- El funcionario Jacobo de la Rosa habría sido víctima, según se desprende del sumario de la 'Operación Nazarí' al que ha tenido acceso eldiario.es/andalucia, de presiones y amenazas directas tanto de la exconcejal de Urbanismo, Isabel Nieto, como de otros compañeros del área también imputados
Siete meses después de que el exalcalde de Granada, José Torres Hurtado (PP), fuese detenido por su implicación en la llamada 'Operación Nazarí', la mayor trama urbanística que ha vivido la capital granadina empieza a poner nombres y apellidos al resto de protagonistas. Una trama que según los informes policiales tiene muchas implicaciones políticas y empresariales. Son tantos los señalados por esta causa que el secreto de sumario que se ha levantado este mes, aporta luz sobre quienes han sido víctimas y verdugos según la investigación. Entre los primeros, un nombre, el del exdirector de Urbanismo, Jacobo de la Rosa, que fue uno de los primeros que removió los cimientos de la corrupción urbanística granadina y que fue perseguido y amenazado por advertir de las operaciones ilegales que estaban teniendo lugar en el Ayuntamiento de Granada.
Con la voz entrecortada, una postura vulnerable y sobriedad en sus palabras, Jacobo de la Rosa relató el pasado 6 de junio ante la jueza titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Granada, María Ángeles Jiménez Muñoz, la que es una de las declaraciones más duras de las que se han llevado a cabo en el marco de la 'Operación Nazarí'. El que fuera director de Urbanismo entre 2005 y 2013 durante el mandato de Torres Hurtado en la capital granadina denunció, en calidad de testigo, una serie de hechos que colocan en una situación complicada tanto a la concejal de ese área entonces, Isabel Nieto, como a otros altos cargos del Ayuntamiento de Granada incluyendo al propio exalcalde.
La declaración, que forma parte de un sumario que ha permanecido en secreto hasta el pasado 7 de noviembre con más de 15.000 folios a los que ha tenido acceso eldiario.es/andalucia, señala momentos clave de los últimos años que se relacionan con toda la 'Operación Nazarí'. Una causa, la que llevó a la detención del exalcalde, Torres Hurtado, el pasado mes de abril junto con Isabel Nieto, por la que se les imputan hasta ocho delitos: cohecho, blanqueo de capitales, tráfico de influencias, fraude en la contratación, asociación ilícita, malversación de caudales públicos, falsedad documental y prevaricación.
Jacobo de la Rosa, pieza clave de la investigación
Jacobo de la Rosa, pieza clave de la investigaciónLa causa que ha acabado con más de una década ininterrumpida del Partido Popular en la alcaldía de Granada (desde 2003 a 2016) hunde sus cimientos dentro del propio área de Urbanismo en el que Jacobo de la Rosa resultó ser una pieza clave. Pero clave por molesta, porque el exdirector emitió diferentes informes en los que dejaba claro que alguno de los convenios urbanísticos que se pretendían llevar a cabo bordeaban los límites de la legalidad y de la ética. De hecho el testimonio del funcionario resultó clave hace ahora un año para que la 'Operación Nazarí' tomase forma. Porque entonces fue llamado a declarar a petición de la Fiscalía como testigo del caso Serrallo que dio origen a todo lo que ha venido después.
En aquel momento Jacobo de la Rosa habló ante la misma jueza de lo que había sucedido con la concesión urbanística dada al empresario granadino, Roberto García Arrabal, para la construcción de una discoteca en una zona destinada para suelo público según el propio Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Granada. El exdirector detalló que había redactado un informe en el que ponía de manifiesto que esa decisión que estaba tomando la concejal de Urbanismo, Isabel Nieto, a petición del empresario de permitirle instalar una discoteca en una zona que no estaba habilitada para ello, era ilegal. Un informe que de hecho la propia Junta de Andalucía llegó a ratificar posteriormente pero que quedó en papel mojado porque finalmente el espacio de ocio se construyó.
Sin embargo, aquello fue solo la punta del iceberg. Desde 2010, cuando arrancan las irregularidades del caso Serrallo, Jacobo de la Rosa, según sus declaraciones, tuvo conversaciones con regularidad con Isabel Nieto. Conversaciones en las que le reiteraba que no solo en ese asunto sino en otros como el Palacio de Hielo o la construcción de unas viviendas en la zona norte de la capital ponían en riesgo al propio Ayuntamiento de Granada por las consecuencias jurídicas que podrían tener esos convenios que o rozaban o superaban la ilegalidad.
Amenazas por hacer su trabajo
La declaración de Jacobo de la Rosa del pasado 6 de junio volvió a poner de manifiesto todo lo anterior y desveló la gravedad de las situaciones que el funcionario había vivido durante su etapa en Urbanismo. Según le relató a la jueza, fue víctima no solo de presiones sino de amenazas en todos los casos en los que se opuso a las diferentes empresas urbanísticas que planeaban sobre el Consistorio granadino de Torres Hurtado. Amenazas por correo electrónico y SMS que están recogidas en el sumario de la causa.
De la Rosa cuenta ante la jueza que “cuando realicé el informe del Serrallo (ratificado por la Junta) recibí acoso laboral y amenazas desde que me negué a seguir las actuaciones de Urbanismo. La propia delegada de urbanismo (Isabel Nieto) me escribió varios correos pidiéndome que matizara mi informe”. Porque para ese momento, según las distintas partes del sumario de la 'Operación Nazarí', las urgencias para la apertura de la discoteca ya eran inabordables. Había que satisfacer lo acordado entre Isabel Nieto y el empresario Roberto García Arrabal. Por eso, según se desprende de la declaración del exdirector, el informe que había redactado y que era contrario al acuerdo entre esas partes, era molesto para ambas.
De hecho, para entonces, asegura, ya hacía tiempo que algunas decisiones urbanísticas se tomaban sin conocimiento del propio director de Urbanismo. “En la reunión sobre el Palacio de Hielo era el señor Manuel Lorente (gerente del área hasta 2008) el que sacaba todos los documentos de valoraciones… Y yo, siendo director no sabía nada de aquello porque lo habían hecho a mi espalda” señala Jacobo de la Rosa en su relato ante la jueza, María Ángeles Jiménez. Él mismo recuerda que tras aquella hubo otra convocada por el propio alcalde, José Torres Hurtado, en la que fue el único que se opuso a la operación del Palacio de Hielo. Pues dicha operación, según Jacobo de la Rosa, pretendía recomprar unos terrenos que no se habían pagado con el fin de incrementar su precio en un ejercicio aparente de especulación urbanística del que el Ayuntamiento de Granada era parte.
Fruto de todas las desavenencias decidió marcharse de la dirección de Urbanismo en enero de 2013. No obstante, sus problemas no acabaron. Aunque cambió el Ayuntamiento por la Diputación de Granada, el funcionario escribió pocos días después de su marcha el informe definitivo sobre el caso Serrallo. Un informe que se incorporó en septiembre de ese mismo año a la denuncia interpuesta contra el Consistorio de Torres Hurtado por la construcción de la famosa discoteca. Lo hizo como respuesta a las presiones y amenazas de las que había sido víctima durante sus años como director de Urbanismo. Amenazas entre las que se incluye en el sumario como la exdelegada de Urbanismo, Isabel Nieto, llega a tachar de traición alguno de los informes de Jacobo de la Rosa.
“Me hacían creer que no valía para nada”
Cuando a finales de 2013 la Fiscalía inicia la investigación sobre el caso Serrallo, Jacobo de la Rosa ya era director general de Fomento en la Diputación de Granada que presidía el también popular y a su vez enemigo político de Torres Hurtado, Sebastián Pérez. Sin embargo, apenas unas semanas después, Isabel Nieto y Torres Hurtado redactan una carta en la que le piden al presidente de la Diputación granadina que restituya a Jacobo de la Rosa en el área de Urbanismo del Ayuntamiento de Granada.
Así es como el exdirector regresa al Consistorio y como vive otra de las etapas más difíciles en su vida como funcionario, como relata la declaración recogida en el sumario. Tras volver, según declara ante la jueza, cae en una depresión por la que tiene que acudir al psicólogo y darse de baja por la tensa situación que vive de nuevo dentro de Urbanismo.
Cuando finalmente se recupera, Isabel Nieto le destina a trabajar en una oficina del área en el barrio del Albaicín. “Solo, sin ningún compañero, sin trabajo, me obligaban a hacer informes semanales sobre mí en los que decía que no estaba haciendo absolutamente nada. Para hacerme pensar que no servía para nada” aseguró Jacobo de la Rosa ante el Juzgado de Instrucción número 2 de Granada.
“Recibí llamadas de compañeros amenazándome y a los tres meses me dijeron que me iban a abrir un expediente” sostuvo durante su declaración como testigo el exdirector. Por lo que la situación se volvió insostenible y se tuvo que dar de baja de nuevo. Pese a ello “incluso así han empezado a amenazarme incluso a través de la prensa. Isabel Nieto me insistió en que si no me retiraba en lo que decía en aquel informe, irían contra mí. Me dijeron que me iban a imputar por informe falso” relató Jacobo de la Rosa.
La declaración deja claro que en Urbanismo se han producido muchos episodios en las últimas décadas. Situaciones que forman parte del sumario de la 'Operación Nazarí' que irá añadiendo más partes a una causa que según los informes policiales colocan al exalcalde Torres Hurtado en la “cúspide” de una trama de corrupción urbanística que podría ir mucho más atrás en el tiempo. Falta saber cuánto más y por quienes más se forjó este entramado del que aún faltan muchas partes por desvelar.