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20 años de Informes Derechos Humanos en la Frontera Sur de la APDHA

Rafael Lara, miembro del área de Migraciones de la APDHA

21 de marzo de 2023 20:12 h

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En el año 2003 se nos quedó grabado el horror de la tragedia en la Bahía de Cádiz. Durante aquellos días de octubre, empezaron a aparecer en las playas de El Puerto los cadáveres descompuestos de las víctimas que había dejado la que se empezó a llamar la “Patera de Rota”.

De sus 50 ocupantes, aparecieron 37 cadáveres, quedaron 5 supervivientes y el resto se dieron por desaparecidos. Nos tocó de cerca y nos encogió el corazón y las entrañas. La APDHA era de las pocas asociaciones que entonces intentaba visibilizar esta masacre cotidiana. De ahí nació aquel primer informe sobre los Derechos Humanos en la Frontera Sur que publicamos en 2003, hace ahora 20 años.

Antes que la denuncia, fue el dolor y la sensibilidad la que nos llevó a ese intento de hacer visible lo que desde gobiernos y administraciones intentaban ocultar: centenares de personas estaban perdiendo la vida en nuestra frontera sur sin que movieran un dedo y, mucho menos, se replantearan sus políticas migratorias.

Marlaska y su gobierno tienen una responsabilidad directa en los trágicos sucesos que se han sucedido bajo su mandato

Es el dolor lo que nos impulsó a hacer un seguimiento lo más exhaustivo y contrastado posible año tras año de lo que estaba pasando en las puertas de Europa Sur, al tiempo que ofrecer un análisis riguroso de las políticas que lo provocaban.

Los balances anuales que publicaba entonces el Ministerio del Interior, llamados “Balance de la lucha contra la inmigración irregular”, eran sistemáticamente incompletos y con frecuentes errores, insuficiente para hacer un análisis mínimamente detallado sobre los flujos migratorios.

Con el nefasto ministro Marlaska, la estadística se actualiza quincenalmente, con lo cual ahora podemos comprobar su inutilidad no sólo cada año sino quincena a quincena. Marlaska y su gobierno tienen una responsabilidad directa en los trágicos sucesos que se han sucedido bajo su mandato: inhumanos hacinamientos en los Salvamares y en naves improvisadas en la costa andaluza en 2018 o en el puerto de Arguineguín en noviembre de 2020, la respuesta infame a la entrada masiva en Ceuta en mayo de 2021, la continuidad de las llamadas devoluciones en caliente o los al menos 37 muertos en el paso fronterizo de El Barrio Chino en Melilla en junio de 2021, amén de su responsabilidad general en la continuidad de la tragedia en las fronteras del Estado con centenares de víctimas cada año.

Nuestro Informe sobre los Derechos Humanos en la Frontera Sur va más allá de un simple balance migratorio

Pero quizás es menos conocido que desde su Ministerio se ha forzado a un apagón informativo a las diversas agencias que intervienen en el proceso migratorio, en una muestra más de la falta de transparencia y opacidad. Ello nos animó al equipo de la APDHA a incluir cada año un balance migratorio que ofreciera datos contrastados no sólo de víctimas, sino de la llegada e interceptación de migrantes en nuestra frontera sur.

En cada informe Derechos Humanos en la Frontera Sur de la APDHA encontramos una mochila cargada de voluntariado y activismo comprometido a través de trabajo de campo, seguimiento exhaustivo de medios de comunicación y redes sociales y, sobre todo, de las estrechas relaciones con organizaciones amigas a ambos lados del Estrecho.

Pero llegados aquí, es preciso señalar que nuestro Informe sobre los Derechos Humanos en la Frontera Sur va más allá de un simple balance migratorio. Al mirar atrás sorprende la enorme variedad temática relacionada con las fronteras y las migraciones que hemos ido abordando. Hay temas recurrentes: la Europa Fortaleza, el acuerdo de Schengen, el papel del FRONTEX, el SIVE, el negocio de las fronteras, las migraciones climáticas, los acuerdos bilaterales y multilaterales con países del sur, la externalización de las fronteras, la situación en diversos países a ambos lados del Mediterráneo, los centros de retención/encerramiento o la infancia migrante. Además, se pone el foco en la cuestión de género, no solo sobre quienes tienen la valentía de atravesar el estrecho, sino también acerca de las mujeres porteadoras, las trabajadoras transfronterizas o la injusticia del sistema y la explotación de las jornaleras contratadas en origen.

Este mundo-frontera se teje como un cáncer en nuestras sociedades, pudriendo nuestras raíces y dividiendo a la propia sociedad

Así, los informes que llamamos familiarmente “Frontera sur”, han ido poco a poco ampliando su mirada de las fronteras no sólo como un marco migratorio en un mundo de desigualdades, sino advirtiendo que se trata de un espacio de excepcionalidad y de no derechos; un lugar de vergüenza donde quedan en suspenso los principios del estado de derecho.

Las actuales políticas de frontera originan una cultura que conforma un estatus de poder, hábitos, privilegios, racismo, discriminación, brechas de desigualdad, actuaciones represivas y un espacio en blanco donde se escriben las violaciones de los derechos humanos.

Este mundo-frontera se teje como un cáncer en nuestras sociedades, pudriendo nuestras raíces y dividiendo a la propia sociedad. Esta es una de las conclusiones que extraemos de este balance de 20 años de los Informes Frontera Sur de la APDHA: la actual gestión de las fronteras en Europa son un cáncer que pudre el cuerpo social, que hace crecer el racismo y la xenofobia, que provoca un enorme sufrimiento y una insoportable cantidad de personas muertas, como recogemos en el informe de este año.

Otra es que debemos seguir exigiendo con toda contundencia el respeto a los derechos humanos en las fronteras, sin los que de forma creciente nos degradamos como sociedad civilizada. 

 

En el año 2003 se nos quedó grabado el horror de la tragedia en la Bahía de Cádiz. Durante aquellos días de octubre, empezaron a aparecer en las playas de El Puerto los cadáveres descompuestos de las víctimas que había dejado la que se empezó a llamar la “Patera de Rota”.

De sus 50 ocupantes, aparecieron 37 cadáveres, quedaron 5 supervivientes y el resto se dieron por desaparecidos. Nos tocó de cerca y nos encogió el corazón y las entrañas. La APDHA era de las pocas asociaciones que entonces intentaba visibilizar esta masacre cotidiana. De ahí nació aquel primer informe sobre los Derechos Humanos en la Frontera Sur que publicamos en 2003, hace ahora 20 años.