La actividad es aparentemente normal en Main Street, la calle más comercial de Gibraltar. Trabajadores españoles ha cruzado la frontera de madrugada como de costumbre y los adornos navideños otorgan una faz festiva, pero hay inquietud y preocupación ante la celebración del Consejo Europeo extraordinario del próximo domingo.
El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, ha asegurado que está decidido a vetar el acuerdo para el Brexit porque no se han introducido los cambios que el Ejecutivo reclama para asegurarse que tendrá poder de decisión en la relación entre la Unión Europea y Gibraltar. Esto pone nerviosos a los que se juegan el futuro laboral y que están al margen de la alta política, y les hace mirar con desconfianza al Gobierno de Madrid, y reducir las críticas al Gobierno británico.
“Nos toca mantener la calma”
Lionel Chipolina, del Sindicato Unite, es el presidente del Grupo Transfronterizo que aglutina a empresarios y sindicatos de ambos lados de la frontera. “Dentro de toda la incertidumbre política que existe tanto en el Parlamento Británico como en clave electoral en España, nosotros intentamos mantener la calma sabiendo que a nivel local se está intentando por todos los medios hacer una política que no tenga un efecto desastroso en la agilización de la frontera”, afirma.
“Siempre hemos hecho conciencia de que se tenga en cuenta lo mucho que se juega el Campo de Gibraltar. No queremos despertar alarma porque para nosotros tiene mucha carga emocional ver lo que dice el Gobierno español, pero no queremos subir el tono porque nos toca mantener la calma. Parece que se está descartando el interés regional por razones mayores que para nosotros no tienen tanto valor”, añade.
Nadie termina de creerse que Pedro Sánchez vaya, realmente, a poner en peligro una relación que va mucho más allá de la política. Johnnie Gaggero es presidente de MH Bland, una de las mayores empresas turísticas de Gibraltar. Señala que “hasta ahora las perspectivas eran muy positivas. Han estado cantando del mismo libro los dos gobiernos, pero en las últimas horas ha pasado algo a nivel político y no inspira confianza. Espero que sólo sea de cara a la opinión pública. Queremos que se normalice la cosa y se llegue a un acuerdo. Estamos muy conectados a España social, cultural y económicamente y así queremos seguir. Las complicaciones que nos pone Madrid vienen de otra era. Hay que normalizar la relación y crear confianza entre los pueblos”.
“El 50% del PIB de La Línea lo genera Gibraltar”
Loren Periáñez, empresario linense y vicepresidente del Grupo Transfronterizo, también alerta sobre lo que podría suceder si salta por los aires un acuerdo que necesita de consenso. “Parecía que ya se había cerrado el acuerdo dentro de las negociaciones generales con el Reino Unido en lo que concierne a Gibraltar y ahora ha dado un giro y nos causa preocupación dado el impacto que tiene la economía gibraltareña en La Línea tanto por el número de trabajadores transfronterizos, que son cerca de 14.000, como por la cantidad de empresas exportadoras de La Línea. El 50 por ciento del PIB de La Línea lo genera Gibraltar”.
“En el siglo XXI un cierre yo lo descarto, pero podrían darse unas condiciones que aunque no supusieran un cierre efectivo podrían tener unas consecuencias parecidas. Como por ejemplo, pedir un visado para todo el gibraltareño que quiera venir a consumir a La Línea o al contrario. Hay una cantidad de acuerdos tan grande entre la Unión Europea y el Reino Unido que cualquier incidencia tendría un efecto muy negativo. Hay profesionales como médicos o abogados que ejercen su trabajo en Gibraltar. Hay un acuerdo en lo que se refiere a cualificación profesional que es reconocida en Gibraltar, pero si el acuerdo se rompe esto puede peligrar. Si el turismo no entrara en Gibraltar de una manera fluida, también se perdería mucho empleo. El Gobierno español habla de defender los derechos de los trabajadores, pero la mejor forma de hacerlo es no mermando la actividad económica”, remarca.
La opinión de la gente de a pie
Dicen los números que en Gibraltar 19.322 personas votaron por quedarse en la UE en el referéndum del 2016 mientras que sólo 823 apoyaron irse. Hay hartazgo de hablar del asunto y Carmen, una gibraltareña, no tiene temor en decir que “a Gibraltar no le va a afectar porque esto es un paraíso maravilloso. Yo tengo un tratamiento médico que cruzando la verja no sería posible por el sistema sanitario. Inglaterra no es tonta y si quieren el Brexit será por algo, seguro que tiene sus ventajas. En España da pena de las pensiones porque a las personas hay que atenderlas y en Gibraltar estamos muy bien”.
“Nos divide la frontera, pero todos somos iguales. Yo tengo siete padres de familia en mi empresa que son de La Línea, San Roque y Algeciras. Hay que avanzar, no seguir pensando como en los años de la dictadura. Al final la política no nos importa, sólo las personas”, asegura John, dueño de una empresa constructora en Gibraltar.
Francisco es linense y lleva dos décadas cruzando la frontera a diario. No se quiere imaginar que el Gobierno español rompa la situación actual: “Aquí hay mucha gente trabajando y la única tabla de salvación que tenemos es lo que nos ofrece Gibraltar. A las seis de la mañana esto es un río de gente para trabajar y no tenemos otra alternativa. No merece la pena hablar de soberanía ni de esas cosas porque realmente nos viene bien que Gibraltar no sea española porque si no, estaría igual de mal que La Línea”.
Fabian Picardo, Ministro Principal de Gibraltar, declaraba este jueves en el Parlamento que “nuestra puerta geográfica a Europa es España y tenemos más motivos para cooperar y negociar con España que con cualquier otro país de la UE. No necesitamos un veto para sentarnos a la mesa a negociar”.