La polémica por la celebración del día de La Toma de Granada es tan de esta tierra como pedirse una tapa o farfullar al estilo 'malafollá'. Conmemorando que el 2 de enero de 1492 los Reyes Católicos conquistaron Granada, el último bastión de la España musulmana durante siete siglos, la propia cita resulta en los últimos más atractiva por el enfrentamiento político y cultural entre unos y otros que para la conmemoración como tal. La Toma de este año no será distinta en lo esencial, pero sí en las formas, porque es la primera vez en democracia en la que la extrema derecha, con Vox presente, hará acto de presencia como parte formal del Ayuntamiento; una formación que ha llegado a solicitar que se cambiara el Día de Andalucía, el 28 de febrero, por el 2 de enero como fiesta oficial de la comunidad autónoma.
Prohibidos símbolos radicales
Ante la posibilidad de lío este jueves, y aunque no se tiene noticia de la posible presencia de grupos extremistas, en la reunión de la Junta Local de Seguridad celebrada la semana pasada para terminar de perfilar el dispositivo de seguridad de Navidad, se acordó no permitir ningún símbolo radical que pueda incitar a la violencia, así como cualquier instrumento de megafonía o bocinas, que serán confiscados. La cita estará protegida por un amplio dispositivo de seguridad para evitar que se produzcan incidentes durante los actos de homenaje, aunque no han especificado si es mayor que la del año anterior.
A esta reunión asistieron responsables de Guardia Civil, Policía Nacional, Policía Autonómica y Policía Local, cuerpos de seguridad que perfilaron el dispositivo para el Día de la Toma. También se acordó reforzar el servicio del Centro de Coordinación de Emergencias 112 “de forma que cualquier incidencia se llevará al servicio integrado para garantizar la coordinación”.
No es la primera vez
No será la primera ocasión en la que la formación que preside Santiago Abascal esté presente en La Toma. En años anteriores, algunos militantes se han dejado ver de forma testimonial, aunque no fue hasta este pasado enero de 2019 cuando su secretario general, Javier Ortega Smith, tras sus buenos resultados en las elecciones andaluzas, se personó en la cita. En esa oportunidad, el político de extrema derecha reivindicó la expulsión de los musulmanes de Granada tras la conquista de la ciudad por parte de los Reyes Católicos y ensalzó el concepto de Reconquista, un concepto discutido por los historiadores. De hecho, como llegó a escribir Ortega y Gasset, una reconquista que dura ocho siglos no es una reconquista. En cualquier caso, este año repetirá presencia y previsiblemente discurso.
En esta ocasión, la comitiva oficial de Vox la encabezará su portavoz en el Consistorio, Onofre Miralles. El político sostiene que “la Toma de Granada es un día de celebración histórica que implica de manera directa la unidad de España. Con la Toma de Granada finalizó la Reconquista”. Por ese motivo, “la importancia histórica de la Toma de Granada es enorme, y en ese sentido no concibo polémicas entorno a esta celebración”, asegura.
Precisamente por ese tipo de declaraciones, que Vox vaya a participar en los actos oficiales de La Toma como parte del Consistorio, se puede considerar representativo de que los conflictos que cada año se producen en la Plaza del Carmen desde hace tiempo cada 2 de enero se han trasladado al interior del Ayuntamiento. Cada año se puede observar cómo unos y otros se enzarzan en gritos de reproches y descalificaciones en las calles que, por parte de la derecha, han llevado a alguno a portar simbología franquista.
Amago de cancelación
La celebración de La Toma de Granada es una tradición anual que reúne a miles de granadinos en la Plaza del Carmen cada 2 de enero. Sin embargo, son muchos sus detractores. De ahí que el hoy portavoz del PSOE en el Ayuntamiento, Francisco Cuenca, abogase hace años por eliminar esta celebración y cambiarla por un recuerdo, cada 26 de mayo, a Mariana Pineda, una mártir local considerada como una de las primeras feministas de nuestro país. Pero aquella propuesta cayó en el olvido en cuanto logró ser alcalde de Granada. No se volvió a hablar de tal cancelación.
Como tampoco había sucedido en la década previa. Doce años de Gobierno en mayoría absoluta del Partido Popular no habían dejado hueco para dicho debate, hasta el punto de que en 2013 se llegó a solicitar que la celebración fuese considerada Bien de Interés Cultural (BIC). Ahora, con los populares de nuevo en el equipo de Gobierno, aunque compartido con Ciudadanos que ostenta la Alcaldía, la derecha vuelve a reivindicar las señas de identidad nacionales que envuelven La Toma. Una identidad en la que destaca el “viva España” o la Legión, que participó de los actos de 2017 con los socialistas en el poder y que sigue haciéndolo desde entonces.
Cuatro décadas de controversia
La de este 2020 será otra celebración marcada por el enfrentamiento. Lleva siendo así desde el final de la dictadura de Franco cuando empezaron a surgir los primeros movimientos sociales contra esta fecha. Entienden que se cometió un genocidio tanto antes de la Toma como después de la misma. Y no solo por expulsar a musulmanes y judíos de sus tierras, sino porque gracias a la llamada Reconquista, los Reyes Católicos pudieron ofrecer su apoyo a Colón para que descubriese América y posteriormente esta fuese colonizada entre la barbarie, según defienden estas organizaciones contra La Toma.
Cualquiera que se acerque este jueves a presenciar la Toma de Granada podrá ser testigo de dicho enfrentamiento, con la novedad de la presencia de Vox en la comitiva oficial.
De lo que no podrá disfrutar es del desfile de moros y cristianos que el bipartito de Cs y PP ha eliminado en esta edición y que los socialistas introdujeron hace tres años para intentar hermanar culturas y apaciguar los ánimos. No lo lograron.
Celebración alternativa
En paralelo, la plataforma Granada Abierta ha organizado, a partir de las 11.00 horas en la Fundación Euroárabe, una nueva edición de su acto alternativo a la conmemoración de la Toma, con el nombre de 'Toma no Mariana si', y han considerado la celebración de la conquista de la ciudad como una “fiesta sectaria y excluyente” que debería ser sustituida en el calendario festivo local por el 26 de mayo, día de Mariana Pineda, “símbolo de igualdad y libertad”.
La plataforma también ha pedido al Ayuntamiento de Granada que incluya la lectura de un manifiesto por la convivencia desde el balcón municipal. Este gesto supondría, según el colectivo, “un primer paso adelante para empezar a cambiar la fiesta por una celebración democrática y abierta a toda la ciudadanía”.
Por otro lado, en contra de la celebración de este día festivo en la ciudad, la asociación Nación Andaluza Granada ha solicitado al Ayuntamiento que sustituya la denominación actual del teatro municipal, el 'Teatro Isabel La Católica', por 'Teatro Rey Boabdil'.
Para la asociación, esta reina “incumplió el tratado firmado entre Castilla y el último territorio andalusí y obligó a la conversión forzosa de miles de personas de toda Andalucía a la religión católica”, por lo que piden que el teatro “honre la memoria del último rey nazarí andalusí, que sufrió la persecución cultural, la desposesión de sus bienes e incluso la expulsión de su tierra durante los siglos XVI y XVII”.