La ex diputada de Ciudadanos en el Parlamento andaluz, Marta Escrivá, ha perdido dos trabajos en la Consejería de Educación en menos de 19 meses, en ambos casos por “falta de confianza” y “errores en la gestión”. Fue destituida como viceconsejera, máximo rango de gestión en este macrodepartamento, a los diez meses en el cargo. El consejero del ramo, Javier Imbroda, argumentó que le faltaba “experiencia jurídica y de gestión” para lidiar con un cargo muy complejo. Pero Escrivá siguió en la consejería, fue nombrada delegada territorial de Educación en Sevilla, un puesto más exigente en la gestión diaria (responsable de planificar la escolarización de miles de alumnos en cientos de colegios), del que ha vuelto a ser suspendida nueve meses después de su nombramiento. Su cese, que aprueba este martes el Consejo de Gobierno, coincide con el inicio de un curso escolar muy tenso, marcado por el coronavirus.
La Junta de Andalucía ha cesado a Marta Escrivá como delegada territorial de Educación, Deporte, Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación en Sevilla, apenas unos meses después de destituirla como viceconsejera de Educación, según ha avanzado El Confidencial. Escrivá, diputada de Ciudadanos en la pasada legislatura, fue la número dos de Imbroda al formarse el Gobierno andaluz de PP y Ciudadanos, en enero de 2019. Ocupaba un puesto muy técnico, que soporta toda la gestión del área educativa (casi 7.000 millones de euros de presupuesto) y el diálogo con todos los sectores implicados. A los diez meses en el cargo, fue cesada de forma fulminante por el consejero, aludiendo a su incapacidad profesional para un puesto que requiere muchos conocimientos técnicos y legislativos. “Necesitamos a una persona con más experiencia”, explicaron fuentes de la consejería.
Escrivá fue nombrada delegada territorial de Educación en Sevilla, responsable de planificar la escolarización de esta provincia, además de lidiar con las políticas de Igualdad y Políticas Sociales. Nueve meses después ha vuelto a ser destituida, esta vez coincidiendo con el inicio de un curso escolar complejo, marcado por el coronavirus. Las razones que alude la consejería son similares a las que ofrecieron cuando perdió su puesto como viceconsejera: pérdida de confianza y errores en la gestión básica de sus competencias.
Tal como han informado fuentes de la Consejería de Educación a Europa Press, el cese se hará efectivo en el Consejo de Gobierno de este martes, cuando se realizará además ya el nombramiento de la persona que la sustituirá en el cargo. Escrivá dejó su cargo como viceconsejera de Educación y Deporte en diciembre de 2019 para ocupar esta delegación territorial tras la renuncia “por motivos estrictamente personales y familiares” de Joaquín Pérez.
En apenas 11 meses de legislatura, el departamento de Imbroda afrontó varias crisis de gestión importantes, como el despido del colectivo de monitoras escolares, el cierre de comedores en varios colegios de Jaén, o el fracaso de un plan de refuerzo estival contra el abandono escolar, en el que quedaron desiertas el 97% de las plazas de alumnos. De todos, el conflicto más grave, y que requirió la actuación de la Intervención General de la Junta, es el que atraviesan las 1.200 educadoras del Personal Técnico de Integración Social (PTIS), que trabaja en los colegios públicos andaluces a través de empresas privadas subcontratadas por el Gobierno andaluz desde el año 2000. El colectivo teme quedarse en la calle, pese a que Educación anunció que recuperaría la gestión pública de este servicio a través de la llamada bolsa única que se empezará a nutrir a partir del próximo 10 de enero. El informe de Intervención “hizo peligrar el servicio”, explicó entonces Escrivá, tras admitir que se tuvo que “negociar un acuerdo con la Intervención para que los niños no perdieran este servicio” y que su puesto necesitaba a alguien “con más conocimientos jurídicos y técnicos”.
Marta Escrivá Torralva (Sevilla, 1981) es licenciada en Ingeniería Técnica Industrial, rama Mecánica en estructuras e instalaciones, y Experta en Instalaciones por la Universidad de Sevilla. Tras una etapa profesional inicial relacionada con el mundo de la ingeniería, en la que desempeñó el cargo de directora de obra del Metro de Sevilla, trabajó como docente de Formación Profesional, Educación Secundaria Obligatoria (ESO) y Bachillerato en diversos centros educativos.
En 2015 fue elegida diputada autonómica por la provincia de Sevilla en el Parlamento de Andalucía, donde ejerció como portavoz de Educación, Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, y Economía y Conocimiento.