“Estamos en disposición de hacer el mejor presupuesto de la historia de Andalucía justo en el momento en que más lo necesita”. Para conseguir este objetivo, el secretario general de los socialistas andaluces, Juan Espadas, le transmitía este jueves al presidente andaluz, Juan Manuel Moreno (PP), la “firme disposición” de su partido para sacar adelante las cuentas de 2022. Esto, de paso, permitiría eliminar a Vox de la ecuación, ya que el apoyo socialista le daría a Moreno la mayoría necesaria para que “desoiga los chantajes” de la formación de ultraderecha.
Los cimientos para consensuar un buen presupuesto para 2022 los ha puesto, a juicio de Espadas, el anuncio hecho por el Gobierno de que en sus cuentas incluirá para Andalucía una partida de 1.800 millones de euros adicionales. Esto permitirá “el mayor techo de capacidad de financiación que ha tenido jamás nuestra comunidad”, un entusiasmo que no es muy compartido en las filas del PP, como evidenciaba el consejero de Hacienda, Juan Bravo (PP), denunciando “la reducción del 75% de la capacidad de inversión” que el Ejecutivo central “impone” a Andalucía.
El ofrecimiento de Espadas viene a dar continuidad al giro en la estrategia de oposición del PSOE andaluz desde que ha asumido su liderazgo, lo que en la última sesión del curso parlamentario se tradujo en su abstención con la Ley del Suelo (también conocida por su acrónimo de Lista) y el respaldo a otras dos leyes, la de Reconocimiento de la Autoridad del Profesorado y la de Infancia y Adolescencia. Esto facilitó que los tres proyectos legislativos salieran adelante.
Ahora, la propuesta es trabajar conjuntamente para sacar adelante el presupuesto en un año clave para la recuperación económica como es 2022. Para ello, Espadas confía en “sentarse con el Gobierno de la Junta y buscar fórmulas que permitan llegar a un acuerdo”, con lo que de paso se orillaría a Vox, que “le echa últimamente pulsos al Gobierno andaluz”.
El secretario general socialista insistió en que “Andalucía necesita” que se aprueben estas cuentas, y que “el PSOE está dispuesto a demostrar hasta qué punto tiene altura de miras” para que ello sea posible. De esta manera, le pone una doble lazada a lo que no deja de ser un regalo envenenado para el PP: por un lado, Espadas intenta apuntalar su perfil negociador y conciliador, mientras que por otro abona el campo del malestar de Vox con los populares.
Aunque el ataque más directo le llegaba este jueves a Vox desde las filas de Cs, ya que el vicepresidente de la Junta, Juan Marín, aseguraba en una entrevista en Canal Sur Televisión que “mientras Cs esté aquí, no va a entrar Vox en el Gobierno andaluz”, algo que “saben” en el partido de Santiago Abascal y también “los andaluces”. A su juicio, el nuevo amago del partido de ultraderecha de romper con el PP a escala nacional es una muestra de su “preocupación” porque “en los últimos sondeos parece que empieza a desinflarse un poco en Andalucía”.
Eso sí, a Juan Espadas también le dejaba un recado, ya que al valorar la disposición del líder del PSOE-A a colaborar con la Junta incidía en que “o nos da la mano o no nos la da”. “Si nos la da solamente de cara a la galería, al final los ciudadanos no le creerán”, apostillaba.
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