Podemos mantiene su 'no' a la investidura de Díaz y el PSOE-A ve “voluntad de diálogo”
Era la reunión que más expectación mediática ha levantado y la que más se ha hecho esperar. PSOE y Podemos se han reunido en la mañana de este martes durante dos horas y media y ambos han salido con percepciones casi opuestas del resultado del encuentro. Los negociadores del partido morado, Sergio Pascual y Manuel Garí, han asegurado sentirse “ciertamente decepcionados” porque se han topado con un “enroque y con posiciones maximalistas” del PSOE. Los socialistas, por el contrario, aprecian “voluntad de diálogo” y no descartan “puntos de encuentro”.
“Las negociaciones son así. Nadie esperaba que en la primera sentada hubiera entendimiento”, ha explicado el portavoz socialista, Mario Jiménez. A su juicio, Podemos no ha dado un portazo definitivo al PSOE porque, de entrada, se ha sentado a negociar (en un primer momento amagaron con no hacerlo si no aceptaban sus propuestas de partida) y porque el diálogo “sigue abierto”. Ni siquiera, ha matizado Jiménez, “hemos notado ninguna posición cerrada de cara a la investidura” de Susana Díaz.
Un discurso muy diferente se ha oído de los dos miembros de Podemos (ninguno de ellos será diputado). Ambos han criticado duramente que los socialistas no hayan aceptado ninguna pata de sus tres bloques de propuestas de “sentido común y coste cero” y que no les hayan ofrecido ninguna contrapartida para avanzar en el diálogo. El partido de Teresa Rodríguez envió al PSOE un documento pormenorizado con sus reclamaciones, que son básicamente tres: la dimisión inmediata de Manuel Chaves y José Antonio Griñán por su responsabilidad política en el caso de los ERE, la reducción drástica de asesores y cargos de confianza (limitando a dos los cargos políticos en cada consejería) para ahorrar 23,3 millones y destinarlos a sanidad o educación, y romper relaciones con los bancos que desahucian.
“Eran medidas simbólicas de cambio de rumbo que se pueden llevar a cabo solo con voluntad política y hemos recibido un no por respuesta o un ‘vamos a pedir informes'”, ha lamentado Sergio Pascual, secretario de Organización nacional. Ha criticado que los socialistas, por ejemplo, no les hayan facilitado el dato exacto de los asesores o cargos a dedo que hay en la administración andaluza pese a que conocían que este aspecto era una de sus reclamaciones más importantes. Mario Jiménez ha reconocido que no tiene esa información.
Sobre la dimisión de los expresidentes andaluces, el portavoz socialista ha dejado claro que los Parlamentos están “para aprobar leyes y no para decidir sobre alguien” y, esquivando dar una respuesta nítida, ha asegurado que el PSOE no quiere hablar “de personas concretas” sino de un “marco general para garantizar la limpieza” en la vida pública.
Mesa del Parlamento
Respecto a la Mesa del Parlamento, Podemos ha aclarado que este asunto ha sido “un tema subsidiario” en la reunión mantenida este martes y ha sentenciado que su formación no va a pelear por sillones, sino que “respetará” tanto la legalidad (el Reglamento de la Cámara) como el mandato ciudadano. Eso sí, Manuel Garí, economista jubilado y persona de la máxima confianza de Teresa Rodríguez, ha manifestado que la presidencia del Parlamento “no necesariamente” tiene que estar ocupada por un socialista. Sin embargo, ha calificado de “surrealista” la hipótesis de que el PP pudiera votar al candidato de Podemos a la presidencia de la Cámara, una posibilidad que los socialistas descartan. “Ese regalo no nos lo va a hacer el PP”, ha respondido con ironía Mario Jiménez a la pregunta de un periodista. Según él, esta alianza contra natura “abriría un panorama político único en España” y afectaría a las próximas citas electorales.
Pese a las posturas enfrentadas, ambas formaciones han quedado en seguir dialogando en próximas reuniones o en los “próximos años”, como ha manifestado Manuel Garí.