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“Empecé en el mundo del cine barriendo el estudio”

Antonio P. Pérez es una institución en el mundo del cine. Con Solas, dirigida por Benito Zambrano y protagonizada por Ana Fernández y María Galiana, el productor de Maestranza Films puso Andalucía en el mapa del mundillo internacional del cine: estreno en la Berlinale, un millón de espectadores y una distribución por más de 60 países.

Casi 20 años después del fenómeno Solas, con 40 películas y 25 Goyas en su haber, sus compañeros de Egeda (Entidad de Gestión de Derechos de los Productores Audiovisuales) han querido honrar la trayectoria de este cordobés con la Medalla de Oro en los premios Forqué, que este sábado se celebran en Sevilla.

Empecemos por el principio: ¿cómo se enamoró del cine?

Mi padre tenía cines y mi madre era una gran aficionada. A nuestros padres de la posguerra, el cine les ayudó a evadirse de ese mundo tan aburrido y gris de la dictadura.

¿Cuándo se dio cuenta de que quería dedicarse a esto?

La primera película que hice fue como auxiliar, hoy se llamaría meritorio, en la última película de Buñuel (Ese oscuro objeto de deseo). Fue un buen bautizo. Al saber idiomas, cuando venían franceses, me llamaban para trabajar. Empecé en el mundo del cine barriendo el estudio, no porque mi padre fuera productor.

¿Qué recuerdos tiene de su primer rodaje?

Admiraba muchísimo a Buñuel. El hombre me cogió cariño. Era muy aficionado a los libros de viejo y me iba con él a comprar, me contaba muchas anécdotas y le preguntaba por Federico (García Lorca). Era un hombre muy divertido, con una vitalidad y un humor ácido enormes. Ese fue mi mejor pago.

¿No habría preferido ser director de cine?

Quizás lo que me hubiera gustado ser es director de fotografía. Ser director me da un poco de pereza: es una cuestión de un poco de vanidad, cuando lo cierto es que el productor sabe cosas muy sabrosas de una película.

¿Le da vértigo mirar atrás y ver que tiene 25 Goyas y 40 películas a sus espaldas?

Hemos manejado cerca de 30.000 puestos de trabajo en los 25 años de Maestranza. Nunca he sentido vértigo, pero sí es verdsd qe me siento mayor.

¿Se enorgullece de que le premien con un galardón que lleva el nombre del maestro Forqué?

Sin duda. Yo además lo conocía mucho. Empecé en Egeda con él y me daba unas lecciones de cine fantásticas. Soy muy amigo de su hija Verónica y aprendí muchísimo de él. Me satisface mucho que el premio me lo den mis propios compañeros.

¿Qué supuso Solas para el cine andaluz?Solas

Fue un punto de giro y el comienzo de esta etapa fantástica del cine andaluz. Todo el mundo se vio capaz y entendió que en Andalucía había talento. Los que comenzaron con productores andaluces, trabajan ya en películas de toda España. Teníamos una pandilla técnica y artística muy importante, que hoy en día vuela libremente y ha ganado Goyas.

Antonio Dechent considera 'A puerta fría', producida por usted, como una de sus mejores actuaciones. ¿Qué recuerdos guarda de esa película que no terminó de triunfar en taquilla?

Yo también la considero su mejor actuación y eso que Dechent ha trabajado conmigo en una decena de películas. Aunque A puerta fría tenía una actriz famosísima y un actor americano, dio igual:dijeron que no tenía gracia, a pesar de que era una película muy fácil de leer. En el Festival de Málaga hubo gente que se me acercó temblando. Es una gran película, que la vería cualquier persona de la calle y le encantaría.

Más allá de premios, audiencias y críticas, ¿qué película recuerda con un cariño especial?

Las películas son como los niños que nos salen un poco torpes, que les tienes más cariño que a los listos. Solas es un peliculón, pero hay una película que es paradigmática: 3 días es una película de culto en Estados Unidos. Fue un peliculón que vio hasta Spielberg, a pesar de que aquí no la vio nadie. ¡En la watchlist de aquel año (50 productores norteamericanos ven las películas más distinguidas del mundo) quedó cuarta!

¿Qué rodajes le depara el 2017… y el 2018?

Hemos acabado una película con el sobrino de Tano, Álvaro Díaz Lorenzo, que es una comedia muy bonita. La hemos rodado en Sanlúcar de Barrameda y se llama Señor, dame paciencia. Es una metafora de la intransigencia y la tolerancia... una película necesaria y muy divertida. Además, empiezo ahora una película con un chico nuevo, Nicolás Pacheco. Yo creo que se va a hablar mucho de ella. Y luego tengo una coproducción con Dinamarca y Noruega, que se llama Dominó. Por último, estoy pendiente de hacer una película en las Tres Mil Viviendas con Paco Cabezas, que está trabajando mucho en el extranjero.

Regresa a las Tres Mil Viviendas, ¿tiene algún tipo de pasión con el barrio?

Paso todos los días por allí y hay mucho mito negativo con este barrio. En el eslogan de Polígono Sur. El arte de las Tres Mil decíamos que no era el barrio más peligroso, sino el que tiene más arte. Lo que necesitan las Tres Mil es apoyo y comprensión. Van mejor las cosas, pero asusta el abandono.

¿Veremos en esta legislatura cómo desaparece el IVA cultural?

Seguro. Todos los grupos están de acuerdo en quitarlo, menos el PP. Cuando hagan los presupuesto del año que viene, no tienen coartada para mantenerlo. Es un tema absurdo y anacrónico en Europa, que demuestra un nivel muy bajo por nuestra parte. Es una vergüenza.

Por hablar también del gobierno autonómico, sus compañeros se quejaban hace poco de los retrasos en las subvenciones de la Junta de Andalucía.

La gestión no es muy buena, se retrasan. Necesitamos saber cuándo nos va a llegar el dinero y no lo saben. No se puede hacer cine así. El boceto de ley de cine es muy bueno, pero tiene que cambiar el modelo. ¿Cómo me van a examinar tres funcionarios para darme una subvención?

¿Es justo que se hable del cine español como un cine subvencionado?

El que dice eso es un ignorante. España es, de todos los países de Europa, el que menos subvenciones tiene... ¡con diferencia! Todos los grupos políticos están en contra. En Francia, no hay problema: izquierda y derecha tienen la misma política cultural y allí se les concede 700 millones.