¿Por qué es importante la Mesa del Parlamento?
Los partidos llevan más de una semana enfrascados en una ardua negociación para conformar este jueves una Mesa del Parlamento que contente a todos. Pero, ¿por qué es tan importante la Mesa?, ¿a qué se dedica? La Mesa es el órgano rector de la Cámara, es decir, es la encargada de organizar el trabajo interno del Parlamento y del gobierno de la institución. La Mesa se reúne todas las semanas y decide la tramitación de todos los escritos que se registran en el Parlamento, ya sea por diputados, ciudadanos u órganos de extracción parlamentaria (Defensor del Pueblo, Cámara de Cuentas, Consejo Audiovisual).
La Mesa echa para atrás aquellas iniciativas con defecto de forma, fecha o firma y realiza un primer filtro de las iniciativas que luego irán a la Junta de Portavoces, donde tiene lugar una discusión más política. En una legislatura tan complicada como la que este jueves arranca, con cinco grupos políticos (dos de ellos que se estrenan, Ciudadanos y Podemos), los asuntos que pasen por la Mesa requerirán de un esfuerzo enorme de diálogo, de ahí la importancia del reparto de puestos.
En la Mesa, por ejemplo, se empiezan a negociar los temas que formarán parte del orden del día de los plenos (que lo aprueba definitivamente el presidente en Junta de Portavoces) y también distribuye las iniciativas que van a las diferentes comisiones. Todas las decisiones de la Mesa se votan, por eso los partidos buscan asegurarse la mayor presencia posible. Sus miembros no forman parte de las comisiones y suelen presentar muchas menos iniciativas que el resto de diputados. Además, la Mesa es la que toma las decisiones internas del día a día del Parlamento, como su Presupuesto anual, autoriza los gastos de la Cámara y decide, por ejemplo, el temario de las oposiciones a funcionarios del Parlamento o la fecha de los exámenes.
El puesto más importante es el del presidente de la Mesa, es decir, el presidente del Parlamento, la segunda institución por orden de relevancia en Andalucía después del presidente de la Junta. Luego hay tres vicesecretarios y tres secretarios, que, en ausencia del presidente lo sustituirán en orden correlativo. El PSOE no va a renunciar a la presidencia del Parlamento y, además, defiende que, según la aritmética, le corresponden otros dos miembros de la Mesa: la primera vicepresidencia y la primera secretaría.
El Reglamento de la Cámara garantiza que todos los grupos parlamentarios estén representados en la Mesa, pero el PP (con 33 diputados) rechaza de plano quedarse con un sólo representate como IU, por ejemplo, que tiene cinco escaños. La negociación pasa por la posibilidad de que los socialistas cedan a los populares un puesto en la Mesa, algo que el PSOE no llevaría a cabo “a cambio de nada”. También está la opción de ampliar a un miembro más (un vocal con voz pero sin voto), para lo cual habría que modificar una disposición adicional del Reglamento, pero Podemos ha vetado esta operación.
No hay que perder de vista que en la pugna por copar una mayor representación en la Mesa también ayuda que sus miembros cobran más que un diputado raso. Todos los parlamentarios tienen un sueldo mínimo de 3.800 euros mensuales brutos. El presidente del Parlamento percibe un complemento de 1.537,37 euros, los vicepresidentes, de 1.234,28 euros y los secretarios, de 928,08 euros.
