Dcoop prepara una alternativa a Deoleo para concentrar la oferta aceitera

La operación financiera de la inversora CVC Capital Partners para hacerse con el control de Deoleo puede ser el detonante de la salida de Dcoop, el grupo andaluz que aportó a la comercializadora su marca Hojiblanca. Antonio Luque, director general de Dcoop ha exokucadi a eldiario.es/Andalucia que “lo normal es que nos vayamos. Si alguien tiene la mayoría de la compañía ¿qué hacemos ahí?”.

Ese es el tema que llegará al consejo rector la semana próxima y que Luque da casi por hecho porque con los consejeros con los que ha mantenido contactos tienen “la misma idea”. Una salida que significaría, según Luque, recuperar los 54,5 millones de euros que aportaron con su entrada en Deoleo y “unas plusvalías de 30 millones de euros”, si acuden a la OPA. Pero eso “no es una victoria, no queríamos una plusvalía, queremos un proyecto de comercialización de aceite”.

Para Luque, con la llegada del grupo inversor “lo no que se puede decir es mantenemos la españolidad” de Deoleo. De hecho entiende que se trata de una operación financiera y que esos serán los parámetros que guiarán al socio mayoritario. Lo que puede significar que “la empresa española, pasado mañana, si merece la pena comprar todo el aceite en Turquía, Túnez o Siria y envasarlo todo en Chile”, lo haga.

La entrada de Dcoop en Deoleo se produjo como parte de un proyecto comercializador y mantenerse dentro pasaría por un acuerdo que garantice y priorice las ventas de aceite español, “que el aprovisionamiento sea fundamentalmente de España, que la industria se quede fundamentalmente aquí”. Luque no cree posible este pacto, por eso apuesta por la salida de Dcoop y por el impulso a un proyecto propio que concentre la oferta aceitera española.

Dcoop mantiene acuerdos con Aceites Toledo y Cargill, dos entidades con las que puede relanzar el proyecto de comercialización. Tampoco descarta otros pactos en ese “proyecto alternativo” que tienen “pensado de hace mucho tiempo”.

Con la salida de Deoleo perderían la marca Hojiblanca, que junto a la planta de Antequera entró en el grupo como activos de Dcoop. Luque resta importancia a esta circunstancia. Por un lado porque la producción de Hojiblanca es de unos 10 ó 12 millones de litros envasados y el resto de grupo dispone de otros 20 millones. Otro factor es que Hojiblanca es potente en el mercado nacional pero su repercusión exterior es “muy poquito o nada”. No descartan hacer crecer otra marca en el ámbito nacional, fortalecidos económicamente por su salida de Deoleo, y abordar una aventura exportadora con sello español.

La “españolidad” de Deoleo se ha vendido como una de las garantías de la entrada de CVC. No obstante, en las páginas sepias de El País este fin de semana se anunciaba la intención de los nuevos inversores de “centrifugar” la deuda de la empresa. Esto, según Luque, es lo que prueba la existencia de “una operación financiera pura y dura”. La deuda se traspasa a Estados Unidos y se soslaya la penalización del gobierno español a las empresas endeudadas. O lo que es lo mismo, Deoleo pagará menos impuestos en España. Una “estrategia económica”, a fin de cuentas, que tranquiliza a las entidades financieras que aún forman parte de Deoleo pero que siembra dudas sobre si serán esos criterios lo que determinen el futuro del aceite español, frente a los intereses del sector productivo que esgrime Dcoop.

En el otro extremo están los trabajadores de Deoleo. Pocas horas después de anunciarse la operación, el consejero delegado del grupo reunía a los representantes sindicales para garantizarles “estabilidad financiera y social”, según el presidente del comité de empresa, José Manuel Gordaliza (CCOO). Esas garantías incluyen “continuar el proyecto industrial” y con proyección “de futuro”.

Deoleo tiene más de 700 empleados en todo el mundo. Más de la mitad, en torno a 360, en España. En la última década, las sucesivas fusiones y escisiones (desde la separación de la división arrocera de SOS a la adquisición de las firmas italianas Bertolli, Sasso y Carapelli o la incorporación de Hojiblanca) han ido motivando reajustes de plantilla, dos EREs incluidos, que arrojan esa cifra final de 713 empleados, frente a los 2.149 que tenía en 2010.

CVC Capital Partners entra en una compañía con una deuda de 472 millones de euros -3 veces inferíor a la que tenía en 2009. 1.515 millones-, que en 2013 facturó 813 millones de euros. Un ejercicio que terminó bien pese a las dificultades que, en la primera mitad del año, se derivaron de una ínfima cosecha. Comercializa en torno a 300.000 litros de aceite. En una año como este, el 10% de la producción mundial. Casi una cuarta parte del aceite español, en un año de cosecha media.

Aunque sus plantas de envasado se sitúan en España e Italia y sus marcas de referencia también pertenecen a estos dos países, la compañía admite que comercializa aceite diversas procedencias. Entre otras cosas, porque el aceite de oliva es su actividad principal pero no la única, también comercia con otras grasas.