El nuevo modelo de distribución del pabellón andaluz ha sido blanco de críticas en la Feria Internacional del Turismo (Fitur) 2024. La “falta de luz”, la “dificultad” para localizar los estands o las deficiencias en la organización son algunos de los comentarios que le han dedicado empresarios y dirigentes políticos, especialmente de las provincias de Sevilla y Jaén, desde que aterrizaron en el recinto de Ifema.
El cambio –impulsado por la Junta de Andalucía en aras de ofrecer “más superficie neta y mayor protagonismo para los destinos y los profesionales”– se ha traducido en un espacio central y hegemónico con mesas de trabajo, dividido por provincias, y dedicado a entablar relaciones institucionales y de negocio. Para las presentaciones, se ha instalado en el lateral derecho del pabellón un módulo con dos plantas y diferentes salas cerradas “de 15 metros cuadrados”. Mientras que los tradicionales estands con folletos promocionales de los destinos turísticos de cada provincia se han dispuesto frontalmente, en línea recta.
En la inauguración, el presidente andaluz, Juan Manuel Moreno, defendió que el pabellón de Andalucía “ha cambiado para adaptarse a la nueva realidad” del sector turístico. Pero esta redistribución del espacio ha desconcertado a empresarios y representantes municipales veteranos en Fitur, según han manifestado ellos mismos a este periódico durante su paso por el pabellón andaluz. También el secretario general del PSOE-A, Juan Espadas, ha criticado la distribución de espacio para las diputaciones provinciales, así como “la estética oscura” del nuevo concepto que ha introducido el Gobierno de Moreno, en sintonía con la campaña Andalusian crush.
Especialmente crítico ha sido el presidente de la Diputación de Jaén, Francisco Reyes, quien encabezó junto a su homólogo en la de Sevilla, Javier Fernández, la carga contra la reestructuración del estand andaluz. Con la feria en marcha, Reyes confiesa que el nuevo modelo “es mucho peor de lo que yo creía”. Y avanza a elDiario.es Andalucía que desde su institución ya están haciendo gestiones de cara a la futura edición “para ver si está a nuestro alcance poder tener un estand propio”, fuera del pabellón 5 que ostenta la Junta íntegramente, y del que la capital andaluza ya se ha desgajado en esta edición.
“Al final de un pasillo” y con salas “cerradas a cal y canto”
Así pues, la polémica que ha marcado la edición 2024 antes incluso de abrir sus puertas se ha colado también en Ifema, al acentuarse las críticas por parte de alcaldes y alcaldesas de municipios sevillanos, con independencia de su color político. Buena parte de ellos coinciden en que el cambio ha generado “confusión” entre los participantes y temen que los profesionales del sector vayan a “notar la diferencia”.
Precisamente, la alcaldesa de Écija (PP), Silvia Heredia, explica que algunas empresas le han transmitido que “es más difícil ubicar o localizar a los municipios”. Después de presentar un vídeo promocional de su localidad, aboga por “compatibilizar” los dos modelos, “tanto el de coworking de este año, como el espacio in situ del propio municipio para defender la marca con más fuerza y que se pueda poner en valor la riqueza que hay detrás de un municipio, no solamente con 40 segundos de proyección, sino que podamos tener una difusión continua durante toda la feria”.
De su lado, la regidora de Marchena, María del Mar Romero (PSOE), reconoce que al llegar al pabellón junto a su equipo “no sabíamos a dónde dirigirnos”. Más allá de apelar a una engorrosa orientación y a una “sensación de oscuridad” por la línea estética escogida este año, la alcaldesa marchenera lamenta que la redistribución del pabellón haya relegado a la provincia de Sevilla “al final de un pasillo”. En efecto, el estand que acoge los folletos de los municipios sevillanos está situado en el extremo final del pabellón de Andalucía, en el pasillo de acceso al pabellón número 7.
“Sevilla se merecía otra posición”, defiende a este respecto María del Mar Romero, quien dice también echar en falta “aquellas impresionantes fotos de los pueblos y de sus monumentos” que en cada edición presidían el estand de la provincia, colocada en el centro junto a las demás y “con la misma visibilidad”. En esa misma línea, la delegada de Turismo en el Ayuntamiento de Marchena, Teresa Jiménez, apunta que “hay mucha dispersión y poco espacio para los folletos informativos”. En cuanto al formato de presentación, Jiménez critica que se trate de “una sala cerrada a cal y canto con espacio limitado”, frente al modelo anterior“, abierto al público, ”para que cualquiera que pasase y le llamase la atención pudiera unirse a la exposición“.
Sensación de decepción
Si Rosario Andújar, regidora de Osuna (PSOE), vivió con “incertidumbre” los días previos a Fitur por el cambio anunciado, una vez en Ifema califica de “decepcionante” la nueva disposición. “Hoy hemos sufrido todos los que nos hemos acercado a este pabellón de Andalucía”, afirma en alusión a la “dificultad” para orientarse y acceder a los diferentes espacios. “El lugar de presentación es un habitáculo, tipo cabina”, con aforo limitado de 30 personas, según indica un cartel en la entrada, aunque algunos organizadores han explicado que “sólo caben 15”.
“Siempre ha sido un escaparate donde todos hemos podido presenciar las distintas presentaciones de los demás, donde captamos ideas, donde nos gusta también aplaudir e impulsar cuestiones que son de éxito, pero esta ocasión no ha podido ser porque no cabemos”, lamenta la alcaldesa de Osuna, antes de añadir que este nuevo modelo “no ha sido para nada un éxito, sino todo lo contrario”.
A todo ello, la delegada de Cultura y Turismo de Écija, Laura Hurtado, añade que “la tecnología que se ha implantado está dando más error que satisfacción”. Al hilo, afirma que “en muchísimos de los puntos que nos hemos encontrado todo se estaba retrasando por pasar por unos códigos digitales”. “Entiendo que estamos en la era de Big Data, pero que creo que lo más importante hoy somos las personas y a esto a lo mejor habría que darle una vuelta”, agrega Hurtado con ánimo constructivo.
En esta idea coincide también el presidente de la Diputación jienense, quien considera el cambio como un “despilfarro de dinero”, en la medida en que no se ha aprovechado bien el espacio, según su opinión. Por todo ello, Francisco Reyes resume la edición 2024 como “un desastre”. Se refiere así a la falta de luz, de accesibilidad y de espacio para las presentaciones, que hace que “no apetezca” asomarse por el pabellón 5. “Para asistir a la sala de Jaén hay que subir una escalera con 18 peldaños, lo cual es imposible para personas con movilidad reducida”, lamenta en conversación con este medio.
A este respecto, Reyes puntualiza que en cinco años de gobierno de Moreno Bonilla, la institución que representa “nunca se ha quejado de nada” porque, hasta ahora, “siempre ha habido diálogo”. En cambio, considera que la reestructuración ha sido “una imposición” de la Consejería de Turismo, que va a “afectar a los empresarios” y que no representa a una comunidad que “es luz, es sol” y no oscuridad, como apostilla este presidente provincial. De ahí que Francisco Reyes esté considerando desvincularse del pabellón de la Junta de Andalucía en la próxima edición, puesto que “no podemos venir para nada”.
Por eso, la concejala marchenera reivindica a las administraciones un mayor “esfuerzo” y “trato de cariño” para los pueblos, “que estamos intentando hacer todo lo posible con los pocos recursos que tenemos para visibilizarnos y atraer turismo”.
“Repensar” el modelo
Aunque el presidente de la Diputación de Sevilla ha preferido reservar su valoración para la vuelta del fin de semana –una vez concluya la feria–, en su discurso inaugural Javier Fernández ha apuntado que al pisar el pabellón andaluz ha podido “ratificar que tenía una opinión acertada” cuando alertaba al consejero de Turismo de que el cambio sería “un error”.
Con todo, alcaldes como el de Carmona, Juan Ávila (PP), han optado por suavizar las críticas y enfocarse en lo positivo, destacando que se ha sentido “muy bien atendido” en el pabellón andaluz. Ávila dio un voto de confianza a la apuesta de Turismo por renovar el formato en Fitur y, tras participar en la presentación de la oferta turística de su localidad, expresa que “este tipo de salas tienen ventajas y desventajas”. Como punto a favor, alude a que al ser un espacio recogido, los municipios se sienten “más acompañados”. Y aplaude que los pueblos puedan disponer de la zona central y los espacios comunes que se han incorporado al recinto.
“Supongo que nos faltará ese periodo de adaptación para poderle sacar el partido que antes se le sacaba”, puntualiza la alcaldesa de Marchena, que también ha querido “poner en valor nuestra comunidad autónoma”. En cualquier caso, regidores de la opinión de Rosario Andújar argumentan que “cambiar por cambiar no siempre es bueno”. Y abogan por “repensar” el modelo de Fitur para las próximas ediciones, sin olvidar “lo que siempre ha funcionado” porque, recuerdan, “el turismo hay que cuidarlo”.