El arzobispo de Granada, Javier Martínez, ha considerado que las leyes trans y de eutanasia son “inicuas, en cierto sentido criminales” y que “quien ha nacido hombre será siempre hombre, quien ha nacido mujer será siempre mujer. Le pongan las hormonas que le pongan”. Argumenta, en concreto, que la ley trans convierte un sentimiento “en categoría jurídica”. Es en ese punto donde hace referencia a que “no es la primera vez que pasa” y compara este asunto con “el sentimiento de superioridad de la raza aria” de los nazis de los años 30. “La libertad convertida en un absoluto de que cada uno puede hacer verdaderamente lo que quiere, volviéndose contra sí misma, ha generado las dictaduras más terribles”, afirma en la homilía. Y en este sentido alerta sobre las leyes que (en referencia a estos dos textos legales) “van contra el bien común”.
Durante la homilía en la catedral de este domingo, publicada por la archidiócesis en su página web (aquí se puede leer completa o escucharla), el prelado ha advertido de que ambas leyes representan además, a su juicio, “una ofensa a la razón humana en muchos sentidos”.
“Que haya que defender que una persona puede ser castigada por la ley por haber dicho que solo hay hombre y mujer significa que las evidencias han caído. Esto no significa ningún juicio sobre ninguna persona, de ningún tipo, ni transexual... de ninguna clase. Pero la realidad es la realidad”, ha indicado Martínez.
Según el arzobispo, solo desde el siglo XIX, cuando los seres humanos se han creído “creadores y dueños de la Creación” han pensado que se podía cambiar: “No se puede cambiar. Quien ha nacido hombre será siempre hombre; quien ha nacido mujer será siempre mujer. Le pongan las hormonas que le pongan, le hagan las operaciones que le hagan. Y hay una historia de suicidios vinculados a eso que se oculta en una época en que en los Estados Unidos esa práctica se hizo con niños recién nacidos, durante diez años y luego se prohibió. Se prohibió porque muchos de esos niños terminaban o en instituciones mentales, o en el suicidio”, ha explicado.
“Leyes criminales en cierto sentido”
El prelado ha sostenido que tanto la de la eutanasia como la llamada ley trans “son leyes, ambas, inicuas, en cierto sentido criminales y ante las que la Iglesia no puede callar”.
“No solo porque significan una falta de respeto inmensa a un pueblo que acaba de salir de una pandemia y se aprueban aprovechando determinadas circunstancias, para que ese pueblo no pueda reaccionar, ni manifestarse, ni expresar su sentir, independientemente de que sea una mayoría o una minoría”, ha añadido.
Ha indicado además que no pide a los legisladores “que son paganos” que tengan criterios cristianos a la hora de legislar, y ni siquiera que respeten derechos humanos “que son evidentes”.
“Solo quiero deciros que vayáis aceptando que nuestra sociedad no se rige por la razón. Se rige por criterios de intereses humanos, de intereses de grupos, de intereses de poder, o por relaciones pura y simplemente de poder. Pero lo mismo que pasa con la razón pasa con la libertad”, ha señalado.
“Estamos en el camino hacia una tercera dictadura, de un modo o de otro, porque se imponen leyes que van contra el bien común. Que la ”ley trans“, por ejemplo, convierte el sentimiento en categoría jurídica”, ha manifestado. Por eso, Martínez ha apelado a la “objeción de conciencia” y a la “desobediencia civil”.