Andalucía Opinión y blogs

Sobre este blog

La portada de mañana
Acceder
16 grandes ciudades no están en el sistema VioGén
El Gobierno estudia excluir a los ultraderechistas de la acusación popular
OPINIÓN | 'Este año tampoco', por Antón Losada

Natalia de Molina: “Los micromachismos están tan arraigados que muchas mujeres no son conscientes de que no son libres”

Si uno echa un vistazo a las revistas de cine, o las de tendencias, este es el año de Natalia de Molina. Ha estrenado tres películas (No dormirás –Gustavo Hernández-, Animales sin collar –Jota Linares-, Quién te cantará –Carlos Vermut-), y ha participado en la serie La Catedral del Mar. Es la actriz del momento, dicen de ella. Pero si uno amplía el horizonte y consulta la hemeroteca, comprueba que Natalia De Molina (Linares, 1990) lleva ya varios años siendo la “actriz del momento”: probablemente porque ganó su primer Goya con apenas 23 años, y que apenas un par de años después repitió, esta vez como mejor actriz principal.

Ella relativiza este 2018. Lo que ocurre, dice, es que los estrenos “se están juntando”: “Realmente lo frenético está siendo la promoción”. Animales sin collar, el debut del andaluz Jota Linares, sigue en cartelera, y el pasado viernes estrenó el esperado regreso de Carlos Vermut, Quién te cantará. No sería extraño que vuelva a ser la actriz del momento en 2019, cuando estrenará Elisa y Marcela, la nueva película de Isabel Coixet.

En Animales sin Collar interpretas a Nora, que lleva el peso de la trama. Son sus decisiones (o la falta de ellas) las que conducen la historia. ¿Has sentido el peso del personaje?Animales sin Collar

Natalia de Molina: Obviamente es un personaje protagonista, lleva mucha carga, las cosas que van pasando dependen de lo que hace. Era consciente que la historia giraba en torno a esta mujer, a su despertar y al secreto que intenta ocultar para proteger a su marido. En el guion ya se ve el peso, pero creo que es una película de personajes, y aunque haya algunos protagonistas es una historia dividida en cinco personajes que van quitándose capas y collares.

Durante la película el personaje cambia su perspectiva. ¿Cómo te preparaste esa evolución?

Siempre digo que si Nora no hubiese pasado por lo que pasa en la película probablemente seguiría pensando que es libre, como muchas mujeres que renuncian a toda una vida, o cosas muy importantes en pos de los demás, por cuidar a otro, sus maridos o sus hijos. A las mujeres se nos educa un poco para que pensemos más en los demás que en nosotras mismas.

Me interesaba ese viaje que hace ella, de ser una mujer que aparentemente vive bien, tranquila, mona, joven, con un marido al que ama con locura, que ha renunciado a muchas cosas pero porque ha querido, por amor, por lo que nos enseñan que es el amor, romántico, y poco a poco se va dando cuenta de que no es tan libre ni tan feliz, que ha renunciado a muchísimas cosas y que la persona que tiene delante no la ve. Y es cuando ella tiene ese despertar y decide tomar las riendas de su vida y ser consecuente con la bofetada que la realidad le pone delante.

Durante gran parte del metraje Nora no sabe qué hacer y está a la deriva. ¿Qué crees que paraliza a Nora y las mujeres que se comportan como ella?

Creo que es más un tema social y de sistema. No es una figura de una mujer súper sometida de manera muy obvia, sino que es una manera mucho más escondida, porque la sociedad nos lleva por ahí. Hay escenas que ni nos damos cuenta, porque vemos súper normal. Cuando están recogiendo la mesa, ellas dos solas, porque los hombres se han ido... Es ella la que tiene que hacer la comida, la que tiende la ropa y el hombre la ayuda. Son muchos micromachismos aceptados socialmente y tiene que ver con la educación, con el sistema en que nos criamos. La película habla de eso. Hay millones de acciones, micromachismos, tan arraigados en nuestra cultura y nuestra manera de ver la vida, que por eso hay tantas mujeres que no son conscientes de que no son libres. La parálisis le viene del miedo a perder lo que ha construido en su idílica vida, en su cortijo, con su marido.

Seguir leyendo en FilmAnd

Si uno echa un vistazo a las revistas de cine, o las de tendencias, este es el año de Natalia de Molina. Ha estrenado tres películas (No dormirás –Gustavo Hernández-, Animales sin collar –Jota Linares-, Quién te cantará –Carlos Vermut-), y ha participado en la serie La Catedral del Mar. Es la actriz del momento, dicen de ella. Pero si uno amplía el horizonte y consulta la hemeroteca, comprueba que Natalia De Molina (Linares, 1990) lleva ya varios años siendo la “actriz del momento”: probablemente porque ganó su primer Goya con apenas 23 años, y que apenas un par de años después repitió, esta vez como mejor actriz principal.

Ella relativiza este 2018. Lo que ocurre, dice, es que los estrenos “se están juntando”: “Realmente lo frenético está siendo la promoción”. Animales sin collar, el debut del andaluz Jota Linares, sigue en cartelera, y el pasado viernes estrenó el esperado regreso de Carlos Vermut, Quién te cantará. No sería extraño que vuelva a ser la actriz del momento en 2019, cuando estrenará Elisa y Marcela, la nueva película de Isabel Coixet.