El Ayuntamiento de Aznalcóllar (Sevilla), gobernado por Agapito Ramírez (IU-CA), ha aprobado definitivamente una modificación parcial de su Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), al objeto de que diversas parcelas del Parque Actividades Medioambientales de Andalucía (PAMA) admitan como usos compatibles con los principales las industrias potencialmente contaminadoras de la atmósfera.
En concreto, y según la documentación recogida por Europa Press, fue el pasado 8 de octubre cuando el pleno del Ayuntamiento de Aznalcóllar aprobó definitivamente una modificación parcial de su planeamiento urbano relativa al Parque Actividades Medioambientales de Andalucía (PAMA), al objeto de que tanto en las zonas Z2 y Z3 de este espacio, así como en las zonas A y A' de la ampliación de este recinto, se permita “la inclusión de las industrias potencialmente contaminodoras de la atmósfera” entre los usos compatibles con los usos característicos y pormenorizados, que en este caso son el industrial y el industrial potencialmente no contaminante de la atmósfera.
Agapito Ramírez, en ese sentido, ha explicado que con una tasa de paro de aproximadamente el 34 por ciento en el municipio y la durísima tesitura económica que atraviesa la provincia, era necesario “abrir el abanico de posibilidades” de este parque empresarial y “facilitar” el desembarco de nuevas iniciativas económicas con una flexibilización de los requisitos estipulados para ello.
Flexibilización
“El PAMA y su ampliación fueron diseñados como espacios con manzanas destinadas a empresas no contaminantes con la atmósfera, pero a día de hoy tenemos espacios vacíos y casos como los de una desguazadora de lavadoras y un taller de coches que quieren instalarse en el parque, pero no pueden porque se trata de actividades potencialmente contaminantes a la atmósfera”, se ha encogido de hombros el primer edil advirtiendo de que “cualquier actividad está declarada como potencialmente contaminante a la atmósfera” y es necesario propiciar la creación de nuevos negocios que generen puestos de empleo.
La “apertura” o flexibilización de los requisitos para acceder a los suelos del PAMA enlaza, en buena medida, con la decisión de la Junta de Andalucía de reabrir la mina de Aznalcóllar, famosa a cuenta de la catástrofe medioambiental de 1998, a su vez traducida en años de depresión económica para este municipio sevillano y su comarca. El yacimiento, en concreto, fue abandonado después de la famosa debacle medioambiental de 1998, cuando la balsa de residuos de metales pesados asociada al complejo minero, explotado entonces por Boliden-Andaluza de Piritas S.A. (Apirsa), sufrió una fractura que provocó un vertido masivo de lodos tóxicos al área de influencia del río Guadiamar.