La Junta de Andalucía ha solicitado formalmente que el Consejo de Ministros autorice su salida a los mercados para buscar financiación, dejando con ello de depender del Fondo de Liquidez Autonómica (FLA) creado por el Gobierno de España con este objetivo en 2011, pero que supone no sólo elevados intereses para las comunidades autónomas sino también limitaciones a la hora de disponer para qué se destina este dinero, que básicamente es a cumplir pagar a proveedores y reducir la deuda pública.
La Consejería de Hacienda y Administración Pública lleva un año tanteando los mercados para preparar este camino hacia una independencia en la gestión de su liquidez. El que la pasada semana se anunciara por parte de la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, que por tercer año consecutivo la comunidad autónoma ha cumplido en 2017 con el objetivo de déficit -también impuesto por el Gobierno de España y que tampoco comparte- ha sido determinante para registrar este martes la petición, dado que el obligatorio el visto bueno del Consejo de Ministros para poder hacerlo.
La Junta de Andalucía defiende que tiene otras credenciales, como una valoración positiva de las agencias de calificación, que en sus últimos informes le han dado un voto de confianza a la comunidad autónoma por su reducción de la deuda pública. Y cuenta para ello con el respaldo del Parlamento de Andalucía que hace unos meses aprobó una proposición no de ley (PNL) instando a esta operación.
Pero aparte de volver a tener autonomía en la gestión de su liquidez, la Junta de Andalucía busca conseguir crédito con condiciones más ventajosas que las del FLA, que estos años le ha supuesto el pago de más de 1.800 millones de euros en intereses, como ha recordado Susana Díaz en una entrevista en Telecinco este miércoles. Por ello, pretende salir a los mercados y negociar créditos a menor interés y dejar un sistema que el Gobierno de España “ha usado para limitar la autonomía” de los territorios.
Cierto es también que el FLA se creó en un momento en que la banca no confiaba en las autonomías y no les facilitaba préstamos por su elevada prima de riesgo y por esto se articuló este modelo. Sin embargo, el saneamiento de las arcas de la Junta de Andalucía, con el cumplimiento del objetivo de déficit, la contención de la deuda pública y el pago a proveedores en tiempo y forma, le brinda la posibilidad de reclamar con datos que ya no tenga que recurrir al FLA y a sus condiciones, tantas veces calificadas de “leoninas” por el PSOE.
Cabe recordar que todos los grupos del Parlamento de Andalucía defienden la progresiva salida del FLA en sus propuestas para la reforma del modelo de financiación, a excepción del PP que en su dictamen no ha entrado a valorar esta cuestión, si bien podría negociarse que se incluyera en el pacto que se quiere aprobar en los próximos días para un posicionamiento común.