Andalucía echará el cierre a la primera Semana Santa postpandemia. Y lo hace ya sin la mirada puesta en el cielo. Tras un par de jornadas marcadas por el ambiente inestable y en especial por intensos aguaceros, el sol ha vuelto a brillar sobre los cielos andaluces. El desplazamiento del centro de la depresión hacia el interior de Argelia ha dejado vía libre a la dorsal anticiclónica. Con ella han vuelto los cielos despejados y, durante los próximos días, una subida en las temperaturas que elevarán el termómetro de nuevo por encima de los 25 grados.
Los días grandes de la Semana Santa andaluza van a estar protagonizados por el ambiente marcadamente primaveral. Aunque aún puedan registrarse algunos chubascos débiles y aislados en los sistemas montañosos orientales, por lo general el ambiente estable será la tónica dominante en toda la región hasta la próxima semana.
Entre las jornadas del jueves 14 y el domingo 17 de abril, la presencia de cielos despejados o muy poco nubosos serán una constante en toda Andalucía. Lo único destacable en el aspecto meteorológico hasta entonces será el aumento constante y progresivo de las temperaturas, que llegarán a acumular hasta finales de semana una subida próxima a los 10 grados.
Ya la tarde del jueves vivirá un notable aumento de las temperaturas, pudiendo superarse los 25 grados en buena parte del interior occidental andaluz, lo que abriría una madrugada con temperaturas muy suaves. Noche relativamente agradable la que vivirá Andalucía, con mínimas que a primera hora del viernes rondarán la frontera de los 10 grados en casi toda la región, siendo más elevadas en las provincias occidentales y en la costa. Así, capitales como Sevilla, Málaga o Huelva no bajarán de los 12 o 13 grados, mientras que las mínimas más bajas se registrarán en el interior de las provincias de Granada y Jaén, donde el termómetro podría caer hasta los 6 ó 7 grados.
El ascenso previsto para las siguientes jornadas alcanzará su punto álgido durante la tarde del domingo, cuando el termómetro podrá alcanzar la frontera de los 30 grados en numerosos puntos de la mitad occidental. Casi toda la región llegará hasta los 25 grados a lo largo del fin de semana, destacando el valle del Guadalquivir con máximas que de manera generalizada alcanzarán los 27 ó 28 grados.
Las temperaturas seguirán elevadas al comienzo de la próxima semana, aunque para entonces se espera el inicio de un cambio que podría devolver el ambiente lluvioso a buena parte de la región. La llegada de una borrasca hasta el norte de la Península Ibérica dejaría de nuevo lluvias generalizadas en toda la región, con un brusco descenso de las temperaturas gracias a la masa de aire frío que arrastraría hasta la vertical peninsular.
Aunque aún existe mucha incertidumbre respecto a la posición final que alcance la depresión, las previsiones apuntan a una nueva inestabilización generalizada de la atmósfera peninsular a partir del próximo lunes. Sin embargo, los cambios más notables no llegarían hasta la jornada del martes 19, cuando las precipitaciones, de nuevo en forma de chubascos, podrían empezar a generarse en los cielos andaluces. Las lluvias y las tormentas volverían a tomar desde entonces el territorio andaluz, en un episodio que se extendería durante el resto de semana y que incluso podría abrir una nueva tendencia húmeda hasta finales de mes.
Mientras ese escenario se concreta, lo que sí parece asegurado es que desde el próximo martes las temperaturas volverían a experimentar un moderado descenso. Tras un fin de semana con temperaturas prácticamente veraniegas, el frío volvería a hacerse muy presente en toda la región, con máximas que de media experimentarían una caída de unos 10 grados a mediados de semana y mínimas que podrían aproximarse a los cero grados en cotas medias y altas de la geografía andaluza.
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