Hablamos con la candidata a la presidencia de Andalucía por Podemos, Teresa Rodríguez, camino de Osuna (Sevilla), donde tiene un primer mitin este miércoles en su periplo por la sierra sur de la provincia. Está en lo suyo: confiesa que las campañas le gustan “mucho” y esta es por el momento la más importante de su vida.
No renuncia a dar la sorpresa en las elecciones autonómicas del 22 de marzo pero cree que, en cualquier caso, el fenómeno Podemos ha hecho ya algo histórico sirviendo de revulsivo para que otros partidos cambien el chip y comiencen a intentar hacer las cosas de otra manera, en lo que muchos politólogos le dan la razón.
Falta muy poco para que termine la campaña, ¿se ha hecho demasiado corta o ha dado tiempo de llevar el mensaje de Podemos?
Está yendo muy bien. Me gustan las campañas y en este caso para nosotros es la mejor forma de darnos visibilidad; entre otras cosas, porque no tenemos el mismo espacio que el resto, por ejemplo, en los medios de comunicación públicos.
Precisamente se le echó en cara que usted no participara en el debate convocado por RTVA con siete formaciones consideradas significativas, entre ellas la suya, lo que se hacía por primera vez. ¿Continúa viendo bien esa decisión?
Se le ha dado una importancia que no tiene a esta cuestión. Estaba Podemos presente, con Jesús Rodríguez [número 2 de la lista por Cádiz]. Nosotros no subcontratamos empresas para que nos lleven la campaña, sino que esto se hace a pulmón con la gente y hacía dos semanas que estaba previsto que yo participara en un mitin en Jaén.
Lo de Canal Sur nos lo confirmaron con unos días de antelación. No me parecía cancelarlo. Más cuando llamamos a participar a la gente para tener un debate con la ciudadanía. Más de 3.000 andaluces nos hicieron preguntas. Mientras yo contestaba a eso, Jesús Rodríguez argumentaba muy bien en Canal Sur TV.
Se continúa hablando de la necesidad de pactos tras el 22M, o por lo menos de que hará falta alguna abstención para permitir un gobierno en minoría. ¿Usted cómo ve el día después?
Nosotros salimos a ganar. Si eso no ocurre, vamos a poner sobre la mesa las medidas que tenemos, especialmente las relacionadas con el rescate ciudadano. Cito la necesidad de establecer el Procedimiento de Emergencia Ciudadana (PEC) para garantizar unos servicios mínimos en los que las personas puedan vivir con dignidad y también la declaración de emergencia habitacional como freno a los desahucios.
O sea, ¿que para pactar o abstenerse pondrían estas condiciones como innegociables?
Nosotros vamos a hablar con el resto de formaciones que quieran. Pero tenemos un compromiso con la ciudadanía. Cualquier acuerdo pasa por medidas programáticas. No vamos a garantizar la gobernabilidad a nadie, sino a luchar por una serie de medidas que están en nuestro programa electoral. Si tiene que ser desde la oposición, lo haremos igualmente.
Dice mucho lo de primero el programa electoral, en realidad como todos los partidos a la hora de hablar de acuerdos, pero luego se ven alianzas extrañas en la política...
Mire, lo que más me traslada la gente en la calle en esta campaña es que, por favor, no la defraudemos. Y eso para mí tiene todo el valor. “No nos defraudéis”, nos dicen los ciudadanos, frente a la frustración que han supuesto el PSOE o el PP. Y nuestra vacuna contra ello pasa por medidas como no patrimonializar los cargos, sino establecer el principio de revocabilidad si la ciudadanía así lo considera, o fijarnos un salario que vemos justo [en su caso no cobraría más que con su trabajo de profesora de instituto]. Y si no cumplimos, fuera, porque esto no es una cuestión de fe.
Y en los últimos tiempos, tampoco de confianza, ¿qué aporta Podemos a esto?
Lo cierto es que estamos viendo que con Podemos la gente está recuperando la esperanza y la confianza en la política. Para mucha gente ha sido la manera de ver la política de otra manera. Incluso el resto de partidos ha tenido que plantearse las cosas.
¿Y qué más le dicen en la campaña?
Buf, tengo que contestar mucho a eso de que no vamos a prohibir la Semana Santa [una interpretación sacada de contexto de un artículo con la número 1 por Sevilla, Begoña Gutiérrez, dio alas a sus rivales para extender este rumor].
¿Todavía estamos con esas?
Pues sí. Difama, que algo queda.
Esa es la parte mala de la campaña, ¿qué le ha molestado más?
Por un lado, los ataques de quienes temen perder sus privilegios y el pago de favores tras más de 30 años en el poder y, por otro, los que llegan de aquellos que tienen el complejo de que quieren y no pueden. De todas maneras, frente a todo esto, Podemos está haciendo una campaña en positivo, centrándonos en nuestras propuestas, que vienen de la ciudadanía y del sentido común. Queremos trasladar el sentido común de la calle a las instituciones. Por ejemplo, en ese combate contra la austeridad que se ha impuesto por encima de todo.
Por cierto, austeridad no para todos porque se acaba de saber que, por “cuestiones técnicas”, los diputados del Parlamento de Andalucía se subieron un poco el salario en 2013 con acuerdo de los tres partidos con representación y no se informó de ello.
Me ha indignado muchísimo conocer esto. Los tres, porque eso sí lo aprueban por unanimidad, tendrán que dar explicaciones a una ciudadanía y a unos empleados públicos a los que se les estaban pidiendo sacrificios.
También parece que el otro día en el debate de RTVE había unanimidad en la idea de proponer eliminar la figura del aforamiento, ¿qué le parece?
Me parece importante, pero que lo apliquen. Ya podrían haberlo hecho, ¿no?
Eso lo defienden ustedes, y algunas otras formaciones desde hace más tiempo (como IU o UPyD), ¿cree que Podemos está propiciando que se pongan las pilas?
Eso es importante. Por lo menos la herramienta está comenzando a funcionar. Por eso me alegro también de que el PSOE diga que pondrá en marcha el portal de transparencia antes del 31 de mayo. Nosotros entretanto seguimos trabajando, con un equipo muy potente, y con absoluta seriedad. Cuando hablamos de que queremos gobernar, lo asumimos con responsabilidad, no es un vacile.