Francesco Arcuri, el padre de los hijos de Juana Rivas, la mujer de Maracena (Granada) que permanece ilocalizable desde que no entregara el 26 de julio a sus dos hijos al progenitor, condenado por lesiones en 2009 en el ámbito doméstico, ha señalado este jueves que espera que en este caso se empiece a considerar “el bienestar de los niños”.
En declaraciones a Telecinco, Francesco Arcuri, ha insistido en que confía en “volver a casa” con sus hijos “lo antes posible”, después de que el Tribunal Constitucional no haya admitido el recurso de amparo presentado por su expareja para suspender la ejecución de la sentencia que la obliga a restituir a los niños.
Arcuri ha apuntado a “aspectos psicológicos” o a un “capricho” la decisión de Juana Rivas, quien presentó una nueva denuncia por malos tratos contra él en el verano de 2016, de permanecer en España con los niños, donde llegó en mayo de ese año con el consentimiento de él.
Aunque no ha querido mandar ningún mensaje específico a Rivas ni a su entorno, ha considerado que está “muy mal asesorada”, y ha agregado que espera que empiece “a utilizar el cerebro y hacer algo por sus hijos” tras las últimas decisiones de los jueces. Confía en que “empiecen a considerar el bienestar” de sus hijos, para “parar de hacerles daño”.
Ha vuelto a ofrecer su “disponibilidad para que pueda ser madre” en Italia, lugar de residencia de los niños, y ha afirmado que no quiere “hacerle la vida imposible”.
“La custodia compartida en una pareja separada es un beneficio para los niños, siempre que la madre pueda ser buena madre y el padre pueda ser buen padre”, ha añadido Arcuri.
Al haberse ocupado “siempre” de los menores, cree que hay “manera de recuperar la relación sin presionarles”, aunque ha explicado que, en su opinión, estarán “enfadados” porque desde el “punto de vista” de los menores, él ha “desaparecido de sus vidas”.