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Una marea de confusión
En la reunión del Consejo Ciudadano de Podemos Andalucía (CCA) del pasado domingo, se aprobóÌ el documento “Marco de unidad política en Andalucía: Podemos hacia un bloque de cambio”, que se ha definido como la “hoja de ruta” para encarar los próximos compromisos electorales. La cuestión que motiva las reflexiones que hacemos en este artículo, desde nuestra responsabilidad orgánica y desde una posición absolutamente leal a nuestra organización, es que, lejos de dar certidumbre a las bases del partido y a las andaluzas y andaluces, lo que ha provocado ese documento es una gran confusión. Una confusión que puede observarse en aspectos tan relevantes como la repercusión mediática, el carácter organizativo del partido y el aspecto puramente político.
Desde el punto de vista mediático no hay más que ver los titulares del lunes posterior a la reunión del CCA, para comprobar que no hay un mensaje claro que trasladar a la ciudadanía. Solo ha quedado claro que “si haces acuerdos y gobiernos con el PSOE no los haces con Podemos” y la referencia a Izquierda Unida anexa a esa frase. Traducido, se confirma que un pacto andaluz entre Podemos e IU solo seráÌ posible si IU rompe los pactos de gobierno que tiene con el PSOE en 80 municipios andaluces.
Pero, dicho asíÌ, ¿cómo se compatibiliza esa afirmación con las puertas abiertas y las manos tendidas al PSOE a escala nacional? Si bien es cierto que en este caso los matices son fundamentales ¿cómo de claro quedará en las andaluzas y andaluces la diferencia entre “pacto de Gobierno” y “acuerdo puntual”? Otra pregunta que aún no estáÌ resuelta al hilo de todo es ¿se va a trabajar por reeditar Unidos Podemos en Andalucía o no? Desde ambas formaciones se ha trasladado a los medios, con una sintonía casi total, que es necesario “un nuevo sujeto político”. Pero este es un mensaje confuso, ¿hablamos de un nuevo partido? ¿de separarnos de Podemos Estatal? ¿de una confluencia estable con IU y otros? En la “hoja de ruta” no se aclara nada más que lo comentado.
En el plano organizativo, todo lo concerniente al proceso de aprobación del Documento, ha puesto de manifiesto que hay flecos que generan severas contradicciones en las nuevas estructuras orgánicas, particularmente en las “coordinadoras provinciales” que, en este caso, han sido el órgano elegido para decidir, por al menos el 2/3 de los asistentes a su reunión provincial, qué enmiendas se elevarían al Consejo Ciudadano Andaluz, a pesar de ser éste un órgano sin funciones decisorias. Un método que ha levantado no poca polémica porque las convertían en filtros de enmiendas más que en impulsoras del debate, como es preceptivo estatutariamente.
En el caso de nuestra provincia, se han rechazado enmiendas a la totalidad que provenían de 9 círculos, consejos municipales y secretarios generales municipales. Los firmantes de este artículo, que estatutariamente representamos a casi el 64% de los inscritos de la provincia de Sevilla, elaboramos una enmienda a la totalidad que fue rechazada en la Coordinadora, por lo que ni se llegoÌ a plantear en el seno del pasado Consejo Ciudadano Andaluz. Y como anécdota, la enmienda a la totalidad presentada por el Consejo Ciudadano Municipal de Sevilla fue rechazada por un supuesto “defecto de forma”.¿Como debemos interpretar afirmaciones como “este documento tiene un gran consenso dentro de la organización”? ¿Cuándo se van a tener en cuenta a los círculos para algo más que para decir que el documento se ha debatido en su seno? La confusión en el seno de la organización hay que atajarla lo antes posible.
Finalmente, queremos destacar la gran confusión de carácter político. Hoy no hay un solo municipio en el que los órganos y círculos de Podemos sepan cómo van a afrontar las siguientes elecciones municipales: ¿En solitario? ¿En unión con IU? ¿Quién lo va a decidir? ¿Cuándo y cómo se van a celebrar las preceptivas consultas sobre pactos pre y post electorales?
La hoja de ruta solo aclara que “si compartes Gobierno con el PSOE en un municipio, no puedes pactar con Podemos Andalucía” estableciendo una suerte de distrito único andaluz en el que lo que ocurra en un municipio de Huelva debe ser lo mismo que ocurra en uno de Almería. Pero es la propia diversidad de Andalucía la que no soporta esa confusa rigidez, es la Andalucía de nuestra gente la que no puede ni debe ser un distrito único en lo municipal.
¿Dónde queda la autonomía de los círculos y de los Consejos Ciudadanos Municipales? Es que acaso podemos contemplar como el mismo caso votar en Dos Hermanas a Toscano para su investidura, si perdiese su eterna mayoría absoluta, que dar esa investidura a un nuevo candidato en la ciudad de Málaga, que tenga posibilidades de disputar la hegemonía del PP en esa ciudad.
Pero con todo, probablemente lo peor del documento sea lo que no dice. No abre un futuro de esperanza para todos los andaluces y andaluzas, parece dirigirse exclusivamente a los “militantes de la izquierda tradicional” con un tipo de discurso propio de la etapa pre-15M. Pero ya sabemos que si de verdad queremos transformar Andalucía, los necesitaremos a todos/as. Los más identitarios y los menos, los más militantes y los menos.
Podemos tiene que seguir siendo “la gente corriente”, tiene que ser el partido del “sentido común”. Y ese es el espacio político que debe dejar claro nuestra dirección.
En un momento tan delicado para Andalucía y para el PSOE andaluz, todos y todas las integrantes de Podemos estamos de acuerdo en acometer las siguientes citas electorales para cambiar esa ya larga hegemonía socialista en nuestra comunidad autónoma, pero para conseguirlo necesitamos a quien mejor conoce todos los avatares de su día a día, necesitamos que nuestra gente sea la protagonista de ese cambio.
Son los andaluces y andaluzas los que deben representar ese cambio. Podemos tiene un modelo de partido distinto; pues vamos a usarlo con toda su potencia. Aprovechemos el partido nuevo pero recojamos la experiencia y el buen hacer de muchos que estaban antes de la llegada de Podemos. Eso acabaría con toda la confusión. Hemos de poner en el escenario político andaluz más respuestas que preguntas.
Que decida Andalucía.
En la reunión del Consejo Ciudadano de Podemos Andalucía (CCA) del pasado domingo, se aprobóÌ el documento “Marco de unidad política en Andalucía: Podemos hacia un bloque de cambio”, que se ha definido como la “hoja de ruta” para encarar los próximos compromisos electorales. La cuestión que motiva las reflexiones que hacemos en este artículo, desde nuestra responsabilidad orgánica y desde una posición absolutamente leal a nuestra organización, es que, lejos de dar certidumbre a las bases del partido y a las andaluzas y andaluces, lo que ha provocado ese documento es una gran confusión. Una confusión que puede observarse en aspectos tan relevantes como la repercusión mediática, el carácter organizativo del partido y el aspecto puramente político.
Desde el punto de vista mediático no hay más que ver los titulares del lunes posterior a la reunión del CCA, para comprobar que no hay un mensaje claro que trasladar a la ciudadanía. Solo ha quedado claro que “si haces acuerdos y gobiernos con el PSOE no los haces con Podemos” y la referencia a Izquierda Unida anexa a esa frase. Traducido, se confirma que un pacto andaluz entre Podemos e IU solo seráÌ posible si IU rompe los pactos de gobierno que tiene con el PSOE en 80 municipios andaluces.