El ministro de Defensa, Pedro Morenés, es la persona responsable a la que el ex teniente Luis Gonzalo Segura ha dirigido el recurso planteado para protestar ante los tribunales militares por su expulsión del ejército y su retirada de galones. Su abogado presentó este miércoles el recurso directamente ante el ministro. Es verdad que no tiene mucha fe en que el mismo órgano que le dejó sin galones ahora se los devuelva, pero si quiere ir a instancias superiores, llámese el Tribunal de La Haya, antes tiene que agotar todos los recursos en suelo español.
De momento, se ha presentado un recurso de reposición “ante la falta muy grave prevenida en el artículo 8.2 de la Ley Orgánica 8/2.014, de 4 de diciembre, del Régimen Disciplinario de las Fuerzas Armadas (LORDFAS), consistente en ”realizar reiteradamente actos contrarios a la disciplina y subordinación debida a los superiores“. Esto es, que protesta formalmente contra una expulsión que, como ya ha expresado el propio Segura en más de una ocasión, le deja sin uniforme ”por hablar, no porque sea mentira lo dicho“.
En las más de 9.000 palabras que recoge el recurso, se va a la base de la cuestión, planteando incluso que el Tribunal que lo expulsó, y que ahora debe readmitirlo, no tiene la debida imparcialidad para ello, por “el hecho de encontrarse encartado en diversos expedientes disciplinarios, en diversa fase de tramitación, de los que tiene pleno conocimiento”. También, “haber sido informado de la incoación, en el caso de los disciplinarios, motiva que el dicente siga sosteniendo que ha perdido la debida imparcialidad para resolver la presente actuación disciplinaria, al tener formada opinión sobre él”.
Situación de indefensión
Para el abogado de Luis Gonzalo Segura, en todos los procesos que ha sufrido y en este en concreto, se ha caído en una situación de indefensión, citando casos como que el Consejo Superior del Ejército emita “su preceptivo pero no vinculante dictamen en el mes de febrero de 2015, sin conocer todo el contenido del expediente gubernativo tramitado, en particular los escritos de esta parte en defensa de sus intereses jurídicos, no hace más que reforzar el interés existente en sancionar como fuera a mí persona”.
Con respecto a las alegaciones propiamente dichas, el recurso se refiere a las intervenciones públicas de Gonzalo Segura en distintos medios de comunicación para exponer su caso y hablar de su libro, ‘Un paso al frente’, en el que denunciaba presuntas corruptelas en el Ejército. Para el exteniente, como se expone en el recurso, “no se reconoce en absoluto que con el contenido de las entrevistas realizadas haya colmado el tipo disciplinario que se le imputa y ello a pesar del indudable esfuerzo realizado por el señor Instructor, tratando de incardinar los hechos en el tipo disciplinario en cuestión”.
Sobre los procedimientos abiertos anteriormente, recuerda que Gonzalo Segura se ha encargado de denunciar casos concretos, y cita algunos de los últimos que se han conocido, como el de “dos Tenientes Coroneles del Cuerpo de Intervención que han sido detenidos por una presunta trama corrupta,encontrándose actualmente en prisión provisional; así como lo expuesto por diversas mujeres, militares de diversa graduación, cuerpo y escala de origen, víctimas de supuestos abusos de autoridad con origen en situaciones de acoso sexual y/o laboral según lo denunciado por las mismas, llegando a trascender por la propia declaración de alguna de las afectadas, los intentos llevados a cabo para evitar que trascendiera a la sociedad lo sucedido”.
“No se pueden enmascarar, bajo el mantenimiento de la disciplina a ultranza, las anteriores realidades, entre otras, a las que claramente me refería en mis cuestionadas intervenciones ante los medios”, señala el recurso.
Son 20 folios que el ministro ya tiene en su mesa. Queda por saber si los leerá con atención y si echa atrás una decisión tomada militar. En el caso de no prosperar, Gonzalo Segura está dispuesto a acudir a todas las instancias judiciales que precise, hasta que pueda recuperar su graduación por completo.