El Consejo de Gobierno de Andalucía ha activado este miércoles un plan de contingencia para atender a 15.000 pacientes de coronavirus, en previsión de que la cifra de contagios siga creciendo en las próximas dos semanas. Esto supondrá movilizar a más personal sanitario y ampliar los recursos y las instalaciones hospitalarias que, a día de hoy, atienden a casi 9.000 infectados por el virus.
En paralelo, sin embargo, la Junta levantará el próximo lunes el confinamiento de todo el Consejo de Gobierno y parte de la cúpula ejecutiva de todas las consejerías (secretarios generales, directores generales...) tanto en la Administración central como en las provincias, con objeto de recuperar paulatinamente la actividad política. Las reuniones internas y con otras instituciones y colectivos afectados por la pandemia dejarán de ser virtuales y volverán a ser presenciales, “siempre manteniendo todas las medidas de seguridad necesarias”.
En esta misma línea, el presidente de la Junta, Juan Manuel Moreno, ha decidido finalmente comparecer en el Parlamento andaluz y someterse al escrutinio de la oposición, que lleva semanas reclamándole que dé explicaciones sobre la gestión del COVID-19. La Cámara legislativa mantiene suspendida su actividad regular desde que se decretó el estado de alarma. Durante este tiempo, la Diputación Permanente se ha hecho cargo de los poderes del Parlamento en servicios mínimos. La presidenta Marta Bosquet ha anunciado este mismo miércoles su intención de proponer a la Mesa la reincorporación paulatina de la actividad, incluida las sesiones de control al Gobierno, que incluiría la comparecencia del propio Moreno.
Junto a la reincorporación de la cúpula política del Gobierno autonómico, también volverán a sus puestos aquellos funcionarios que prestan servicios esenciales, siguiendo el levantamiento de la cuarentena más estricta decretada por el Ejecutivo central. El vicepresidente de la Junta, Juan Marín, ha precisado que la incorporación total de los 270.000 funcionarios de la Administración andaluza no se completará “hasta que el Gobierno de España lo permita en todo el territorio nacional”.
Plan de acción por provincias
La pandemia tiene un comportamiento desigual en las ocho provincias andaluzas, de modo que la movilización de recursos por parte del Ejecutivo andaluz de cara a ese plan 15.000 también será desigual. Según el consejero de Salud, Jesús Aguirre, cuatro provincias están preparadas para absorber la demanda sobrevenida de pacientes con sus propios recursos, esto es, con el espacio disponible en la sanidad pública: se trata de Sevilla, Cádiz, Huelva y Almería. Este periódico ha tratado insistentemente de confirmar si estas palabras de Aguirre significan que en estas provincias el avance del virus se absorberá únicamente desde los hospitales públicos, sin necesidad de derivar a pacientes a las clínicas privadas (intervenidas por el Gobierno desde que se decretó el estado de alarma), pero no ha obtenido ninguna respuesta.
En Córdoba y en Jaén, se prevé que las unidades de cuidados intensivos (UCI) de los hospitales públicos no sean suficientes para asistir al repunte de contagios, de modo que se contará con las UCI de centros privados. Por último, Málaga y Granada son las provincias donde el número de infectados y fallecidos es más elevado, por encima de la media andaluza, por eso la Junta ha programado un plan de contingencia específico para estas zonas.