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Agendas urbanas: otra oportunidad metropolitana
Los municipios de Sevilla, Dos Hermanas, Alcalá de Guadaíra, La Rinconada y El Viso del Alcor han recibido un total de un millón de euros de los fondos Next Generation para la elaboración de sus respectivas Agendas Urbanas. Las cantidades percibidas van desde los 300.000 euros de Sevilla a los 150.000 de El Viso. Cabe decir que en materia de planificación son cantidades más que estimables, que llegan a triplicar los presupuestos que hasta ahora venían destinando las ciudades a su planificación estratégica. Porque cuando hablamos de Agenda Urbana hablamos exactamente de planificación estratégica urbana.
Por primera vez España cuenta con verdadera política urbana a escala estatal. La Agenda Urbana Española ha puesto a disposición de todas las ciudades un marco estratégico muy elaborado, con indicadores, diagnósticos, objetivos generales, objetivos específicos, líneas de actuación… a partir de los cuales las ciudades deben de elaborar lo verdaderamente importante en un plan estratégico: el plan de acción. Es decir, los proyectos: presupuestados, calendarizados, comprometidos con otras administraciones e instituciones. Esa que es precisamente la parte más débil tradicionalmente en los planes estratégicos. Claro, es el compromiso final, el más difícil de asumir políticamente por el miedo al fracaso, a no cumplir con las expectativas. Pero sin proyectos transformadores, todo lo demás no pasa del nivel de desiderátum.
La metodología de la Agenda Urbana propuesta por el Gobierno es una especie de reto a los ayuntamientos para que asuman, con la madurez que se les supone como la administración más cercana (y más antigua), su papel de liderazgo urbano en las transformaciones y reformas que todos debemos de afrontar no solo para recuperarnos a corto plazo de las consecuencias de la pandemia, sino para gobernarnos en un siglo que no se está poniendo sencillo. La Agenda Urbana española equivale a decirles a los planificadores urbanos y a los políticos locales que aquí tienen ya prácticamente elaborado todo aquello que les suele llevar casi todo el tiempo de la tarea, para que se pongan manos a la obra del meollo del asunto: el plan de acción, los proyectos transformadores que verdaderamente van a suponer cambios, mejoras en la vida urbana, en el bienestar de las personas y en la prosperidad de la ciudad, en la habitabilidad de la misma ahora y en el futuro.
Los municipios ‘agraciados’ con esta ayuda para sus estrategias urbanas tienen la oportunidad, y también la obligación, de constituirse en el famoso núcleo irradiador de un verdadero plan de acción metropolitano
Y es aquí donde creo que los municipios ‘agraciados’ con esta ayuda para sus estrategias urbanas tienen la oportunidad, y también la obligación, de constituirse en el famoso núcleo irradiador de un verdadero plan de acción metropolitano, de una vez por todas. Cabe decir que las ciudades que han obtenido esta importante subvención lo han hecho en concurrencia competitiva con otras muchas que no lo han conseguido. Ello se debe a una combinación de factores, entre los que se encuentran la magnitud de los retos a afrontar en ellas, y la competencia de sus técnicos para hacerlos ver a los evaluadores en las candidaturas enviadas. También la calidad y solidez de su planificación estratégica pasada y reciente. Es por ello que digo que en este momento en que van a sincronizar sus procesos de planificación, tienen la obligación de liderar la realización de la gran reforma (utilizando el lenguaje de los fondos Next Generation) que supondría impulsar una verdadera Agenda Metropolitana. Los tres principales núcleos del sistema metropolitano están ahí: Sevilla, Dos Hermanas y Alcalá de Guadaíra; además La Rinconada, con el flamante liderazgo político recién adquirido por el alcalde en su partido en Sevilla; también El Viso del Alcor. Juntos y necesariamente en compañía de otros (de todas las ciudades como mínimo de la primera corona metropolitana) deben de aprovechar este momento para hacernos salir de la eterna melancolía de una mil veces propuesta y mil veces pospuesta gestión funcional del área metropolitana de Sevilla. La región urbana donde vivimos, trabajamos, compramos o practicamos el ocio sin pararnos a pensar en cuántos límites municipales hemos atravesado.
A estas alturas, estas agendas urbanas serán metropolitanas o no serán ni la mitad de transformadoras que podrían y deberían ser. No desaprovechen una oportunidad como esta.
Los municipios de Sevilla, Dos Hermanas, Alcalá de Guadaíra, La Rinconada y El Viso del Alcor han recibido un total de un millón de euros de los fondos Next Generation para la elaboración de sus respectivas Agendas Urbanas. Las cantidades percibidas van desde los 300.000 euros de Sevilla a los 150.000 de El Viso. Cabe decir que en materia de planificación son cantidades más que estimables, que llegan a triplicar los presupuestos que hasta ahora venían destinando las ciudades a su planificación estratégica. Porque cuando hablamos de Agenda Urbana hablamos exactamente de planificación estratégica urbana.
Por primera vez España cuenta con verdadera política urbana a escala estatal. La Agenda Urbana Española ha puesto a disposición de todas las ciudades un marco estratégico muy elaborado, con indicadores, diagnósticos, objetivos generales, objetivos específicos, líneas de actuación… a partir de los cuales las ciudades deben de elaborar lo verdaderamente importante en un plan estratégico: el plan de acción. Es decir, los proyectos: presupuestados, calendarizados, comprometidos con otras administraciones e instituciones. Esa que es precisamente la parte más débil tradicionalmente en los planes estratégicos. Claro, es el compromiso final, el más difícil de asumir políticamente por el miedo al fracaso, a no cumplir con las expectativas. Pero sin proyectos transformadores, todo lo demás no pasa del nivel de desiderátum.