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Cómo anticipar unas elecciones anticipadas
El último estudio del Centro de Estudios Andaluces (centra) vaticina un posible adelanto electoral por la consolidación del candidato popular y presidente de la Junta de Andalucía. Según los datos que nos muestra el barómetro del Centra publicado este lunes, si yo fuera la estratega del PP andaluz, probablemente recomendaría un adelanto de elecciones en Andalucía. Me esperaría a ver los resultados de las madrileñas, porque en precampaña (aunque sea de otra comunidad autónoma) nunca se toman decisiones, pero la pregunta que tendría sobre la mesa sería justamente esa: ¿adelantar o no?
La percepción de la ciudadanía en este momento sobre la economía andaluza es abrumadoramente negativa (74%). Y viene empeorando desde el último año, sin expectativas de mejora. Casi la mitad de los encuestados considera que en unos meses será peor que la española, con un 45% de la población con miedo a perder su empleo y con más del 50% que afirma que solo les “llega para vivir”.
La situación política no es mucho mejor: solo la considera de manera positiva el 29,1%; el 33,4% piensa que está peor que hace un año y no se perciben expectativas de mejoras claras.
La gestión del Gobierno andaluz es negativa para el 41,6% y el rumbo de Andalucía tampoco se percibe de manera positiva. La situación es poco alentadora. Aun así el barómetro nos define como una población feliz y optimista.
La gestión del Gobierno andaluz es negativa para el 41,6% y el rumbo de Andalucía tampoco se percibe de manera positiva. La situación es poco alentadora. Aun así el barómetro nos define como una población feliz y optimista.
Frente a esto, el PP tiene un líder, Juan Manuel Moreno Bonilla, muy bien valorado, con una imagen moderada (el 46% de los encuestados piensa que la radicalización no beneficia a nadie) y sin ningún liderazgo que pueda hacerle sombra.
Me frenaría el resultado que el barómetro le da a Vox, ya que me obligaría a cambiar de socio de Gobierno y abandonar la imagen de moderación. Por eso es importante esperar al resultado de las madrileñas; porque ponen el viento de cola, y a la ultraderecha le puede cambiar drásticamente también el viento en Madrid después de haberles salido bien las elecciones en Cataluña.
¿Y qué hago mientras? Pues, mientras espero, vacunación masiva (el 52% de la población lo considera la medida más urgente) y, si no llegan vacunas, es cosa del Gobierno central: tiro balón hacia arriba y listo.
En el caso de ser la estratega del PSOE, y matizo, del PSOE, que no del PSOE-A, empezaría a poner a Andalucía en el punto de mira, porque la percepción que en Andalucía se tiene del Gobierno de Pedro Sánchez y del propio presidente es bastante desoladora
En el caso de ser la estratega del PSOE, y matizo, del PSOE, que no del PSOE-A, empezaría a poner a Andalucía en el punto de mira, porque la percepción que en Andalucía se tiene del Gobierno de Pedro Sánchez y del propio presidente es bastante desoladora para los socialdemócratas. El efecto Illa se esfumó.
La gestión del Gobierno nacional es negativa para el 69%, como lo es para el 68% la gestión de Pedro Sánchez y el clima político español que se percibe desde Andalucía es el de un país radicalizado, crispado, sin capacidad de consenso y con una calidad democrática bastante mejorable. Poco más y pensaría que hablamos de Corea del Norte.
La simpatía hacia el PSOE queda por debajo de la del PP (24,3% vs 19,1%), e independientemente de que el liderazgo del PSOE de Andalucía esté en cuestión y sea el tema de cada día, no hay liderazgos nacionales capaces de contestar al PP andaluz, quien sí se esfuerza en hacer oposición nacional desde San Telmo.
Si por el contrario fuese estratega de Vox, pediría y forzaría el adelanto electoral: aprovecho y presiono, que al fin y al cabo es lo que quieren mis votantes, ese 18,1% que dice votarme y que justamente coincide (décima arriba) en que es necesario un adelanto electoral. Mejor dentro que desde fuera.
En el caso de ser estratega de cualquiera de los otros partidos, de Ciudadanos o de Unidas Podemos, etcétera, etcétera, me encomendaría a todos los santos o invocaría a las fuerzas del universo, porque aunque no dejan de ser variables importantes en el juego, poco tienen que hacer.
Si ha llegado hasta esta parte del texto se estará preguntado a qué me ha dado por jugar, a lo que le responderé encantada: deformación profesional; porque lo que una espera de un barómetro público es conocer el clima político, económico y social. Sin embargo, la estructura de este estudio tiene una clara intención de estrategia electoral ¡¡¡que preguntan hasta por Olona, Montero, Sicilia y por Espadas!!!
Y puestos a jugar, juguemos todos.
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