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Sausan Al-khouli

“Las movilizaciones son el termómetro para saber hasta qué punto la sociedad está concienciada”

Iris Bellamy Estévez

Área de Feminismos de APDHA —
6 de marzo de 2024 06:01 h

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Este 8 de marzo, el Área de Feminismos de la APDHA volvemos a reivindicar un feminismo transformador, inclusivo e interseccional, mostrando nuestra solidaridad con Palestina y dando voz al Movimiento de Mujeres Palestinas Alkarama, una organización feminista, laica y anticolonialista nacida en 2017 y cuyo objetivo es la creación de un espacio de enunciación de las mujeres palestinas en la diáspora, desde el cual contribuir a la liberación del pueblo palestino de la ocupación israelí a través de la acción social, cultural y política, fomentando la visibilidad del rol de las mujeres en la causa palestina contra el colonialismo y la ocupación.

Para Sausan Al-khouli, una de sus integrantes, el propósito de Alkarama no ha variado desde sus inicios, que “era reunir al máximo número de mujeres palestinas en la diáspora, nacidas y que se hayan tenido que refugiar fuera, o las que hemos nacido fuera; juntarnos todas con el objetivo de tratar de participar en la lucha contra la colonización sionista desde el exterior. Somos un movimiento de mujeres que hasta entonces no se había dado nunca en España. Algunas compañeras de Madrid dieron el impulso, vieron la necesidad de que hubiera un movimiento específico de mujeres porque la tendencia que existe en Occidente es desdeñar el papel que han tenido las mujeres árabes en general, y las palestinas en particular, en los procesos de lucha. Tenemos un mensaje muy politizado, porque nosotras somos muy politizadas. De ahí surgió la idea. En 2017 tuvimos una asamblea de formación de este movimiento con el objetivo de llegar a cuantas más mejor”.

¿Qué reclamaciones les hacéis a las instituciones?  

En las altas instancias, el gobierno español, y en concreto Pedro Sánchez, han dado un pequeño giro en el discurso. También es verdad que no le ha quedado otra porque los acontecimientos se lo reclamaban. El 7 de octubre se hablaba únicamente del derecho a la autodefensa de Israel, cosa que es una falacia, una potencia ocupante no tiene derecho a autodefenderse. En el derecho internacional existe el derecho a defenderse del pueblo ocupado, no del ocupante. Dentro de los países de la Unión Europea, España es uno de los países que se muestran más favorables al pueblo palestino, pero es solo en el discurso. En la práctica, las demandas no las están llevando a cabo. En la primera movilización que hubo a nivel estatal, en más de 90 ciudades, las principales reivindicaciones eran el embargo al comercio de armas con Israel -porque España es exportador e importador- y la ruptura de relaciones con la embajadora israelí. Esto, por supuesto, no se ha hecho. Se nos ha mentido.

El ministro Albares afirmó en reuniones con la RESCOP, la Red Solidaria contra la Ocupación de Palestina, que el gobierno español, desde el 7 de octubre, había paralizado el comercio de armas para luego filtrarse informaciones desmintiéndolo. Según nuestros cálculos, más de la mitad de las exportaciones de armas en la Unión Europea han sido españolas.

Por un lado, están diciendo que tiene que parar el genocidio y que palestina tiene derecho a la autodeterminación, por otro, no dejan de inyectar dinero gracias al armamento israelí manchado de sangre palestina.

¿Qué puede hacer la población para apoyar al Pueblo Palestino? 

Lo prioritario son las movilizaciones porque son el termómetro que tienen nuestros gobiernos para saber hasta qué punto la sociedad está concienciada. Hay muchas otras formas. La primera de ellas es informarse, tener una visión crítica, tratar de sensibilizar a los que tienes alrededor, familiares, amigos, compañeros de trabajo. Las cosas se consiguen a nivel colectivo, pero a nivel individual sí podemos incidir en las personas. El boicot es una de las herramientas más útiles que tenemos desde aquí. Una campaña de boicot a empresas como Carrefour o McDonald’s que prestan apoyo a Israel. En Túnez, Carrefour ha tenido una caída bestial de las ventas.

 ¿Cuáles van a ser las acciones de Alkarama en los próximos días y semanas? 

Sobre todo, charlas: no sólo en movimientos feministas sino de cualquier tipo de red de tejido social. De contenido propio, con activistas que están en Cisjordania, con compañeras de EEUU, de Sudamérica y de aquí. A nivel interno, hacemos formaciones para estudiar el papel de mujeres que son desconocidas. Algunas nos suenan mucho, como Leyla Khaled, pero otras las desconocemos por estar en la diáspora. Nos reunimos para vertebrarnos y estar presentes en los territorios. En Sevilla, por ejemplo, de Alkarama somos tres compañeras dentro de la Plataforma de Solidaridad con Palestina. En la semana del 8M llevaremos a cabo la proyección de un documental que se llama Hijas de la Nakba, que ofrece el testimonio de varias mujeres palestinas y trata de visibilizar sus parcelas de lucha. También, próximamente, queremos hacer una conferencia por nuestro aniversario como movimiento de mujeres.

Este 8 de marzo, el Área de Feminismos de la APDHA volvemos a reivindicar un feminismo transformador, inclusivo e interseccional, mostrando nuestra solidaridad con Palestina y dando voz al Movimiento de Mujeres Palestinas Alkarama, una organización feminista, laica y anticolonialista nacida en 2017 y cuyo objetivo es la creación de un espacio de enunciación de las mujeres palestinas en la diáspora, desde el cual contribuir a la liberación del pueblo palestino de la ocupación israelí a través de la acción social, cultural y política, fomentando la visibilidad del rol de las mujeres en la causa palestina contra el colonialismo y la ocupación.

Para Sausan Al-khouli, una de sus integrantes, el propósito de Alkarama no ha variado desde sus inicios, que “era reunir al máximo número de mujeres palestinas en la diáspora, nacidas y que se hayan tenido que refugiar fuera, o las que hemos nacido fuera; juntarnos todas con el objetivo de tratar de participar en la lucha contra la colonización sionista desde el exterior. Somos un movimiento de mujeres que hasta entonces no se había dado nunca en España. Algunas compañeras de Madrid dieron el impulso, vieron la necesidad de que hubiera un movimiento específico de mujeres porque la tendencia que existe en Occidente es desdeñar el papel que han tenido las mujeres árabes en general, y las palestinas en particular, en los procesos de lucha. Tenemos un mensaje muy politizado, porque nosotras somos muy politizadas. De ahí surgió la idea. En 2017 tuvimos una asamblea de formación de este movimiento con el objetivo de llegar a cuantas más mejor”.