Recién elegido secretario general del PSOE de Sevilla, la federación más poderosa del partido en España, prepara el congreso que pondrá en marcha su proyecto con negociaciones internas en las que los ofrecimientos le dan ya para “hacer 10 ejecutivas”. Javier Fernández (1972), alcalde de La Rinconada desde 2007, no espera una corriente crítica pero sí voces discordantes, y el primer paso lo da él haciendo autocrítica y reconociendo el “distanciamiento” que en los últimos años ha tenido de la sociedad un partido que ha “anquilosado” su mensaje. Para reconducir el rumbo aboga por reconciliarse con los sectores sociales de los que se ha alejado, conectar con unos jóvenes a los que hay que convencer “porque su voto ya no es incondicional” y hacerse con la bandera de lo verde, “ahí la izquierda se juega parte del futuro y de las próximas elecciones”.
¿No haber tenido que ir a unas primarias le deja las manos libres para hacer la ejecutiva que quiera?
Lo más importante de que no haya habido primarias es que hemos conseguido ya el primer gran objetivo, que es coser el partido, ir a un concepto de unidad y de cohesión. Además hemos recibido 5.000 avales que han llegado de todos los espacios y de todas las agrupaciones, eso significa que esta parte ya la tenemos cubierta, y esa es una muy buena noticia. Es verdad que esto me deja las manos libres, pero a mí nadie me ha pedido nada.
¿Y qué estructura tiene pensada para el PSOE de Sevilla?
Vamos a intentar hacer un proyecto en el que el PSOE de Sevilla tenga voz propia, que es perfectamente compatible con la lealtad al PSOE de Andalucía y al PSOE federal. Además es la primera vez que tenemos un alcalde como secretario general, en este caso en mi persona, y por lo tanto el PSOE será un PSOE municipalista, va a haber mucho munícipe en la dirección del partido y vamos a captar para el proyecto político muchas buenas prácticas municipales que hay repartidas por toda Sevilla. También vamos a intentar ilusionar primero a la militancia desde dentro para ser capaces después de ilusionar a la gente.
¿Eso cómo se hace?
Quiero un proyecto que resetee con la sociedad. Creo que por diversas razones a lo largo de los últimos años ha habido un distanciamiento con la sociedad, con los sindicatos, con el tercer sector, con todos los sectores sociales, culturales, deportivos, sanitarios, educativos... Es bueno que el partido evidentemente mire para adentro, pero que también tenga la capacidad de llegar a través de una especie de red social a todos esos sectores que tradicionalmente han estado en la agenda y en la prioridad absoluta del partido. Tenemos muchas ideas y por ahí es por donde queremos enfocar ese proyecto para volver a ilusionar a la gente, teniendo en cuenta que el primer gran objetivo que tenemos por encima de todo es construir un proyecto para que seamos capaces de recuperar la confianza en las próximas elecciones autonómicas. Tiene que haber un PSOE lo suficientemente preparado para ser la alternativa a esas políticas de derecha que tanto daño le están haciendo a Andalucía.
¿Considera entonces que se pasa página en el PSOE de Sevilla y que no habrá corrientes críticas?
Creo que el hecho de haber obtenido 5.000 avales en una agrupación como la nuestra y que solamente haya una candidatura significa que hemos pasado página no solo de este proceso provincial de primarias sino también del 13 de junio, cuando hubo un proceso de primarias muy importante en el PSOE de Andalucía. ¿Eso significa que no va a haber voces críticas? Yo no solamente creo que las va a haber, sino que además creo que es bueno que el partido tenga diversas voces, pero no creo que vayan a existir corrientes organizadas. La unidad no tiene que confundirse con uniformidad, y yo soy el primer interesado en que haya no tanto voces críticas como opiniones diversas sobre temas varios. No podemos quedarnos en pensar en el escenario de un pensamiento único.
¿Lo de tener voz propia significa que Sevilla va a poner los galones encima de la mesa como la federación socialista más potente de España?
Bueno, usted lo dice de una manera y yo de otra: tener voz propia significa que Sevilla va a tener un plan, saber dónde vamos, saber cuáles son las necesidades que esta tierra tiene en cualquier ámbito, en los ámbitos social, educativo, sanitario, de las infraestructuras, de la necesidad... Y es perfectamente compatible que Sevilla tenga un plan de lo que quiere ser a corto, medio y largo plazo con esa lealtad que evidentemente tenemos que tener con el PSOE de Andalucía. Pero no es una cuestión de galones.
Quiero un PSOE de Sevilla que tenga una cara amable y que sea reconocible, pero que sobre todo que sea un partido que entiendan los compañeros
¿La voz de Sevilla debería escucharse más, por ejemplo, en el PSOE federal?
En el PSOE federal hay una importante representación de Sevilla con Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, con Beatriz Carrillo, vamos a tener 13 compañeros y compañeras que representan el PSOE de Sevilla en el Comité Federal... Pero yo hablo de que el PSOE de Sevilla, que es el PSOE más importante de España desde el punto de vista provincial, tiene que ser un partido que sea la columna vertebral del PSOE federal y que además sea el corazón desde el que bombea el PSOE de Andalucía. El partido no va a recuperar el Gobierno en Andalucía si no tiene un PSOE de Sevilla alineado y fuerte, igual que el PSOE federal no va a poder tener nunca unos buenos resultados a nivel nacional si no tiene un PSOE de Andalucía fuerte. Eso es perfectamente compatible con exigir cuáles son las necesidades que tiene nuestra tierra. Y quiero un PSOE de Sevilla que tenga una cara amable y que sea reconocible, pero que sobre todo que sea un partido que entiendan los compañeros.
La primera meta volante serán las elecciones autonómicas, ¿ahí el reto de Sevilla es recuperar parte de este voto que no se movilizó en 2018?
Uno de los diagnósticos que hicimos con absoluta rotundidad de lo que pasó en diciembre del 2018 en las elecciones autonómicas es que gente que había sido votante del Partido Socialista se quedó en su casa. No fuimos capaces de movilizar a 400.000 personas que habían votado en anteriores comicios al PSOE de Andalucía y que en aquel momento la oferta electoral, el proyecto político, las personas, todo en conjunto, no le atrajo para ir a votar. Se quedó en casa, no votó. Y son 400.000 personas que sabemos que tienen un recuerdo de voto, que sabemos que nos han votado y que en el momento en que se les da un motivo para ir a las urnas lo normal es que voten al Partido Socialista. Hay un granero de votos a recuperar y ese será el trabajo del PSOE de Andalucía y de cada una de las provincias.
¿Y cuáles son los pasos que hay que dar para eso?
Tendremos que hacer un proyecto muy inteligente para los jóvenes, creo que hay un voto joven que ya no es un voto incondicional, que puede votar a una fuerza política en las europeas y otra cosa en las autonómicas y en las locales. A los jóvenes ya no les podemos hablar con las mismas señas de identidad que allá por los años 80 o los 90. Tú a los jóvenes tienes que convencerles, y hacerlo todos los días, de que tienes un plan para ellos, un plan en materia de vivienda, de empleo, de formación, es decir, un plan que les genere expectativas para primero volver a creer en la política y que entiendan que hay una fuerza política como el PSOE que les puede representar.
Habla de rejuvenecer, ¿el mensaje del PSOE en Sevilla y en Andalucía ha quedado anquilosado?
Pues es posible que durante un tiempo sí. Tenemos un ideario que viene del Partido Socialista, que tiene 142 años de historia, un ideario de discriminación positiva para la gente que no tiene de todo, que se basa en las políticas sociales, en la educación, en la salud. Todo eso es importante, pero en cada momento de la historia el partido ha ido adaptando su ideario al momento político, al momento social que le ha tocado vivir. Entonces, es posible. Yo además soy de los que piensa que la democracia no se equivoca nunca, cuando la gente vota elige responsablemente. Y aunque ganamos las elecciones del 2 de diciembre del 2018, mucha gente votante nuestra se quedó en casa porque no la ilusionamos. ¿Eso significa que el proyecto se queda anquilosado? Bueno, podemos definirlo así o podemos decir simplemente que no fuimos capaces de llegar como había que llegar. Y esto no es una opinión, esto es información evidente porque nos faltaron 400.000 votos. El PSOE tiene que ser capaz de captar ese voto desde la vivienda, desde el empleo, desde la bandera verde. Aquella formación política que sea capaz de captar la bandera de lo verde, del cambio climático, de la transición ecológica, posiblemente tenga mucho camino recorrido.
Esa bandera es la misma que también ha cogido la Junta de Andalucía...
Lo que pasa es que si te encuentras con un presidente del PP a nivel nacional que dice que la energía solar no funciona porque no se sabe cómo se calienta la placa, pues imagínate tú el nivel. Es complicado que la derecha dé lecciones en muchos ámbitos, y en el del cambio climático, de la digitalización, de lo verde no le avala una trayectoria. A Andalucía no le va mejor en nada con el PP. No hay ni una sola bandera en la que puedan decir que haya un solo hito, un solo ámbito, un solo sector en el que se pueda decir que Andalucía va mejor. Y en el tema de lo verde es muy difícil imaginar al PP con esa bandera, pero la izquierda ahí es donde nos jugamos parte del futuro y de los próximos comicios electorales.
No voy a hacer una ejecutiva de cachos, ni de tribus, ni de familias para que unos estén más contentos y otros menos contentos
¿Con qué estructura de partido va a plantear esa batalla?
Estamos dándole muchas vueltas a ese tema pero no estoy pensando en nombres, estoy pensando en una estructura que sea polivalente, transversal, capaz de llegar como una especie de red a toda la provincia de Sevilla. Cuando tengamos definida una estructura moderna entonces empezaremos a ponerle nombre a las cosas y a los equipos, pero sobre todo voy a intentar hacer una ejecutiva con gente muy leal y muy capaz. Ni el PSOE en particular ni la política en general se pueden permitir el lujo de desaprovechar el talento, cuesta mucho trabajo que la gente con capacidades quiera meterse en el mundo de la política como para desaprovechar eso. Lo que sí es que no voy a hacer una ejecutiva de cachos, ni de tribus, ni de familias para que unos estén más contentos y otros menos contentos.
¿Preguntarle por su secretario de Organización es para nada?
Sí, porque además no lo sé. Hasta ahora no me han pedido nada, porque la gente es muy prudente, pero con las conversaciones que he mantenido ya tengo ocho secretarios de Organización, nueve vicesecretarios y 14 secretarios de Política Municipal. Tengo para hacer 10 ejecutivas. La gente está siendo muy responsable y tengo que agradecer que me han apoyado y me han prestado su conformidad y su respaldo de manera gratuita. Pero insisto, no tengo decidido todavía nada, va a depender del talento, las capacidades y lo que quiero, que es que todo el mundo esté.
¿Eso significa que habrá representantes de la etapa anterior?
Pues mire, durante la campaña dije que quería romper con la lógica de los 'ismos'. Aquí ya no hay nadie que tenga un cartel, aquí no hay ni sanchismo, ni susanismo, ni espadismo, ni fernandismo, el único 'ismo' es el de socialismo. Y evidentemente, intentar contar con todos, independientemente de si me han avalado o no, de si votaron a Susana o a Juan, o de si en su día votaron a Pedro. Es que no creo que el partido se pueda permitir el lujo de renunciar al talento, a la capacidad y a la gente buena.
Por cierto, el camino para ser secretario general lo inició como el señalado por el dedo de Juan Espadas, ¿cómo lleva ese cartel?
Bueno, usted dice el señalado por el dedo de Juan Espadas y yo digo que soy una persona de confianza de Juan Espadas, que es diferente. Yo lo llevo bien, para mí no es ningún problema, imagino que todo el mundo estaría encantado de tener la confianza de Juan Espadas. Además, tengo la tranquilidad de que Juan Espadas no ha convencido a nadie sobre mí. Yo tengo la confianza de Juan, y Juan tiene mi confianza, mi lealtad, mi respeto y voy a ser el primer 'soldado' sevillano en ayudarle a intentar que sea presidente de la Junta Andalucía, porque además creo que es un hombre de una solvencia muy potente. ¿Me gusta el apoyo de Juan Espadas? Me encanta.
La tradición del PSOE en Sevilla ha sido que el secretario general del partido va por un lado y el presidente de la Diputación va por otro, pero en otras provincias la misma persona ostenta ambos cargos. ¿A qué modelo apunta?
Esa es la pregunta del millón que me vienen haciendo. He estado estos días en la Diputación para hablar con Fernando Rodríguez Villalobos y lo que he hecho es seguir el camino que ya trazó Juan Espadas, porque el PSOE tiene sus procesos internos y nunca queremos que desestabilicen a las instituciones, las cosas hay que hacerlas con tranquilidad y con calma. Fernando tiene nuestro compromiso para acabar la legislatura en 2023, cuando serán las elecciones municipales y atisbo que al PSOE en esta provincia le va a ir muy bien. Entonces se reconfigurará la Diputación y ya veremos en qué línea, será lo que mejor le venga a la gente, no lo que mejor le venga al partido.
¿Pero le gustaría ser presidente de la Diputación?
Pues mire, a mí el poder no me interesa por el poder. Para mí lo cómodo en este proceso hubiera sido quedarme en La Rinconada, donde tenemos estabilidad y una agrupación potente, pero sé que el momento invitaba a dar un paso adelante porque los que somos inconformistas pensamos que todo es mejorable. Yo me veo de secretario general en estos momentos, y me veo también de alcalde de La Rinconada en 2023.
El socialista con mayor poder de Andalucía va a ser Juan Espadas, que va a ser secretario general del PSOE Andalucía y presidente de la Junta, es la figura más importante que tiene el PSOE
Si el secretario general de Sevilla es a la vez presidente de la Diputación se convertiría en el socialista con mayor poder de toda Andalucía...
El socialista con mayor poder de Andalucía va a ser Juan Espadas, que va a ser secretario general del PSOE Andalucía y presidente de la Junta, es la figura más importante que tiene el PSOE. El problema no es del secretario general del PSOE de Sevilla o del presidente de la Diputación de Sevilla: la evidencia es que Sevilla supone el 22% de Andalucía, tanto en población como en militancia. Al final el peso de Sevilla es el que es y eso es lo verdaderamente importante.
¿Y el presidente de la Diputación tiene que venir de un pueblo pequeño o grande?
Lo importante no es tanto de dónde viene el presidente sino qué políticas hace, de nada vale tener un presidente de un municipio pequeño que llega a la Diputación y quiere agradar a los grandes o al revés. Al final lo importante es que el partido tiene que aplicar en las instituciones donde esté una discriminación positiva sobre el que más lo necesita. En el esquema provincial los graneros de apoyo político, no hablo ahora sólo de lo orgánico sino a nivel institucional, están en la capital y en las grandes ciudades del área metropolitana. La gran virtud que tiene el partido es que sabe que ahí es donde están los apoyos que te hacen ganar elecciones, pero cuando llega a las instituciones aplica ese concepto de igualdad a los más pequeños. El ejemplo que pongo mucho es el de Emasesa [la Empresa Metropolitana de Aguas], porque su filosofía me sirve para todo: el agua sale con la misma calidad en la Plaza de Cuba o en Nervión que en El Ronquillo y vale lo mismo para el ciudadano. Sin embargo, para Emasesa es mucho más costoso llevar agua a El Ronquillo que llevarla a Nervión. Eso es la discriminación positiva.
¿El futuro alcalde de Sevilla tendrá un puesto en su ejecutiva?
Evidentemente, el alcalde de Sevilla siempre ha sido un perfil importante dentro de la dirección política y tiene que seguir siéndolo.
Lo digo porque Antonio Muñoz va a ser el futuro alcalde y no tiene ningún cargo en el partido...
Eso no lo estoy diciendo yo, lo está diciendo usted. Vamos a respetar un poco los tiempos de Juan Espadas, que va a reformular un poco su hoja de ruta para seguir siendo alcalde hasta que apruebe los presupuestos. No hay ni un solo día en que la ciudad haya estado huérfana de alcalde y además incluso hace un último esfuerzo. Hay que ver el contraste de eso con el esperpento que estamos viviendo con los presupuestos de la Junta, con un tacticismo absoluto y un teatrillo del PP y Cs, que se han tomado a guasa las propuestas serias y sensatas que el PSOE y Juan Espadas habían hecho para poder aprobarlo.
¿La salida de Juan Espadas pone en riesgo la Alcaldía de Sevilla para el PSOE?
En esto el PSOE tiene que ser un partido lo suficientemente responsable para poner en cada momento lo mejor que tenga en la oferta electoral, y lo mejor que el PSOE tiene hoy por hoy en Andalucía para la oferta electoral autonómica es la figura de Juan Espadas. Sevilla está muy bien gobernada por un grupo compacto, con un proyecto de presente y de futuro. No me cabe la menor duda de que el compañero que asuma la Alcaldía de Sevilla va a continuar ilusionando a la gente.
¿El elegido para sustituir a Espadas tiene que ser el candidato en 2023?
Bueno, vamos por fases, porque el tiempo irá diciendo. Ya llegará el momento, entonces tendremos que tomar esas decisiones. Lo ideal a priori sería que la persona que pongamos vaya como un tiro, las encuestas sean magníficas y al final la ciudadanía la quiera y que no haya ni debate. Pero bueno, el tiempo dirá. En el ámbito municipal, al final las cartas se reparten de nuevo en todos los sitios: no se trata ni de que tengamos perdidos los 33 municipios que queremos recuperar desde las alternativas ni que tengamos ganados los 73 donde gobernamos. Cuando llega el momento, el reloj se pone a cero y hay que reactivar todos los municipios.