La delegación de Igualdad, Salud y Políticas Sociales de la Junta de Andalucía en Huelva ha decretado el cierre al baño de la playa de la Punta del Sebo de la capital ante la contaminación registrada por varios factores, entre los que se encuentran las industrias químicas onubenses. Un cierre que provoca que no se pueda usar para el baño una playa que, si bien no es de las más transitadas, sí tiene importancia para los onubenses al estar ubicada casi en su propio casco urbano.
Así lo ha confirmado la Delegación de Salud en Huelva, que ha indicado que ya se ha gestionado con el Ayuntamiento de Huelva que señalice la playa con carteles que indiquen claramente que el agua no es apta para el baño, que tendrán que estar ubicados antes del 1 de junio, cuando se inicia la temporada veraniega de baño.
El cierre se ha decretado por un informe que ha estudiado la calidad del agua desde hace dos años, de modo que la playa no será incluida en el Censo de Aguas de Baño de Andalucía. Este censo es remitido cada año al Ministerio de Sanidad y Participación y posteriormente a la Comisión Europea de Medio Ambiente, y en él se indica que la playa no puede ser usada “por las características físicas, geográficas e hidráulicas” donde “se manifiesta que la naturaleza del agua está muy modificada por la presencia de puerto e industrias”.
Como precisa la decisión de la Junta, el departamente encargado del cierre ha recibido información del Servicio de Calidad y Dominio Público Hidráulico, que achaca la contaminación a un “foco difuso procedente de la minería de sulfuro aguas arriba de los ríos Tinto y Odiel”.
Ambos ríos desembocan en la zona próxima a la playa, aunque no es el único motivo del cierre, ya que se refiere también a vertidos de las Estaciones Depuradoras de Aguas Residuales (EDAR) de Huelva y Palos de la Frontera, a vertidos de polígonos industriales, filtraciones de las balsas de fosfoyesos y vertidos mineros.
Tres años después de la denuncia
Como ha recordado la asociación Mesa de la Ría, que reclama la recuperación para la ciudad de Huelva de los terrenos que ocupan las industrias químicas, la denuncia por este caso fue presentada en 2001 por el ya fallecido portavoz de la asociación, José Pablo Vázquez Hierro. Entonces, presentó una moción en el Ayuntamiento en la que se exigía la señalización de la prohibición del baño en la Punta del Sebo, ya que la Consejería de Medio Ambiente no la incluía dentro de su catálogo de playas aptas para el baño. Esta moción fue aprobada por unanimidad.
Dos años después, en 2013 “tuvimos que presentar una nueva moción para insistir en la presentada dos años antes, ya que después de pasado ese tiempo ni la Junta ni el Ayuntamiento habían hecho nada al respecto”, pero “el tiempo nos ha dado la razón, y al final lo inevitable ha ocurrido”, señala la Mesa.
“La playa de la Punta del Sebo no es apta para el baño, por sufrir los efectos de la contaminación durante décadas, así como los efectos de las cercanas balsas de fosfoyesos y sus continuas filtraciones a la ría. Lo increíble de todo esto es que han sido necesarios tres años para certificar lo que ya sabíamos. Desde la Mesa de la Ría nos alegramos de dicha resolución, y esperemos que en breve espacio de tiempo veamos allí los carteles que prohiban el baño”, explica la misma entidad.
Ahora, una vez que se ha hecho pública la resolución, sí se han encargado los carteles necesarios para evitar males mayores en la playa.
Sanción a Fertiberia
La decisión de la Junta se conoció este sábado, y solo 24 horas después se ha sabido que la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio de la Junta de Andalucía ha sancionado a la empresa del Polo Químico de Huelva Fertiberia con 240.400 euros, por no presentar un proyecto para eliminar las balsas de fosfoyesos, más de 1.200 hectáreas de residuos tóxicos.
Fertiberia es señalada, precisamente, como una de las responsables de la contaminación de la playa, y ahora, como adelantó El País, tendrá que responder a una infracción grave, ya que no ha presentado en tiempo y forma el proyecto para restaurar los terrenos donde están depositados estos residuos resultantes de la fabricación de ácido fosfórico.
Se trata de la octava sanción que acumula la empresa, que se ha impuesto tras alegaciones de la firma después de que fuese presentado un expediente sancionador en octubre pasado, ya que la empresa no entregó a tiempo el proyecto para la restauración. El plazo para presentarlo había expirado el mes de febrero anterior.