Los centros educativos públicos de Andalucía llevan años arrastrando asignaturas pendientes. Es una denuncia compartida por sindicatos y la propia comunidad educativa, que coinciden en señalar el déficit de personal de administración y servicios (PAS) en los institutos como principal carencia este año. De acuerdo con los datos recogidos por CCOO Andalucía, el presente curso ha arrancado con 1.257 vacantes en puestos “esenciales para el correcto funcionamiento del centro”, como son los administrativos, ordenanzas o el personal de limpieza, debido en gran medida a jubilaciones que se quedan sin cubrir.
“Es un lastre histórico, pero este año es más gravoso y complicado porque acumula un número exagerado de vacantes”, advierte en conversación con este periódico Carmen María García Rascón, responsable sindical del sector de personal laboral de CCOO. En sentido similar, se expresa Pedro Arias, representante en la provincia de Sevilla de la Asociación de Directoras y Directores de IES de Andalucía (ADIÁN): “Llevamos cerca de 30 años denunciando este problema generalizado en toda la comunidad, pero la situación ya es extrema porque hay centros al límite que se pasan meses con un solo ordenanza”.
Es el caso del I.E.S San Isidoro, el más antiguo de la capital andaluza, al que le corresponden 5 ordenanzas, según consta en la Relación de Puestos de Trabajo (RPT). Y, sin embargo, ha empezado el curso solamente con uno, pese a tener turno de mañana y otro de tarde. De ahí que este instituto se haya sumado a la ola de movilizaciones que se está llevando a cabo en centros de secundaria de toda la región, celebrando concentraciones en sus respectivos edificios, como han hecho ya el también sevillano I.E.S Triana o el cordobés I.E.S Averroes.
Siguiendo el ejemplo de los anteriores, padres y madres del AMPA del San Isidoro, algunos representantes del alumnado y miembros de CCOO Sevilla se han concentrado en la puerta de acceso al centro para exigir que se cubran los puestos vacantes relativos al PAS. En este contexto, el sindicato ha acusado a la Junta de Andalucía de estar “deteriorando la escuela pública”, al entender que la Administración, en vez de actualizar las RTP, aprovecha el progresivo envejecimiento de las plantillas para suplir las jubilaciones con medidas de privatización, según expone a este diario Elisa Díaz, presidenta del Comité de Empresa de la Delegación de Educación de la Junta de Andalucía en Sevilla y sindicalista de CCOO presente en la concentración. En efecto, desde la Asociación de Directores de IES andaluces apuntan que “de un tiempo a esta parte, la gestión que se hace para cubrir las jubilaciones y sustituciones o es muy lenta o es inexistente”.
En detrimento de la salud del centro
Por su parte, Daniel León, representante de las familias en el consejo escolar del instituto hispalense, también comparte la opinión de que el Gobierno de Moreno Bonilla “está desmontando los servicios públicos de manera intencionada”. De otro modo, expone, no se explica que se haya llegado a una “situación insostenible” como la que padece el San Isidoro. Al respecto, este padre señala que el déficit del PAS (personal administrativo) “está tensionando la vida en el centro”, pues se traduce en una sobrecarga para los docentes, que se ven obligados a asumir funciones que no les corresponden, y también para el personal laboral, que trabaja bajo mínimos.
Lo confirma Antonio Hurtado, ordenanza del histórico I.E.S sevillano desde hace 15 años, y el único que queda actualmente. Desde que se jubiló su compañero hace unos meses, afronta su labor con una presión añadida: “Siempre pensando en que no surja ningún imprevisto, que no me pase nada porque si no, a ver quién abre el centro”, reconoce a elDiario.es Andalucía.
Precisamente, el secretario general del Sindicato Provincial de Enseñanza de CCOO de Sevilla, Juan Alberto Barrios, alerta de que la carencia de personal no solo afecta al desarrollo de las actividades diarias del centro, sino que repercute “seriamente” en la propia “salud laboral” de los trabajadores. En este sentido, explica que la “sobrecarga de trabajo” que tiene que asumir una plantilla mermada, conlleva un “aumento del riesgo psicosocial”, esto es, estrés generado en el ámbito laboral en el que un individuo desempeña sus funciones. Algo que el director del I.E.S Julio Verne advierte en la única limpiadora que queda en el instituto al que le corresponden cinco por RPT. “Llevamos todo el curso con una sola limpiadora para 750 alumnos y 80 profesores con una sobrecarga de trabajo brutal”, se aqueja Julio Lozano. Con la consiguiente repercusión en el alumnado. “Mis hijos han optado por no ir al servicio en toda la mañana”, lamenta Rafael, miembro del AMPA del San Isidoro que padece un escenario similar en lo relativo al personal de limpieza y, en su caso, por el cierre de la mayoría de los baños por deterioro.
Análisis en curso
Se trata de un problema complejo, como coinciden en señalar las distintas partes implicadas. La cuestión es que el personal de administración y servicios depende de la Consejería de Justicia, Administración y Función Pública, aunque desarrolle su labor en el ámbito de la educación. Esto se traduce en desajustes entre las necesidades de los centros educativos y los trabajadores que proveen desde el departamento al que en realidad pertenecen. Aun así, fuentes de Función Pública consultadas por este diario indican que en estos momentos están estudiando junto a la Consejería de Desarrollo Educativo los casos más urgentes para aportar una solución y argumentan que están a la espera de que se resuelva la normativa estatal que habilite flexibilizar las reposiciones. Asimismo, señalan que esta semana se ha lanzado un llamamiento de 355 interinos para administrativos en centros educativos.
No obstante, mientras la voluntad expresada no se materialice en medidas concretas, y hasta que se cubran las vacantes que se demandan, las AMPAS y CCOO aseveran que van a continuar desarrollando movilizaciones por todo el territorio andaluz. De hecho, adelantan a elDiario.es Andalucía que el jueves de la próxima semana se van a reunir frente a la sede de Función Pública, junto con el resto de entidades sindicales que apoyan esta reivindicación.
Porque los sindicalistas temen que la solución de la Administración pase por “sentar las bases para privatizar estos servicios” a través de empresas externas, como ya ha ocurrido en centros de primaria y secundaria de Andalucía, según afirma la responsable sindical del sector de personal laboral de CCOO. “El fin último del Gobierno andaluz es privatizar los servicios públicos empezando por el personal más débil”, alerta Carmen María García. Y el más envejecido, pues como apunta Emilio Díaz, las dos únicas limpiadoras con las que cuenta ahora mismo el personal de limpieza del I.E.S Triana superan los 65 años.
Problema generalizado en la comunidad
Por el momento, algunas de las medidas que se han adoptado pasan por desplazar al personal de limpieza a puestos de ordenanza, o bien, trasladar “con carácter urgente” al personal en activo de un centro a otro que lo necesita más. Esto último es lo que ha sucedido en el I.E.S Averroes. Su directora, Pepa Cobos, asevera que todo el instituto está conmocionado desde que el curso pasado, “en pleno proceso de matriculación”, presenciaron cómo Pilar Camacho, la auxiliar administrativa que llevaba más de dos décadas trabajando allí, se veía forzada a abandonar al centro para incorporarse a otro en la provincia de Córdoba que carecía de esta figura profesional. “Eso es desvestir un santo para vestir a otro”, reprocha esta directora que ensalza la labor “tan necesaria” que realiza el PAS en los centros educativos.
Para la trabajadora afectada es doloroso recordar cómo “de un día para otro” y “sin previo aviso” entró a trabajar en el I.E.S Fuensanta, donde todavía desarrolla su función de administrativo, atendiendo a mas de 1.500 alumnos sin ningún apoyo. Pilar lleva 35 años trabajando para la Administración pública y asegura que “cada vez va a peor”. “Quieren recortar en personal y que asumamos más carga de trabajo, pero hay un momento en que ya no puedo más”, deplora la auxiliar, que sufre al reconocer el “deterioro” que está sufriendo a su juicio “la educación de calidad” en Andalucía.
“Silencio” administrativo
La redacción de este diario ha contactado con una decena de centros de secundaria que sufren carencias de personal laboral. Común a la mayoría de los directivos es el tono de resignación que desprenden cuando detallan sus deficiencias. Por lo general, los directores han asumido que van a tener que lidiar con la falta de PAS durante el curso, a tenor de la insuficiencia presupuestaria que alegan desde las delegaciones de Educación cuando son preguntadas, en caso de que emitan contestación.
El director del I.E.S Julio Verne, Joaquín Lozano, se confiesa “muy enfadado” con las instituciones. Ocupa la dirección desde hace 14 años y asegura que nunca antes había presenciado tal “silencio” por parte de la Administración. “No sé lo que está pasando, pero me gustaría saberlo”, declara con el rostro serio por la indignación. Este sentimiento de incomprensión también es generalizado en el resto de directivos. No se explican por qué no se cubren las bajas o las jubilaciones, cuando se supone que son puestos dotados presupuestariamente. Y se preguntan a dónde va a parar esa partida que hasta hacía unos meses estaba asociada a un trabajador. Ejemplo de esta mezcla de hastío e incredulidad es uno de los comentarios de Emilio Díaz: “No tienen intención de cubrirlas, a pesar de que está dotada económicamente”.
A juicio de los sindicatos, este silencio esconde “una clara voluntad de desmantelar la educación pública, aprovechando el paulatino envejecimiento de las plantillas”, como denuncia desde CCOO Alberto Barrios. Según este sindicalista especializado en enseñanza, “no reponen la plantilla por un criterio economicista de ahorro y de recorte” que encierra “una estrategia de privatización”. A pesar de las incógnitas y del panorama incierto que se dibuja en el horizonte, la comunidad educativa insiste en que va a seguir defiendo la calidad de un servicio público esencial como es la educación, reivindicando a un personal “imprescindible” en este engranaje que lucha por el futuro de los andaluces.