La Ley de Promoción de una Vida Saludable y una Alimentación Equilibrada que ya ha sido enviada para su debate en el Parlamento de Andalucía tiene entre sus puntos más destacados la obligación para establecimientos de restauración de ofrecer agua gratis a sus clientes y medidas para incrementar las fuentes en espacios públicos. Sin embargo, no ha previsto esto para precisamente los lugares donde conseguir un vaso de agua del grifo suele ser una odisea, cuando no imposible: los establecimientos de ocio nocturno y los festivales de música.
Textualmente, la ley recoge que “en los establecimientos de restauración se ofrecerá siempre a los clientes la posibilidad de un recipiente con agua fresca y los vasos para su consumo, de forma gratuita y complementaria a la oferta”, lo que desde la Consejería de Salud confirman que se refiere a bares y restaurantes, que en realidad cada vez son más los que tienen a disposición de los clientes este servicio, incluso para los que no va a consumir.
Otra cosa son muchas discotecas o los bares de copas donde hay casos en los que no es accesible el agua del grifo -directamente la niegan- y un botella puede rondar los cinco euros. Son muchos los testimonios en internet de gente que cuenta que no es ya que no te den el agua en del grifo en la barra, sino que incluso se corta la de los aseos. Pero la situación es mucho más complicada en los festivales de música, y pese a que la ley prevé su suministro en espacios de ocio infantiles y juveniles, no así para estos eventos que suelen congregar a miles de personas y a temperaturas muy elevadas cuando son en verano. Se suma a esto que a la entrada la mayoría impide, por razones de seguridad, que uno lleve su propia botella, por lo que no queda otra: o pagas el agua a precio de cubata o no bebes.
Hace seis meses comenzó a través de la plataforma charge.org la campaña “agua potable y gratuita en los festivales de música #FestivalesConAgua precisamente para luchar contra esto y ya lleva más de 40.000 firmas. Su impulsor, el activista Francisco Artacho, explica: ”No podemos olvidar que detrás de las muertes que se producen en festivales y conciertos está muchas veces la falta de hidratación que acompaña a las altas temperaturas“. Por ello considera que la tramitación de esta ley en Andalucía supone una ”oportunidad“ para corregir esta deficiencia.
“Tan sólo tiene que ampliar, más allá de bares y restaurantes, la obligación de que, organizadores de eventos y propietarios de salas de conciertos y discotecas, tengan que facilitar el acceso a agua potable y gratuita”, expone, para agregar: “En su tramitación parlamentaria, esperamos que se amplíen los supuestos de la ley y se incluya esta petición, y más en una tierra como Andalucía, con altas temperaturas y donde el consumo de agua es más necesarios en su frecuencia. Si no la norma quedará en entredicho”.
Más caro hidratarse que la entrada
“Nos encontramos con una paradoja: un abono para un festival de música, de tres días, puede costar 15 ó 20 euros, pero mantenerse hidratado esos tres días, en sesiones de conciertos que pueden durar 9 horas, puede costar muchísimo más que la entrada”, continúa, dado que las botellas de agua “cuestan mínimo dos”.
En esta línea, apunta que en ciudades como Amsterdam no se puede organizar un festival de música si no se garantiza el acceso a agua potable, que se puede hacer de muchos formas: instalación de fuentes, vasos en barra, fuentes, puntos de suministro para llenar botellas... También en España “hay ya festivales de música que lo facilitan, pero no está regulado”. Pero son minoría: tras contactar con los 80 festivales de música más importantes de España, encontró que sólo el 25% ofrece la posibilidad de acceder a este servicio.
Tampoco en el AVE o en las casetas de feria
Pero pueden plantearse más escenarios objeto de conflicto por cuanto la ley no los han previsto. Por ejemplo, los AVE. Hasta no hace mucho se podía pedir un vaso de agua en el vagón de la cafetería, pero actualmente no la ofrecen porque no es potable. Sólo si se compra embotellada. O más, ¿qué pasa con las casetas de feria? ¿podrían ser incluidas en esta norma?
Se trata, en cualquier caso, de consideraciones que tampoco fueron hechas en los informes del Consejo Consultivo de Andalucía y el Consejo Económico y Social, que en cambio sí llamaron la atención sobre cuestiones del texto como “la abundancia de principios, objetivos y enunciados programáticos, sin fuerza vinculante”, la falta de “dotación presupuestaria” o los “excesivos” plazos para su desarrollo.