La Iglesia no podrá inmatricular bienes pero se consolidan las apropiaciones ya hechas

El Consejo de Ministros acaba de dar el visto bueno al anteproyecto de

reforma de la Ley Hipotecaria que elimina el privilegio

que hasta ahora tenía la Iglesia para inmatricular bienes a su nombre con la

sola certificación del obispo y sin necesidad de poseer título de dominio sobre

el bien. La reforma, si bien borra ese privilegio, lo haría a partir de la

aprobación de la nueva ley de manera que, sin carácter retroactivo, estaría

consolidando las inmatriculaciones realizadas por la Iglesia hasta ahora, entre

las que destaca como ejemplo de más valor la Mezquita-Catedral de Córdoba.

Así se desprende del texto que dio a conocer el Consejo de

Ministros y en el que se explica que, de ahora en adelante, “los criterios para las inmatriculaciones de la Iglesia Católica se equiparan con los del procedimiento generalizado”.

En ese sentido, el texto explica que, “al integrar y coordinar

todos los datos y sistemas de inmatriculación de bienes, se actualiza también

la especial situación de la Iglesia Católica en este punto. Se homogeneizan los

requisitos, de forma que esta institución pasará a equipararse al resto de la

sociedad y las inscripciones de su propiedad se trasladan al procedimiento

normal de inmatriculación“.

Es decir, se eliminarán los

artículos de la actual Ley Hipotecaria, provenientes de la época franquista,

por los que se otorgaba categoría de administración pública a la Iglesia

católica y que posibilitó que, con la sola firma del obispo, fuera suficiente

para registrar a nombre de la Iglesia un bien público no registrado hasta la

fecha. Así, la Iglesia se hizo con la Mezquita-Catedral en 2006 por solo 30

euros y, según los datos que maneja el colectivo Europa Laica, suman más de

5.000 bienes los inmatriculados por la Iglesia en todo el país entre 1998 y

2007, bienes a los que no afectaría esta reforma de la Ley Hipotecaria y

quedarían inscritos en el Registro de la Propiedad a nombre de la Iglesia.

“Ahora más que nunca hay que denunciar este atropello”

“Ahora más que nunca hay que denunciar este atropello”

Desde la plataforma Mezquita-Catedral Patrimonio de Todos, que desde

hace unos meses ha abierto el debate en torno al privilegio de la Iglesia para

inmatricular bienes y que pide la titularidad pública para este monumento

mundialmente reconocido y Patrimonio de la Humanidad, “se veía venir esta operación política” que,

en realidad, deja en manos de la Iglesia miles de bienes sobre los que ella

misma ha certificado su propiedad.

El profesor de Derecho Civil y miembro de la plataforma,

Antonio Manuel Rodríguez, explica que, si bien la reforma propuesta por el

Gobierno elimina el privilegio de la Iglesia de ahora en adelante, también “está

consolidando las inmatriculaciones ya

hechas“ que ahora habría que ”atacar de una en una“ para intentar deshacerlas. Y

advierte: “Quien hace la ley, hace la trampa” por lo que insta a la ciudadanía

a que, “ahora, más fuerte que nunca, debemos denunciar este atropello. Las inmatriculaciones

hechas hasta ahora siguen siendo irregulares e igual de inconstitucionales“.

En su opinión, el

cambio en la Ley Hipotecaria “reconoce que era inconstitucional” ese privilegio

que mantenía la Iglesia gracias a los artículos de la época franquista que le

otorgaban capacidades de la función pública y por encima de cualquier otra

confesión religiosa. “Esta reforma desautoriza a todos cuantos decían que las

inmatriculaciones era legales, porque se reconoce que existía un privilegio que

es inconstitucional“.

No

obstante, el Gobierno otorga un año más a la Iglesia para que inmatricule

bienes a su nombre antes de que entre en vigor la eliminación de su privilegio.

La reforma presentada por el

Ejecutivo da doce meses de plazo desde su publicación en el Boletín Oficial del

Estado (BOE) para que entren en vigor estos cambios, a los que habrá que añadir

los meses de trámite que aún le queda a la futura ley. Por tanto, la Iglesia tendrá

tiempo aún para seguir llevando a cabo la práctica de las inmatriculaciones de

bienes.

Justo esta semana se conocía que el debate sobre las

inmatriculaciones y la titularidad de la Mezquita-Catedral llegaría al Senado,

al presentar Izquierda Unida una pregunta en esta cámara dirigida al Gobierno

para conocer si se había planteado “suprimir el anacrónico privilegio que se otorga

a los obispos de la Iglesia Católica de actuar como fedatarios públicos para

emitir certificaciones de dominio sobre bienes inmobiliarios para adueñarse de

ellos mediante su inmatriculación en el Registro de la Propiedad“, según consta

en la cuestión.

Asimismo, sobre la Mezquita-Catedral, IU pregunta si “¿tiene

previsto el Gobierno adoptar alguna medida para reclamar la titularidad pública

de este monumento que es de los cordobeses, de los andaluces, de los españoles

y de la humanidad?“.