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El Gobierno andaluz busca hacer frente común con la oposición para el gasto de los 1.700 millones

La mejora en la economía que plantea el Gobierno de la Nación, y que la Junta de Andalucía comienza a compartir en sus discursos, puede que no la noten los andaluces en los presupuestos autonómicos de 2016, ni con un incremento en las cuentas que permitan más inversión ni con una rebaja en los impuestos como exige sobre todo Ciudadanos (C’s) para darles su voto, imprescindible con un PSOE-A en minoría y con el resto de la oposición mucho más beligerante.

La razón es la llamada “regla de gasto”, que está obligada a cumplir Andalucía en 2016 por ser una de las pocas comunidades autónomas que ha entrado en una situación de equilibrio financiero adecuada según el Gobierno de la Nación y que permite introducir esta obligación extra. Es decir, Andalucía recibirá en 2016 más ingresos del Gobierno de la Nación -en concreto se han anunciado 1.712 millones de euros- pero no podrá gastarlos como quiera.

La interpretación que hace el Gobierno de la Nación es que el 70% de esa cantidad tiene que destinarse a cumplir el límite de déficit -fijado en el 0,3% del PIB para el próximo ejercicio- y a saldar la deuda con la banca, o más bien a adelantar su pago. Es decir, la Junta de Andalucía ya paga puntualmente su deuda, pero se le está pidiendo que ponga más, igual que si uno decide liquidar parte de su hipoteca merced a ingresos extra en lugar de, por ejemplo, destinarlos a vivir un poco mejor después de años de ahogo por la crisis. Y lo peor es que esa regla de gasto no es para el próximo año, sino para los venideros también.

Por ello, la consejera de Hacienda y Administración Pública, María Jesús Montero, quien cree que esto “penaliza a las comunidades autónomas cumplidoras”, ha empezado una ronda de contactos con los grupos del Parlamento de Andalucía para hablar de los presupuestos autonómicos de 2016. Lo primero que hará es plantearles la necesidad de que todos respalden la propuesta aprobada por el Consejo de Gobierno este martes para variar la interpretación de la regla de gasto hecha por el Gobierno de la Nación a las comunidades autónomas.

Este miércoles se ha reunido con el portavoz parlamentario de IU, Antonio Maíllo, que ha visto bien la propuesta de la consejera, e incluso cree que se puede ir a más, mientras que el jueves se verá con los líderes de C’s y Podemos. Y con el del PP-A, “cuando cuadren agendas”.

Lo que propone

La propuesta de Andalucía permitiría disponer de la totalidad del aumento de estos ingresos (los 1.700 millones), al excluir del gasto computable de referencia los fondos del modelo de financiación que cubren los servicios públicos fundamentales: el Fondo de Compensación Interterritorial y el Fondo de Cooperación. Es decir, no quiere que esos fondos que van, a su juicio, a servicios fundamentales computen como gasto y por tanto afecten y entren en el tope que le pone el Gobierno de Rajoy.

Del mismo modo, plantea una cláusula de salvaguarda que suponga excluir del cómputo un determinado porcentaje para destinarlo a inversión. Esto permitiría, según la Junta de Andalucía, cumplir la Ley de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera, a la vez que obtener un incremento de los recursos destinados a los servicios públicos fundamentales y a la inversión y la creación de empleo con las cuentas de la comunidad autónoma para 2016.

La propuesta ha sido remitida esta semana al Ministerio de Hacienda, a la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) y a la Intervención General del Estado, y el Gobierno de Andalucía confía en que sea tenida en cuenta.

En paralelo, el PSOE-A presentará una proposición no de ley en el próximo pleno del Parlamento de Andalucía en este sentido, que estaría decidido a retirar si todos los grupos respaldan la propuesta de aplicación de regla de gastos hecha por el ejecutivo de Susana Díaz tras esta ronda de contactos. El portavoz parlamentario del PSOE-A, Mario Jiménez, ha expuesto que tal y como está prevista la regla de gasto compromete la elaboración de los presupuestos autonómicos y por eso considera clave que se acepten las consideraciones hechas desde Andalucía y que todos los partidos vayan a una.

El PP dice que el ánimo es “confrontar”

Mientras, Carlos Rojas (PP-A) ha asumido con cautela esta propuesta a la espera de su reunión con la consejera, pero sí ha dicho que lo que hace la Junta de Andalucía en este tema es confrontar. En esta línea, ha censurado: “Cuando a Andalucía se le están dando casi 30.000 millones de euros de financiación extraordinaria y su respuesta es esta… Es lamentable”. Habla de “excusas” por parte del Gobierno de Andalucía. “El dinero que se recibe es para lo que es. Tiene que cumplir con sus responsabilidades”, ha continuado.

Sobre la bajada de los impuestos, María Jesús Montero ha reiterado lo mismo de la semana pasada. No está en condiciones de decir si podrá ser en 2016. Será cuando los ingresos lo permitan salvaguardando los servicios públicos fundamentales, y será en esta legislatura, como se ha comprometido la presidenta de Andalucía, Susana Díaz, y porque está en el programa electoral del PSOE-A, según ha recordado. El si es en 2016 o para otro año no podrá saberse hasta que haya cuadrado los ingresos, y la cuestión de la regla de gasto podría influir en ello.