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Opinión - Cada día un Vietnam. Por Esther Palomera

Fernando Francés, exdirector de los museos andaluces, absuelto por falta de pruebas de la denuncia de maltrato a una artista

Fernando Francés ha sido absuelto del delito leve de malos tratos por el que le denunció la artista Marina Vargas. El juzgado número cuatro de Santander ha seguido el criterio de la Fiscalía, que propuso desestimar la denuncia por falta de pruebas. Sin embargo, Vargas, que denunció al exdirector general de Museos de Andalucía por un supuesto bofetón, dice que se considera “simbólicamente ganadora” porque la resolución achaca la desestimación no a que su relato no sea creíble, sino a la insuficiencia de prueba.

Marina Vargas denunció a Fernando Francés (entonces director del CAC de Málaga) por, según su relato, propinarle un bofetón en la Feria de Arte de Santander, mientras le recriminaba que la había “cagado”. El juzgado desestima la denuncia porque, aunque ambos discutieron, no se ha probado la agresión ni que la discusión fuera en esos términos. Dos testigos negaron que existiera contacto físico entre ambos. También rechazaron que ella estuviese compungida después de los hechos.

Las cámaras de seguridad, que podrían haber registrado el incidente, borran su contenido a los diez días. Vargas interpuso la denuncia dos días después, en la comisaría de Arganzuela de Madrid, que la remitió a Santander. Allí se extravió durante meses, de modo que las imágenes ya no existían cuando la denuncia llegó al juez de guardia de Santander, que podría haber ordenado la incautación. Tampoco hay parte de lesiones, según Vargas porque estaba demasiado agitada para pensar en ello.

El juez no aprecia “fabulación” y da “fiabilidad” al relato de Vargas

La Fiscalía ya había solicitado la desestimación de la denuncia y la absolución de Francés, durante el juicio que se celebró el pasado 23 de octubre. Entendía que las pruebas eran insuficientes para desvirtuar la presunción de inocencia. El abogado del gestor cultural incluso pidió que se dedujera testimonio contra Vargas por posible delito de falso testimonio, pero el juez lo rechaza, porque cree que no ha habido “fabulación” de la artista, sino falta de prueba.

Según el juez, el hecho de que ella señalara desde el primer momento que había cámaras de seguridad que podían haber registrado los hechos demuestra que no estaba interponiendo una denuncia falsa. “En tal caso, lo que se procura es construir una versión falaz de los mismos, para lo cual los elementos corroboradores se los suele fabricar el propio denunciante (…) sin señalar nunca un elemento tecnológico que le puede dejar en evidencia”, razona el juez.

El juez también valora que la declaración de Vargas fue “prolija en detalles que alguien que miente no suele manifestar”. Según la sentencia, hay una “insuficiencia probatoria” que deriva “no tanto de la falta de fiabilidad de la declaración de la denunciante como de la insuficiencia objetiva del acervo probatorio” para desvirtuar el principio de presunción de inocencia. De la desestimación de la denuncia no puede afirmarse que existan indicios de que “los hechos denunciados ni tan siquiera existieron, fenomenológicamente hablando”.

La abogada de Vargas dice que están satisfechas por la sentencia, porque, aunque no haya condena por falta de pruebas, su dignidad “ha quedado salvaguardada”: “El juez dice que su relato es creíble y veraz. Está claro que el juez cree la declaración de Marina”.

“Lo que no está probado, no existe. La presunción de inocencia está por encima de las acusaciones intencionadas”, dice Francés, que asegura que Vargas, “con intención probablemente de prosperar en su carrera o con otras intenciones”, se “inventó una historia, y se la acabó creyendo”.

Según el ex alto cargo de la Junta de Andalucía, “este tipo de denuncias falsas están haciendo muchísimo daño a las mujeres que sí reciben violencia”, por lo que sus abogados estudiarán la posibilidad de iniciar un proceso por “falso testimonio”. “Es muy fácil tumbar el prestigio de alguien, para que se vaya de rositas”. 

“Sabía que iba a ser tablas”

La artista granadina interpuso la denuncia el 17 de julio de 2018, en Madrid. Desde entonces, la denuncia siguió un periplo lleno de obstáculos, hasta el punto de que estuvo casi un año sin tramitarse, varada en una comisaría de Santander. El 11 de julio de este año, eldiario.es/Andalucía adelantó que un juzgado había citado a Francés.

En conversación telefónica, Vargas explica que cree que el juicio ha quedado en “tablas”, aunque se siente vencedora en lo simbólico. “Ganar este juicio es haber ido sola, con mi abogada y mi verdad, sin miedo, y que un juez me dé su credibilidad”, comenta.

Vargas contó su versión de los hechos en las redes sociales, pero la falta de tramitación de la denuncia la puso en el disparadero. “Cuando una mujer denuncia no lo hace para lanzar algo al vacío”, señala ahora, y cita las cuatro agresiones que, según ella, ha sufrido: “Primera agresión, los hechos; segunda, que la hagas pública y se te cuestione; tercera, que esté esperando respuesta y no la haya porque la han perdido; la cuarta es tener que hacer público todo esto y llegar a juicio para recuperar mi dignidad”.

Sobre la falta de condena, dice que la esperaba. “No me decepciona porque sabía que no hay una foto, una imagen ni yo he llevado testigos falsos. Sabía que iba a ser tablas, pero lo que quería es visibilizar esto y hacerlo por mi dignidad. No he pasado dos años marcada para nada”.