El Tribunal de Cagliari (Italia) ha resuelto que los hijos de Juana Rivas permanezcan con ella hasta el miércoles como se había previsto inicialmente después de que tanto ella como su expareja y padre de los menores, Francesco Arcuri, hayan comparecido este martes “por separado” ante el juez en el marco del procedimiento abierto para dirimir sobre la custodia de los niños, que ambos reclaman.
El conflicto vivido en las últimas horas sobre la estancia de los menores con la madre mientras estuviera en Italia ha centrado la mayor parte de esta vista preliminar, que se ha prolongado durante casi tres horas, y con la que se activa este procedimiento por el que se irán practicando más pruebas y diligencias en los próximos días de cara al juicio, según han informado los abogados de ambas partes.
El equipo jurídico de Juana Rivas ha terminado de formalizar esta mañana ante la Policía italiana una denuncia contra Arcuri por un posible delito de desobediencia después de que el lunes no le entregara a los niños.
Las comparecencias de ambos este martes ante el tribunal se han centrado en este tema, sin que se haya profundizado sobre otros pormenores vinculados al proceso, como la supuesta sustracción de los menores por parte de la madre, que los sacó de Italia sin permiso del progenitor, o los presuntos malos tratos que habría sufrido a manos de su expareja.
Arcuri sí ha llevado este martes a los niños hasta Cagliari y, tras ordenar el juez que le sean entregados a la madre sin restricciones salvo que las visitas sean supervisadas por las letradas italianas de Juana Rivas, ésta “ha salido corriendo a buscarlos”, según ha detallado a Europa Press uno de sus letrados, Juan Manuel Pérez. La previsión es que esté con ellos hasta la tarde del miércoles, que es cuando regresa a España.
El abogado de Arcuri, Enrique Zambrano, ha precisado a que “en ningún momento” se han opuesto a que la madre pueda ver a los niños, pero han venido intentando que las visitas fueran monitorizadas por alguien del entorno del padre o por profesionales ante un “temor fundado” de que pueda “desestabilizarlos” dados los “precedentes” que se han vivido en este caso.