El 1 de mayo muévete por tus derechos

“Más derechos, más igualdad, más cohesión”. Es el lema de este 1 de mayo, en el año en el que UGT celebra su 130 aniversario. 130 años de lucha, de negociación, de servicio a la ciudadanía y de consecución de derechos.

Esta vez, el Día Internacional del Trabajo se celebra sólo tres días después de las elecciones generales en las que los partidos con propuestas más sociales pueden conformar una mayoría. UGT no ha sido imparcial en esta campaña electoral. Ha apostado claramente, junto a CCOO, por un giro social que garantice que la recuperación económica y el crecimiento llegue a las personas, no sólo a las grandes empresas sino a los parados, los jóvenes, los pensionistas y las familias en riesgo de exclusión social. La redistribución de la riqueza está en la base de nuestra Constitución y hacerla posible es un deber de los poderes públicos.

Desde UGT vamos a ser exigentes con el cumplimiento de los pactos alcanzados con el Gobierno progresista de Pedro Sánchez. Estaremos vigilantes para que los “viernes sociales” no se queden en una campaña de buenas intenciones previa a las elecciones sino que, una vez conseguido el éxito electoral, esos decretos se consoliden como la base de la política de toda la legislatura.

Igualmente, es necesario que se cumpla, en todos sus términos, el Acuerdo por el Empleo y la Negociación Colectiva, donde se recoge un Salario Mínimo Interprofesional de mil euros en 2020, la prioridad de los convenios sectoriales, frente a los de empresa, o la ampliación progresiva del permiso de paternidad hasta equipararlo con el de maternidad. UGT defiende el voto a opciones políticas que defienden el estado del bienestar y un reparto justo de la riqueza. Y recordamos que el 26 de mayo hay una segunda vuelta, con elecciones locales y europeas.

Hace falta un giro social para que la clase trabajadora tenga ingresos más altos, se recupere el consumo y se anime la economía, y para ello pedimos la derogación de las dos últimas reformas laborales, especialmente la última, en la que se restó fuerza a los sindicatos en la negociación colectiva. Es fundamental que la ultraactividad de los convenios no se limite a un año porque, cuando acaba, los trabajadores se quedan sin fuerza de negociación.

El 1 de Mayo hay que movilizarse por razones laborales. Por ejemplo, para que se cumpla el obligatorio registro horario del tiempo de trabajo y los inspectores puedan detectar fraudes en contratos a tiempo parcial, que no lo son; o para que los trabajadores puedan exigir sus horas extra. Hay que acabar, de una vez por todas, con la siniestralidad laboral, con el acoso laboral y sexual, y para ello desde UGT-A exigimos medidas contundentes y con dotación presupuestaria.

Pero también os animo a salir a la calle por cuestiones sociales: que se garantice un 7% del PIB para gasto en la sanidad pública; un 5% para educación; que se incremente la partida necesaria para dependencia, y se ponga en marcha la FP dual, para que nuestros trabajadores y trabajadoras puedan desempeñar las nuevas funciones que exige la industrialización 4.0.

El incremento en el gasto social supone, necesariamente, la búsqueda de más ingresos. Para ello hay que aplicar una fiscalidad más justa, proporcional a los ingresos y al patrimonio, y debe ampliarse la plantilla de inspectores para luchar contra el fraude fiscal.

Este 1 de mayo hagamos que el próximo Gobierno promueva una reforma constitucional que blinde las pensiones y que recoja un suelo de gasto para políticas sociales. Queremos políticas para las personas.

“Más derechos, más igualdad, más cohesión”. Es el lema de este 1 de mayo, en el año en el que UGT celebra su 130 aniversario. 130 años de lucha, de negociación, de servicio a la ciudadanía y de consecución de derechos.

Esta vez, el Día Internacional del Trabajo se celebra sólo tres días después de las elecciones generales en las que los partidos con propuestas más sociales pueden conformar una mayoría. UGT no ha sido imparcial en esta campaña electoral. Ha apostado claramente, junto a CCOO, por un giro social que garantice que la recuperación económica y el crecimiento llegue a las personas, no sólo a las grandes empresas sino a los parados, los jóvenes, los pensionistas y las familias en riesgo de exclusión social. La redistribución de la riqueza está en la base de nuestra Constitución y hacerla posible es un deber de los poderes públicos.