El profesor de la Universidad de Sevilla Joaquín Urías, que perdió frente a la funcionaria Begoña Gutiérrez, en las primarias para elegir la secretaría general de Podemos en la capital hispalense, ha decidido echarse “a un lado” del partido. Después de haber sido el primero en presentarse en Sevilla para este proceso, y tras ser batido por apenas 60 votos por su rival, se ha despedido con un mensaje en su perfil de la red social Facebook, donde asegura haber conocido “lo peor del aparato de Podemos” las últimas semanas. Lo dice tras haber liderado la candidatura más cercana a las bases frente a una Begoña Gutiérrez respaldada por el equipo de Pablo Iglesias, cuyas listas han sido las que se han impuesto en prácticamente todas las ciudades.
“Mantengo toda la ilusión por el cambio, por echar a los sinvergüenzas que nos gobiernan y por dar poder a los de abajo. Y apoyo a Podemos porque la gente lo ve como un instrumento para este cambio. Pero dejo desde este instante de participar o intentar participar en la gestión de ningún órgano o mecanismo de Podemos”, manifiesta en su escrito. En el mismo recuerda que nunca había pertenecido a ningún partido y que se ha visto rodeado de “gente ávida por conseguir una parcelita de control a través del modo que sea, no importa lo sucio o agresivo que resulte”. De este modo, arremete contra esa “gente ambiciosa y sin escrúpulos que vive en la puñalada trapera al compañero y en la falta de principios”. Estos enemigos que ha encontrado son, según pone de manifiesto, “casi todos con trayectoria en otras organizaciones” y “acostumbrados a esas miserias”.
De todas maneras, confiesa seguir creyendo en Podemos, y los votará, “porque es la única esperanza de la gente”. Pero no “en ese aparato sucio que están creando”. De hecho, seguirá militando en Podemos, pero sin el hueco que le hubiera gustado tener. “Ya no tengo espacio para trabajar ahí. Me han dejado muy claro que no tengo nada que aportar a un proyecto como éste”, sostiene. Para concluir: “Que lo celebren los sinvergüenzas que llevan semanas pidiéndome a gritos que me vaya. Yo celebraré más lo tranquilo que me quedo. Y que no he renunciado a nada. Yo estoy donde estaba, con la gente”.