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La Asociación Pro Derechos Humanos Andalucía denuncia un presunto caso de abuso de autoridad de la Policía Local de Granada

Un botellón a las dos y media de la mañana y la actuación de la Policía Local de Granada para disolverlo han acabado con una denuncia ante la Fiscalía. La Asociación Pro Derechos Humanos Andalucía (APDHA) se ha querellado contra los agentes que trataron de acabar con la concentración de jóvenes por el uso presuntamente desproporcionado que hicieron de la fuerza. Los hechos, que ocurrieron la madrugada del pasado 20 de mayo, han provocado malestar en el seno de la policía municipal, al tiempo que han sido justificados por el edil de Seguridad Ciudadana, César Díaz (PP).

La denuncia, a la que ha tenido acceso este medio, detalla lo ocurrido aquella noche. Según consta en el escrito presentado por APDHA, los acontecimientos tuvieron lugar sobre las dos y media de la madrugada. En ese momento, un grupo de unos 70 u 80 jóvenes se encontraban haciendo botellón en la céntrica plaza de Gracia, debido a que los locales de ocio nocturno cierran a las dos por las restricciones impuestas por la Junta de Andalucía para controlar el avance de la Covid-19. Una patrulla de la Policía Local que pasaba por la zona se acercó para disolver el botellón.

En ese momento, un grupo de agentes se personó en la plaza y tras conseguir que la mayoría de jóvenes se marcharan del lugar, acabaron actuando contra un grupo de tres de ellos que se negaban a irse. La APDHA adjunta en la denuncia dos grabaciones de vídeo y varias fotografías en las que se pueden ver cómo actuaron los policías. En las secuencias se observa cómo varios agentes tratan de reducir a uno de los chicos y cómo otro revienta el teléfono móvil de otro de los jóvenes contra los que se estaba actuando. Para la APDHA estas imágenes desvelan un “uso incorrecto en la forma de dirigirse a los ciudadanos, un uso desproporcionado de la fuerza y un uso inadecuado del arma reglamentaria”.

La asociación habla del arma reglamentaria porque en otro de los vídeos se observa cómo un agente dispara su escopeta de bolas de pimienta, prevista para antidisturbios, contra dos de los chicos cuando se estaban marchando de la plaza. Una actuación que se produce a menos de dos metros de ellos y que le causa heridas a uno de los jóvenes. Antes de eso, el policía que le rompe el móvil a un joven, le dice lo siguiente: “Tú di lo que te salga de los cojones, pero grabaciones no… ¡Que grabaciones no!”.

No solo eso, según la denuncia y de acuerdo con las imágenes aportadas, se puede ver cómo dos agentes detienen a una persona que estaba grabando los hechos. Durante el forcejeo, uno de los policías llega a golpear contra un árbol cercano al detenido. Además, la APDHA sostiene en su escrito contra la Policía Local de Granada que todo lo ocurrido demuestra la desproporcionalidad de la actuación y el uso incorrecto de la fuerza. No solo por las detenciones, los forcejeos o el uso de gas pimienta, sino por la actitud agresiva de los policías que participaron en los altercados.

Por todo ello, la APDHA pide a la Fiscalía Provincial de Granada que se abran diligencias de investigación al amparo del artículo 264 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal (LECrim) para esclarecer dos presuntos delitos: uno de lesiones y otro de daños. La asociación reclama que se identifique a los agentes que participaron en la actuación, que se les tome declaración a los mandos a cargo, que se recoja el arma antidisturbios que fue disparada y que se desvelen las conversaciones de radio para saber qué órdenes se les dieron a los policías para que actuaran de ese modo.

Versión oficial opuesta: “los agentes sufrieron lesiones”

Los hechos, según la Policía Local de Granada, son sensiblemente distintos. La versión oficial asegura que dos de los agentes acabaron sufriendo lesiones leves al intentar disolver el botellón y que, por eso, se detuvo a dos jóvenes de 21 y 23, uno de ellos con antecedentes, que reconocieron los hechos en un juicio rápido. La policía municipal sostiene que los jóvenes les gritaron a los agentes frases desafiantes como “chulos, nos quitáis la libertad” y que algunos de los asistentes llegaron a lanzar vasos y cubitos de hielo contra los policías. Uno de ellos habría sufrido una luxación de una muñeca tras un forcejeo con uno de los detenidos.

Por su parte, el edil de Seguridad Ciudadana, César Díaz (PP), sostiene que la actuación policial fue “absolutamente proporcional” y que los agentes han de enfrentarse a circunstancias en las que “cuesta trabajo reordenar y reconducir el orden”. Además, Díaz va más allá y habla en primera persona: “Lo intentamos hacer de la mejor manera posible”. El concejal pide más “colaboración ciudadana” y “responsabilidad” para evitar que estas imágenes se vuelvan a repetir. Sin embargo, fuentes policiales consultadas por este medio, desvelan su malestar con la actuación de los agentes y las palabras de César Díaz.

En el seno del cuerpo municipal no ha sentado bien cómo intervinieron alguno de los policías que participaron en estos hechos y creen que es síntoma de cómo se están formando los agentes que ingresan a la Policía Local de Granada. “No es normal que, pasando por controles psicológicos, tengamos a personas que no sepan contenerse en situaciones difíciles”, dicen las fuentes consultadas. Sin ir más lejos, dicen las mismas personas consultadas dentro del cuerpo, basta ver que en la policía municipal granadina no se hacen cursos de formación y prevención como en otros municipios próximos.