El pleno del Ayuntamiento de Huelma (Jaén) ha rechazado hace unas semanas, por unanimidad de todos los grupos políticos (IU, PSOE y PP), la instalación de macrogranjas en su municipio. Lo hacía con la aprobación de una moción presentada por IU, formación a la que pertenece el alcalde, Francisco Ruiz, y con un texto, que en principio parecía copiado de tantas otras que se han presentado en las últimas semanas en muchos ayuntamientos tras la aparición de una entrevista al ministro de Consumo Alberto Garzón en la que se refería a este tipo de instalaciones.
Sin embargo, es en Huelma donde cobra sentido de verdad este tipo de mociones, después de conocerse a finales de enero que estaba prevista la instalación de una granja intensiva de porcino dentro del término municipal de Solera, pedanía de la localidad de poco más de 200 habitantes.
Una explotación con unos 2.460 cerdos, más que habitantes tiene la pedanía, situada a 2,5 kilómetros de la población, con balsa de purines, estercolero, y la construcción de una explanada de unos 5.000 metros para facilitar la entrada y salida de camiones. Todo ello en un entorno natural privilegiado.
Explican desde la Plataforma “Solera libre de macrogranjas”, que se enteraron del proyecto, después de que se les comunicara a los linderos, los propietarios de terrenos colindantes al terreno donde está previsto que se instale.
Los vecinos se han levantado contra la macrogranja. Se han movilizado, y, en apenas dos semanas, se han recogido casi 2.100 firmas, a través de change.org pidiendo al Ayuntamiento, que rechace el proyecto, después de haber admitido a trámite la solicitud presentada para su aprobación. Además de hacerlo en persona en todo el municipio de Huelma.
Vecinos y simpatizantes recuerdan que Solera y su entorno es reconocido por su ubicación privilegiada, su belleza, y su entorno natural, bien conservado. A un paso del Parque Natural de Sierra Mágina, fuente además de desarrollo económico, frente a una granja intensiva que solo dará trabajo a dos personas.
Aseguran que una explotación porcina intensiva de este tipo solo llevará a su término municipal contaminación, malos olores, y un sobre consumo de sus acuíferos ya muy mermados debido a la sequía, cuando las reservas de agua son prioritarias.
De hecho, estiman que el consumo de este tipo de explotaciones es de unos 8,5 millones de litros de agua anuales por cada 2.000 cerdos, y que no se ha realizado ningún estudio previo sobre la capacidad de los acuíferos de la zona y de si serían capaces de soportar este consumo.
“No queremos tener en Solera lo que nadie quiere” insisten tanto en la recogida de firmas como la portavoz de la Plataforma “Solera libre de macrogranjas”, Ana María Rodríguez. Continúan dando pasos hasta que se descarte por completo su instalación y ya se han personado en el procedimiento administrativo que se sigue en el Ayuntamiento, pidiendo que no se autorice el cambio de tipología de suelo, ahora calificado de “rústico no urbanizable”.
El promotor de la empresa, un joven de 28 años vecino de Campillo de Arenas. José Maldonado Aguilar, asegura que “no es una macrogranja sino una explotación ganadera de nivel 1”. Y explica que cuenta “con todos los permisos solo le falta la licencia de obras del Ayuntamiento”.
Recuerdan que esta actividad es legal, pero para realizar el cambio de tipología del suelo necesitan justificar que es de interés público, algo que dudan, al no generar empleo y sí perjuicios para los vecinos. Es por eso por lo que aseguran que están dispuestos a tomar todas las medidas necesarias, incluso movilizaciones que ya se han producido, hasta acudir a los tribunales.
No quieren que se explote el ecosistema de su pueblo para que otros obtengan un beneficio económico a costa de su futuro.
También han presentado alegaciones al proyecto Ecologistas en Acción Jaén, que aseguran que el lugar donde está previsto que se construya la instalación es un espacio protegido denominado Morrón. Protegido y catalogado como Complejo Serrano de Interés Ambiental, en los años noventa del pasado siglo.
Si el proyecto de Solera viese la luz, sería una más de las 3.235 granjas intensivas de porcino que existen en España, 208 de ellas se encuentran en Andalucía y 13 en la provincia de Jaén. De hecho, según el Registro Estatal de Emisiones y Fuentes Contaminantes (PRTR), localidades jiennenses como Fuensanta de Martos, Baeza, Marmolejo, Andújar, Jabalquinto, Jaén, Vilches, Alcalá la Real, Linares, Úbeda o Castellar, cuentas con explotaciones intensivas de este tipo, alguna de ellas con más de 72.000 cerdos. Todo ello según el registro, que controla sus emisiones de amoniaco, metano, óxido nitroso o monóxido de carbono.
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