El entorno de Doñana tendrá un gasoducto. Es una de las últimas decisiones del Gobierno central en funciones, recién aprobada y publicada en el Boletín Oficial del Estado, después de que el Ministerio de Industria haya dado autorización administrativa y reconocido la utilidad pública del proyecto gasista denominado “Marismas Occidental”.
Se trata de un proyecto ubicado en el término municipal de la localidad onubense de Almonte, con el dato añadido de que se encuentra en el entorno de Doñana, y forma parte de las infraestructuras que Gas Natural plantea en la zona.
El BOE, concretamente, cita que Gas Natural Almacenamientos de Andalucía es el titular de esta autorización que inició a través de Petroleum Oil & Gas España, también filial del grupo Gas Natural Fenosa, y da el visto bueno a una autorización que se limita a esa parte del proyecto “Marismas Occidental” que busca adecuar las instalaciones del almacenamiento de gas existentes en el emplazamiento desde hace cuatro años.
En datos, prevé la realización de dos sondeos exploratorios y la construcción de 5,2 kilómetros de gasoductos que discurrirán por trazado existente.
No obstante, a pesar de que es el Gobierno central el que ha dado el último paso, se trata de un proyecto que ya contaba con la autorización de las Administraciones implicadas. De hecho, obtuvo la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) en septiembre de 2010 y la Autorización Ambiental Unificada (AAU) de la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía en noviembre de 2010.
Incluso, la delegada territorial de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio de la Junta en Huelva, Rocío Jiménez, sostiene la tesis del Gobierno central, y defiende que el proyecto “no va por el Parque Nacional ni natural”. Al respecto, el jefe de Protección Ambiental de la Junta de Andalucía, José Antonio Candela, ha remarcado que 'Marismas Occidental' es “pequeño y es un ramal de tubos”, a lo que ha añadido que los otros tres suponen “una red mayor y las condiciones medioambientales son otras”.
Cuatro proyectos para el parque
En realidad, se trata de unos de los cuatro proyectos similares para el parque y su entorno, Para los otros tres, que también cuentan desde hace años con la Declaración de Impacto Ambiental favorable, la Junta de Andalucía informó desfavorablemente al entender que este tipo de actividad es incompatible con el objetivo fundamental del espacio natural.
Los cuatro proyectos gasísticos en el entorno e interior de Doñana plantean 14 pozos de extracción de gas, 20 kilómetros de gasoductos y el almacenamiento subterráneo de hidrocarburos. Todos ellos cuentan con el razonamiento negativo de grupos ecologistas, al entender que no hay forma de garantizar que el Parque se vea libre de los peligros de esta actividad, por muchas precauciones que se tomen.
De momento, la resolución publicada esta semana establece que en caso de “amenaza de daño a las personas, los bienes o al medio ambiente” se detendrán las operaciones y se adoptarán todas las medidas adecuadas, y fija que se constituya una garantía financiera especifica para eventuales responsabilidades medioambientales durante la fase de construcción de 1,3 millón de euros.
Por ahora, contra la resolución cabe recurso de alzada en un mes, el tiempo en el que se podrán presentar todas las alegaciones que se consideren convenientes contra este proyecto.
“Los cuatro proyectos son uno solo”
El rechazo de los grupos ecologistas a este asunto se personifica en el portavoz de WWF en el Espacio Natural de Doñana, Juanjo Carmona, que recuerda que “el problema es que lo que está fuera del parque no se puede controlar”, aunque “este anuncio no nos parece bien, es una muy mala noticia, porque estos proyectos -los cuatro de Doñana y su entorno- son todos uno, están interconectados, y así se debería de haber abordado”.
Carmona duda de que se haya cumplido la normativa europea en este asunto, y entiende que “los estudios de impactos ambiental son insuficientes, no hay garantía de que no haya problemas para el acuífero” o se ha aprobado sin estudios sobre los movimientos sísmicos, entre otras carencias.
“Es una muy mala noticia para Doñana, porque aunque no esté el proyecto al cien por cien en el espacio natural, realmente hay que verlo todo en su conjunto, y no cada parcelita pequeña del proyecto”, como si fuese algo independiente.