El coordinador general de IULV-CA y candidato a la Junta, Antonio Maíllo, ha anunciado este jueves que su formación votará en contra de la investidura de Susana Díaz como presidenta de la Junta porque existe un evidente “problema de credibilidad”, después de que en la anterior legislatura importantes compromisos se hayan quedado sobre la mesa.
En rueda de prensa tras su reunión con la presidenta de la Junta en funciones y ganadora de las elecciones, Maíllo ha dicho que “no son tiempos de voluntarismo ni de escenificación de voluntades de la nada, sino de escenificación de hechos concretos”. “Queremos ver si lo que dice que va a defender y proponer, lo va a ejecutar”, ha señalado Maíllo, insistiendo en que IU votará “no” a la investidura.
Maíllo ha querido dejar claro que Izquierda Unida “no es responsable” de la situación que existe en este momento y sigue pensando que no había razones para el adelanto electoral que nos ha llevado al escenario actual.
Un Parlamento “plural”
Ha agregado que es evidente que de las urnas ha salido un Parlamento “plural” en el que se necesita del diálogo y del concurso de todas las fuerzas políticas y ha advertido de que ya no basta con los acuerdos, sino que hace falta la ejecución de los mismos. “Obras son amores y no buenas razones”, ha apuntado.
El dirigente de IULV-CA, que ha lamentado que se hayan quedado sobre la mesa gran parte de los compromisos que su formación asumió con el PSOE-A en el acuerdo de gobierno, ha indicado que ellos tienen clara su posición en este nuevo escenario: los andaluces los han situado en la “oposición por la izquierda” que intente abrir camino a propuestas en favor de la mayoría social para sacar a Andalucía de la crisis. Para ello, según ha recalcado, tienen un programa “muy claro y definido”.
Asimismo, Maíllo ha aprovechado para reclamar que la nueva Mesa de la Cámara refleje la pluralidad que existirá en la institución, de manera que si ninguna fuerza tiene mayoría absoluta, tampoco puede haberla en ese órgano. Ha insistido en que un Parlamento plural, sin mayoría absoluta, obliga al diálogo para que se conviertan en realidad las propuestas, lo que es fundamental para dar credibilidad a la acción de gobierno.