creación de cooperativas en Andalucía. En total se han creado 408 nuevas cooperativas que han creado 1.378 empleos directos. Por tipologías, el 81% de estas cooperativas son de trabajo con casi 800 empleos directos iniciales (el 51% del empleo creado en cooperativas), unos datos que reflejan que el colectivo emprendedor se interesa por esta fórmula jurídica para poner en marcha su negocio aún en el marco de la paralización que provocó la crisis del COVID-19. En el primer trimestre de 2021 se han creado 101 cooperativas (81 son cooperativas de trabajo) en Andalucía que han generado 347 empleos iniciales (de los que 224 son en cooperativas de trabajo).
Transformación del modelo productivo
Estas sociedades tiene un enfoque empresarial más volcado en la continuidad de los empleos y en el mantenimiento de la actividad a largo plazo, ya que son empresas que no rentan directamente al capital, sino que tienen un carácter societario que se sustenta en la aportación del factor trabajo. Se trata de un modelo de emprendimiento de impacto que se centra en la generación de cambios positivos en el nivel social, medioambiental o económico, “aspectos fundamentales para impulsar la transformación del sistema productivo en los momentos actuales” subraya el presidente de FAECTA, Luis Miguel Jurado.
Jurado ha afirmado que son precisamente estas características las que facilitan que estas empresas sean más perdurables en el tiempo y tengan más capacidad de adaptación y flexibilidad económica. “En las cooperativas las personas nos agrupamos para crear un proyecto en común y desarrollar nuestra actividad profesional de forma digna y en un marco de viabilidad económica, pero sumando además el equilibrio entre la rentabilidad social y ambiental del negocio”.
Las cooperativas de trabajo son multisectoriales, están presentes en todos los sectores productivos, desde la construcción a la educación o la cultura. También hay cooperativas que desarrollan su actividad en el ámbito de las nuevas tecnologías, el marketing, la comunicación o atienden a personas dependientes. Lo que diferencia a las cooperativas del resto de empresa no es la actividad que desarrollan, sino cómo se organizan a nivel interno. En este sentido, el emprendimiento en colectivo permite trabajar en equipo, compartir riesgos, ampliar la responsabilidad y liderazgo y ofrecer una mirada colectiva que repercute en la buena evolución del proyecto y del entorno en el que se ubican.
Además, la Federación subraya que el perfil del cooperativista ha ido cambiando, pasando de estar en un entorno exclusivamente rural, a ganar presencia en el ámbito urbano y a crecer en cualificación profesional y competitividad.