Nuevo varapalo judicial para Juana Rivas. El Tribunal de Cagliari ha decidido otorgar la guarda y custodia de sus dos hijos a su expareja y padre de los niños, Francesco Arcuri. La decisión se ha adoptado este miércoles después de que el juez haya tomado en cuenta incluso las declaraciones del hijo mayor de Rivas que compareció en sede judicial italiana el pasado mes de noviembre.
La madre de Maracena (Granada), que la pasada semana sufrió también la ratificación de la sentencia que la condena a cinco años de prisión y seis de inhabilitación de la patria potestad sobre sus hijos en suelo español, podrá visitar a los menores en Italia pese a no tener la custodia. El juzgado italiano ha dictado que Juana Rivas podrá estar con sus hijos en fines de semanas alternos y que deberá recogerlos y devolverlos en el colegio en el que se encuentran matriculados.
Con esta decisión, el Tribunal de Cagliari da la razón a Francesco Arcuri al considerar que Rivas se marchó con los niños de forma irregular del domicilio que compartía en Italia con el padre de estos. Por ello, el juez considera que la custodia debe ser para Arcuri para preservar el “equilibrio mental y físico” de los niños. Además, condena también a Juana Rivas a abonar 300 euros mensuales a su expareja en concepto de manutención de los niños (150 por cada uno de ellos).
En la sentencia, el juez no duda calificando duramente los hechos por los que retira la custodia. Argumenta que Juana Rivas “no es consciente del daño psicológico que ha hecho a los hijos separándolos un año de su padre”. Apunta a que el asesoramiento no ha sido el correcto cuando alude a que necesita “referencia externa para tomar decisiones”. Añade que Rivas no parece darse cuenta de las consecuencias que tienen sus actos y el magistrado incluso asegura que muestra un problema psíquico “patológico, asociado a una desorganización del pensamiento”.
Un procedimiento abierto desde 2016
Además, el fallo, al que ha tenido acceso este medio, detalla todo el procedimiento que se ha llevado a cabo desde que Arcuri denunciara en 2016 la sustracción de los menores. En concreto, la sentencia analiza los principales acontecimientos que han tenido lugar en la última década. Haciendo incluso mención expresa a la condena por malos tratos que Francesco recibió en 2009. Fecha en la que Juana Rivas decide romper su relación con el entonces padre de su único hijo.
Sin embargo, el tribunal menciona que en 2012 Rivas regresó con Arcuri y que hasta 2016 estuvo conviviendo con él y con sus dos hijos en común (el segundo nació en 2014) en su residencia de Carloforte en la isla de Cerdeña (Italia). Si bien el juez señala que la madre de Maracena puso una denuncia por malos tratos en julio de 2016, ya en España y con los niños, tras decidir que no volvería a Italia, recuerda que en octubre de ese mismo año Arcuri presenta una demanda por sustracción de menores y que es el propio Tribunal de Cagliari el que le otorga la custodia provisional en julio de 2017.
Precisamente entonces, relata la sentencia, es cuando Juana Rivas decide que no devolvería a sus hijos a Italia con su padre aunque este tuviera la custodia de los menores y hubiese una sentencia obligándole a devolverlos. No obstante, una vez que finalmente Juana decide devolver a los niños, el juzgado le permite un régimen de visitas para que pueda estar con sus hijos durante siete días consecutivos previo aviso a Francesco Arcuri.
Denuncias cruzadas
La situación que ha dado pie a este fallo judicial tiene un punto clave en otoño del año pasado. Durante el régimen de visitas que Juana Rivas tiene establecido en Italia, esta denuncia que su hijo menor tiene lesiones en las lumbares y fuertes dolores. Tras llevarlo al hospital, Rivas entiende que su hijo ha sido maltratado por su padre y decide no devolver a los niños de nuevo incumpliendo el régimen de visitas. Además, en ese lapso de tiempo llega a argumentar que los menores corren “peligro de muerte”.
En respuesta a ese nuevo incumplimiento por parte de Rivas, Arcuri presenta una demanda por ese motivo aunque el tribunal decide mantener el régimen de visitas para no soliviantar más a los hijos de la expareja. Sobre todo teniendo en cuenta que el mayor de los niños tenía que declarar ante el juzgado varios días después, como así sucedió. Un cruce de denuncias que ha acabado por complicar aún más la situación procesal de Juana Rivas.
Periodos vacacionales
Finalmente, además de darle la guarda y custodia en exclusiva de los niños a Francesco Arcuri, el juzgado italiano también ha tenido en cuenta los periodos vacacionales para que su madre pueda estar con ellos. Cada año, los hijos de Juana Rivas podrán estar con ella en verano desde que finalice el periodo escolar hasta la primera semana de agosto. Algo similar ocurrirá durante la Navidad. Alternativamente, los menores podrán estar con la madre entre el final de la escuela y fechas clave como el 30 de diciembre o el 6 de enero.
Los menores también podrán viajar a España un fin de semana de cada cinco. La única condición que pone el juzgado italiano es que los niños estén de regreso antes de la hora de entrada al colegio los lunes. No solo eso, el tribunal también obliga a Arcuri a facilitar la comunicación de sus hijos con Juana Rivas cada día entre las siete y media y las ocho de la tarde.