Espadas calca la estrategia de Illa y diseña un gobierno en la sombra en Andalucía como alternativa a las políticas de Moreno
El secretario general del PSOE andaluz, Juan Espadas, ha diseñado un “gobierno en la sombra” para visibilizar su alternativa al Ejecutivo de Juan Manuel Moreno, cuando cumple cinco años en el poder y año y medio de la actual legislatura. El jefe de la oposición en Andalucía ha importado la estrategia de trabajo del líder del PSC, Salvador Illa, incluso calcando el nombre que éste usó para presentar su respuesta política frente al Govern catalán: “un gobierno alternativo”.
El de Illa está compuesto por 15 'consellers', dos comisionados, una secretaria general y 15 secretarios técnicos. El de Espadas será más comprimido, tendrá diez “consejeros en la sombra” y tres comisionados para tres grandes áreas colegiadas: Presidencia; Juventud y Gobernanza y Desarrollo Estatutario. Los nombres aún se han revelado, pero la mayoría saldrá del propio grupo parlamentario socialista, serán los diputados portavoces de área que ya ejercen de alter ego de los consejeros de Moreno en las sesiones de control al Gobierno andaluz.
Espadas también quiere que este gabinete en la sombra sirva de referente a la ciudadanía, que sus 'consejeros' sean reconocidos por los agentes sociales y la sociedad civil como interlocutores válidos, y que dediquen los próximos meses a reclutar propuestas de gobierno y personas de referencia para diseñar el programa electoral con el que concurran a las próximas autonómicas, previstas para junio de 2026.
El líder socialista andaluz pretende que esta fórmula sea más que una simple estrategia discursiva, es decir, que coja cuerpo, que sus miembros se reúnan regularmente, que haya un portavoz reconocible y que presente en el Parlamento sus propuestas programáticas, aunque sean previsiblemente tumbadas por la mayoría absoluta del PP.
Las diez áreas
Las diez áreas del “gobierno alternativo” de Espadas no se corresponden exactamente con las del Ejecutivo de Moreno, sino que anticipan un esquema orgánico con otras prioridades políticas: Presidencia, Portavocía, Transparencia y Gobierno Abierto; Justicia, Administración local y Función pública; Economía, Hacienda y Transformación Digital (incluye la coordinación de asuntos como Empleo, Industria, Turismo, Comercio, Autónomos y Fondos Europeos); Agricultura, Pesca y Reto Demográfico.; Medio Ambiente, Transición Ecológica, Agua, Energía y Movilidad Sostenible; Infraestructuras, Territorio y Vivienda; Salud; Educación, Formación Profesional, Universidad e Investigación y Deporte; Igualdad, Bienestar Social e Infancia; y Cultura y Calidad Democrática.
La designación de este gabinete en la sombra irá acompasada a algunos cambios en la dirección organizativa del PSOE-A, donde no se tocarán los principales referentes del partido, pero sí habrá reasignación de tareas que desempeñarán personas concretas en exclusiva. Los cambios, que Espadas no ha querido anticipar, se formalizarán en una reunión del comité director -máximo órgano de decisión entre congresos- que se celebrará en Sevilla el próximo 26 de enero. Los días 19 y 20 el PSOE federal celebrará una conferencia política en Galicia, en la que ya se conocerán los cambios orgánicos en la dirección andaluza.
La idea del gobierno en la sombra forma parte de la tradición política anglosajona. El llamado shadow cabinet es el reflejo en la oposición del Ejecutivo de turno, y funciona de forma paralela: con reuniones programáticas de sus miembros, presentación de propuestas, diseño de estrategias y comunicación directa con la opinión pública.
Espadas ya formuló esta idea cuando salió elegido secretario general del congreso del PSOE-A, en 2021, con una ejecutiva mastodóntica de 60 miembros que se organizó en subáreas para dar la réplica al Ejecutivo andaluz departamento a departamento. Ahora, sin embargo, el líder socialista cree que su estrategia cobra más sentido, porque hace un año y medio de las elecciones que dieron la mayoría absoluta a Moreno, “los ciudadanos han testado dónde están los problemas de gestión, sobre todo en materia sanitaria”, y “tenemos más credibilidad para hablar de alternativa”.
Credibilidad
Para los socialistas andaluces es importante el concepto “credibilidad”. Gobernaron durante 37 años ininterrumpidos en Andalucía y cualquier propuesta alternativa al Ejecutivo de Moreno choca necesariamente con su propia herencia política, como se encarga de recordarle machaconamente el PP para rebatir sus críticas en el Parlamento. Por tanto, uno de los cometidos de ese gabinete socialista en la sombra pasa por recuperar credibilidad ante la sociedad civil que, antaño, se identificaba con las políticas del PSOE.
Espadas quiere que su “gobierno alternativo” redefina las prioridades políticas, elabore una hoja de ruta y, sobre todo, despliegue una agenda de encuentros sectoriales por las ocho provincias de Andalucía para volver a enchufar al PSOE-A con el tejido asociativo de la comunidad. El principal hándicap que tiene el jefe de la oposición es, precisamente, su escaso grado de conocimiento entre la ciudadanía en gran parte del territorio andaluz.
Sus viajes por Andalucía de la mano de los ocho secretarios provinciales y líderes locales y comarcales no han funcionado como esperaba, admiten en el partido. Ese trabajo lo deberá compartir ahora su gabinete en la sombra, con visitas periódicas a enclaves específicos -pueblos, empresas, asociaciones vecinales, etc- para testar de primera mano las inquietudes y necesidades de la ciudadanía.
Espadas importa la fórmula de Salvador Illa que, a su vez, copió el modelo de oposición de Pasqual Maragall para visibilizar su oposición al Govern de Jordi Pujol en 1999. En aquellos comicios, el PSC ganó en votos, pero CiU se impuso en escaños. Ahora el PSC de Illa es la primera fuerza política de Catalunya, pero ejerce como líder de la oposición a un Gobierno de ERC sustentado por las fuerzas independentistas.
El contexto para Espadas es más hostil en Andalucía, donde Moreno gobierna con una mayoría absoluta arrolladora -58 diputados-, controla el Parlamento, la mayoría de diputaciones y alcaldías de la región. Los socialistas andaluces carecen del músculo institucional que, otrora, sirvió para expandir sus vínculos con la sociedad civil, su implantación territorial y su peso político en el conjunto del país. Ahora el grupo parlamentario está compuesto por 30 diputados -Espadas renovó al 72% de la bancada socialista-, de los que diez forman parte del consejo de dirección.
El gabinete en la sombra tiene el cometido de diferenciar la responsabilidad de gobierno de la responsabilidad de partido, y redefinir el proyecto político a escala municipal en coordinación con las ocho direcciones provinciales, explican fuentes de la dirección del PSOE-A.
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