José Martínez Olmos: “Granada necesita un confinamiento total como en marzo”

Álvaro López

Granada —
23 de octubre de 2020 21:41 h

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Fue secretario general de Sanidad entre 2005 y 2011, ahora es docente en la Escuela Andaluza de Salud Pública en Granada y es considerado por muchos una voz autorizada para hablar de cuestiones sanitarias que afecten a la población. José Martínez Olmos, nacido en Guadix (Granada) en 1958, lleva tiempo advirtiendo de que la situación epidemiológica del coronavirus en la capital granadina y en su área metropolitana exige medidas más contundentes que pasen incluso por un confinamiento total. “Llevamos un tiempo donde la incidencia está subiendo de manera sistemática”, recuerda Olmos analizando que “ninguna de las decisiones de restricción de la movilidad o de los aforos, ha conseguido disminuir los contagios, mientras que la presión asistencial es preocupante”.

Según el ex secretario general de Sanidad, los datos que se manejan son muy preocupantes porque “según la clasificación del Consejo Interterritorial, Granada estaría en alerta máxima” lo que, a juicio de Martínez Olmos, exige “derivar restricciones de movilidad”. Para el también exsenador por el PSOE, “la situación de Granada, no solo por la incidencia, que es muy alta y no solamente por la evolución que va al alza, sino por la presión asistencial, es extremadamente complicada”. Por eso, “Granada necesita un confinamiento total como en marzo”. El experto sanitario cree que hay que llevarlo a cabo “en la capital y en el área metropolitana porque la presión asistencial está haciendo que se estén desprogramando actividades asistenciales y de los casos que hoy tenemos, algunos de ellos terminarán ocupando camas de hospital y de UCI”.

La situación de la epidemia del Covid-19 en Granada hace que a diario, desde hace semanas, los contagios superen los 700 al día y que los ingresos hospitalarios no cesen. Con todo, Martínez Olmos opina que no se está hablando lo suficiente de algunas cuestiones como “la vuelta a los colegios no sé está hablando, porque los niños también se están contagiando y están llevando la infección a sus casas”. Al tiempo que no cree en la criminalización que se está haciendo de la vida universitaria en Granada que ha llevado a poner en el foco de la polémica a los jóvenes por considerar que están detrás del incremento de casos: “El ocio no solo afecta a los universitarios, porque ir a tomarse una cerveza o comer en un restaurante no es una cosa exclusiva de ellos”.

Colapso hospitalario

Preocupado y con los datos en la mano, Martínez Olmos opina que “en lo que se refiere a la presión asistencial, la situación va a ir a peor, aunque confinásemos a todo el mundo hoy”. Insiste en tener en cuenta el hecho de que una parte de los pacientes que hoy están enfermos “van a requerir asistencia hospitalaria”. Por eso y dado que la mala situación está reconocida por “las propias autoridades” hay que “prevenir los casos y fundamentalmente prevenir el colapso sanitario”. Como llevan semanas denunciando los sanitarios de los centros de salud, “desde hace mucho tiempo la Atención Primaria está colapsada”.

José Martínez Olmos estima que “Granada empezó a perder el control de la pandemia hace mucho tiempo. Desde que ninguna medida de las adoptadas ha disminuido la incidencia”. Entiende que “el nivel de gravedad de la situación es más reciente con la vuelta de la actividad normal después de las vacaciones: las personas que se mueven en transporte público, quienes no pueden teletrabajar y tienen que ir a su lugar de trabajo…”. Por eso, apuesta por confinar la capital y su área metropolitana para controlar la epidemia. En esa línea, el que fuera secretario general de Sanidad apunta que “los confinamientos totales pueden ser muy definidos en sitios y no tienen por qué ser en toda España”.

Pérdida de control

Como ya estamos en otoño, los expertos coinciden en señalar que el mal tiempo puede empeorar el panorama sanitario. El exsenador socialista también cree que habrá que controlarlo porque “en algún momento empezará a notarse que la bajada de las temperaturas condiciona estar más en lugares interiores y con mayor riesgo de contagio, porque se ha demostrado que los aerosoles son una vía muy importante de contagio”. Si no se toman medidas, se corre el riesgo de seguir empeorando porque “Granada perdió el control después del confinamiento y las consecuencias se han ido a acumulando”.

Martínez Olmos incide en que “no es lo mismo no tener el control en el mes de julio cuando la mayoría de afectados eran jóvenes y la mayoría no tenían necesidad sanitaria importante, que ahora. Yo puedo tener 1.000 casos que por sus circunstancias de edad no tengan necesidad de ir al hospital, pero puedo tener 1.000 casos que sí y eso es más importante de resolver”. Aunque opina que “nadie está exento de responsabilidad”, sí tiene claro que el fallo está “en no haber fijado unos criterios con unos umbrales concretos para definir las fases de alerta. Yo lo vengo reclamando desde abril”.

“Aún no es tarde para doblegar la curva”

Por fortuna, después de la primera ola, “nuestro sistema sanitario tiene más capacidad para la detección de los casos”. Por eso, hay que aprovechar lo aprendido y así “la vigilancia epidemiológica nos permitiría saber si estamos en una fase que con unas pequeñas medidas podemos controlar, si son necesarias medidas más drásticas o de alerta máxima”, opina el ex secretario general de Sanidad. Martínez Olmos, que formó parte del comité de expertos que puso en marcha la Junta de Andalucía en agosto y que ya se ha disuelto, sostiene que, a pesar de todo “aún no es tarde para doblegar la curva”.

“Si confinas Granada completa, en 15 ó 20 días mejoras la situación”, insiste. Pero junto con eso, “hace falta una dotación superior de profesionales para el rastreo de uno por cada 5.000 habitantes, que es el criterio que manejaba la Organización Mundial de la Salud (OMS)”. Porque, si se incrementasen los recursos y la forma de medir los niveles de alerta, “se podrían definir alternativas para el aislamiento, porque tú me puedes decir que me aísle, pero si vivo en una casa con dos habitaciones y somos siete personas, ¿Cómo lo hago? Habría que buscar alternativas en hoteles, etcétera”.

Para cuando se doblegue la segunda ola, Martínez Olmos opina que se deberá “haber dotado correctamente a los profesionales en los centros de salud: un médico por cada 1.500 habitantes y un pediatra por cada 1.200. Así habría recursos suficientes para atender no solo los problemas de la Covid-19, sino todos los demás que hoy ya no están teniendo respuesta”. Aunque entiende que las autoridades se lo piensen antes de imponer restricciones severas “porque tienen impacto en la vida social y económica, creo que hace tiempo que estamos viendo que, por no haber tomado medidas de calado, tenemos que estar enfrentándonos a que la mejor manera de eliminar el alto riesgo de colapso asistencial sea el confinamiento total”. Pero recuerda que “solo se puede hacer con estado de alarma, porque no hay otro instrumento jurídico que dé lugar a la garantía de que se suspendan las libertades individuales y colectivas”.

Salvar la Navidad

Martínez Olmos dice que “las medidas que se han adoptado, aunque no son suficientes, son importantes” y que “el toque de queda tiene influencia para disminuir la probabilidad de contagios en el ámbito comunitario”. A su modo de ver, no cabe duda de que disminuirá la incidencia acumulada, “pero la pregunta es si vamos a disminuir la presión asistencial que hoy es insoportable”. Al mismo tiempo, cree que es posible salvar la campaña navideña: “Si conseguimos doblegar la curva y la presión asistencial la bajamos a niveles asistenciales, la Navidad puede ser una Navidad con restricciones, pero sin confinamientos. Tenemos tiempo para eso, pero es difícil porque nos falta conocer el impacto que va a tener el frío”.

De cara a una solución definitiva en forma de vacuna, el experto en sanidad cree que es posible que haya una “a final de año si no hay ningún incidente en los ensayos clínicos. Hasta ahora las cosas van bien, pero no podemos fiarlo todo eso, porque hasta que no la tengamos es muy importante el comportamiento de los ciudadanos y de las autoridades”.