“Tenemos una indignación que roza la rabia”. Con esa frase comenzaba este miércoles su rueda de prensa el portavoz de los trabajadores de la Escuela de Hostelería de Islantilla, Blas Moreno, en nombre de 18 trabajadores que cobraron su última nómina el pasado mes de febrero.
Hace una semana levantaron un encierro de 74 días ante la promesa de la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía, de la que depende la escuela, de que se les había transferido el dinero, unos 300.000 euros en total. Ese dinero tendría que saldar la deuda tanto con los trabajadores como con los proveedores, pero a día de hoy los euros no están en sus cuentas, como han denunciado los trabajadores a las puertas de la delegación de Educación en Huelva. Su petición no es baladí. Esta escuela está a punto de cumplir 20 años, y puede presumir de insertar laboralmente cada curso al 94 por ciento de sus alumnos.
Antes de ese encierro habían denunciado su situación varias veces. El año pasado cobraron los meses de octubre, noviembre y diciembre en enero, e incluso fueron andando a Sevilla en noviembre para plantarse a las puertas de la Junta a denunciar su situación. Pero hasta ahora, nada. Por eso, los trabajadores han pedido la dimisión del delegado de Educación en Huelva, Vicente Zarza, y del de Gobernación, José Fiscal. A ambos los acusan de no hacer su trabajo, “que es defender a los onubenses ante la Junta en Sevilla”.
Los dos aludidos por los trabajadores se han pronunciado al respecto. José Fiscal asegura que “espero que sea cuanto antes, poco más puedo decir. El trámite administrativo está requeteresuelto (sic) y poco más puedo decir. Lo que esperamos efectivamente es que llegue el dinero a la cuenta corriente de la escuela, y eso permita que perciban las nóminas, y estamos trabajando para que eso sea ya”.
Mismo argumento que el Vicente Zarza, que sostiene que “no hay problemas” para abonar las 11 nóminas y “la orden de pago está dada”. “Lo único que resta es que nos aparezca a nosotros el dinero de Tesorería en la cuenta, sabemos y nos consta que la orden de pago es efectiva, por tanto sólo resta este paso”, ha sostenido.
Estas explicaciones no convencen a los afectados, que critican “la poca seriedad de la Junta y la falta de responsabilidad y compromiso de la consejería de Educación, porque parece mentira que, en una transparencia bancaria que es apretar una tecla, no aparezca el dinero”
Los trabajadores, además, elevan la queja a la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, que el pasado 8 de noviembre calificó el asunto en la Cadena SER de “problemas de gestión”, y aseguró que “habrá que reorganizar” y asumir responsabilidades “porque las cosas no pueden pasar y que no ocurra nada”. Los trabajadores piden a la presidenta que actúe: “Somos personas, y tras nosotros hay familias, y no pretenderán que nos vayamos de vacaciones sin haber cobrado, como pasó el año pasado”, explica Blas Moreno.
Más gráfico ha sido el primer maître de la escuela, Antonio Morata: “Nos queda quemarnos a lo bonzo o quemar la escuela, no nos queda otra”, para pedir, además, el mismo trato que tuvo la escuela de La Cónsula, en Málaga, “que empezó con un mes de atraso, pero con el mismo ciclo formativo de hace 20 años, pero a nosotros no nos aclaran que se va a dar allí”. Blas Moreno, además, teme que se quiera poner en marcha “una academia de dos o tres meses, y con eso los alumnos no se pueden formar para encontrar un buen trabajo. Va a ser imposible”.
En la delegación central de Educación, en Sevilla, nadie parece dar una explicación con datos. Fuentes de la Junta de Andalucía han dicho a eldiario.es/andalucia que la orden, efectivamente, se dio el pasado jueves, y no encuentran explicación a que el dinero no haya llegado todavía.
Si ha habido una variación entre la orden política y la actuación administrativa es algo que se intenta aclarar, pero de momento el dinero sigue sin estar en la cuenta de los trabajadores, y se sigue sin saber cuando comenzarán las clases, que en principio están comprometidas para empezar el 9 de enero.