Barrio Abierto es una iniciativa de la gente para la gente. Unas Jornadas de Puertas Abiertas organizadas el sábado 14 y domingo 15 en el Casco Antiguo de Sevilla. Y llegan en esta ocasión con más de treinta participantes y un centenar de actividades en torno al arte, la artesanía, las artes escénicas, la música y la acción social: pasacalles, talleres para niños y adultos ávidos de nuevos aprendizajes, exposiciones y conciertos, degustaciones de vinos y comida, trueques, conferencias… ¿El objetivo? Abrir las puertas de su día a día, salir a las calles para dar a conocer a todo aquel que quiera participar y disfrutar, la vida social que se desarrolla en los distintos espacios, oficios, profesiones y generaciones de este barrio. Como destacada novedad, en esta IX edición se han ampliado a cuatro las zonas participantes: el Pumarejo, el Pelícano, Pasaje Mallol y el Huerto del Rey Moro.
Con esta propuesta, Barrio Abierto viene a mostrar que difícilmente se pueden trazar mapas cuando alguien se adentra en el Casco Antiguo de Sevilla. Porque si nos preguntamos “¿dónde acaba el barrio?”, nos quedamos sin respuesta en términos de fronteras. La respuesta para quienes han hecho posible esta iniciativa es de otra índole, de una más cercana: “los límites de un barrio se desdibujan para cada persona”. Es decir, el barrio es y será lo que sus habitantes deciden y necesitan que sea. Un espacio común que facilita las relaciones y el diálogo entre los vecinos y, por tanto, la lluvia de ideas y la consecución de proyectos desde lo colectivo. Asimismo, Barrio Abierto nos abre también a un paisaje de las “Sevillas” que hay dentro de Sevilla. A la oportunidad de conocer la ciudad más allá de las postales turísticas, adentrándonos en lo que -con sabor a pasado, presente y futuro- se cuece en sus callejuelas y su incipiente diversidad cultural. ¿Es posible que un ceramista de 50 años, un niño de 9 y una arquitecta de 30 compartan una actividad? Lo es y, como dice Ignacio, uno de los vecinos: “es trabajar divirtiéndote. Y esto es posible porque compartimos lugares comunes, de trabajo y de ocio a la vez”.
Hasta este año, Barrio Abierto se había llamado Se Parte del Arte, que surgió de los Corralones del Pelícano, Pasaje Mallol y Castellar para mostrar los espacios y oficios artísticos y artesanales que tradicionalmente se habían concentrado en este área. Para esta IX edición, se han sumado a las jornadas las zonas del Pumarejo, el Huerto del Rey Moro y el Mercado Social de Sevilla, dando así nuevo nombre y dimensión al evento. En esta edición, además de dar a conocer los perfiles artísticos y artesanales, los vecinos mostrarán los espacios, profesiones e iniciativas que, fruto de las relaciones entre vecinos y culturas, han ido emergiendo en el resto del barrio durante los últimos años y generaciones.
¿Qué espacios y actividades abrirán sus puertas en estas jornadas?
Más de 30 participantes conforman la programación cultural y lúdica de esta IX edición de las jornadas, en la que participan más de treinta espacios.
“Me encantan los mecanismos” sumado a “si soy capaz de imaginarlo entonces puedo hacerlo realidad”. Dos ideas bastaron para dar un resultado: de profesión, inventor mecánico. A ello dedica sus días Ignacio Rodríguez en el Pelícano Mecánico. Como ejemplo de una de sus últimas creaciones presentará durante las jornadas Carmiña, máquina prototipo de Carmen, que está en el Museo del Baile Flamenco de Cristina Hoyos. Una máquina automática de percusión, resultado de una línea de investigación que empezó hace dos años, y que reproduce analógicamente los diferentes ritmos de las partes que compone una bulería. “Con esta máquina tú podrás componer tu propia bulería, ser un dj analógico”, explica Ignacio. Además de esta presentación, ha organizado otra actividad que parte del invento y a la que llama a participar a los pequeños y no tan pequeños: un concurso de cohetes. “No necesitas más que un cartón o una botella de plástico y algo de ingenio. Sin gastarte un euro puedes crearlo tú mismo. La idea con estas jornadas es ésta, divertirnos”. Para conocer las destrezas de este inventor y de sus máquinas, su local está el nº16 del Corralón del Pelícano.
Michela Ghislazoni es, por resumir en tiempos de constante reinvención profesional, arquitecta. Acude cada día a La Bañera, un pintoresco coworking que está en el Corralón del Pelícano en el que comparte espacio de trabajo junto a otros profesionales. En total, 17 entre arquitectos, diseñadores gráficos y web, informáticos, pintores, investigadores y músicos. Además, en este espacio está la sede de la Federación de Artesanos de Sevilla. En estas jornadas abrirán sus puertas para ofrecer una exposición de pintura y otra de corbatas y pajaritas del futuro, actividades lúdicas con referencia al libro Paisajeando y dos conciertos de música.
"Me llaman Inma la Inmunda porque trabajo con las inmundicias del poder. En concreto, en la Universidad de Sevilla”, así se define Inmaculada Rodríguez Cunill, profesora de pintura en la Facultad de Bellas Artes. En su obra retrata su vida y vivencias con el poder, el visible y el invisible. Su tono cabalga entre el humor, la crítica política y la ironía: “Mis filetones han crecido dos pulgadas, me los he recortado y ahora los tengo a la sal en el horno”. En esta línea se moverán las actividades en el local 1 del Corralón del Pelícano: una chirigota feminista de Las Dorys, una conferencia titulada ‘Mis filetones abiertos. Fundamentos de la Inmundicia Artística’ y Erecciones Generales, a cargo del Colectivo Numen 69.
“Que los intercambios estén al servicio de una sociedad más justa”, es el punto de partida de la Economía Social y de la propuesta con la que funciona y se autogestiona el Mercado Social de Sevilla. Se trata de una red de producción, distribución y consumo de bienes y servicios que, para obtener y ofrecer sus productos, trabaja con criterios éticos, democráticos, ecológicos y solidarios. De entre las varias actividades que organizan, hay una feria de productos y servicios abierto a lo largo del sábado en el Huerto del Rey Moro. En ella ofrecerán productos de la huerta, repostería, panes, cerveza artesana, cosmética natural, etcétera. También, una ruta guiada por el mercado para informar sobre su proyecto.
Amodal es una empresa multidisciplinar. Amodal es Esteban, Guillermo, Javier, Ángela… una decena de jóvenes de distintas profesiones que apostaron por caminar en sentido inverso a lo que el discurso mayoritario sugería: “la manada se estaba yendo al extranjero. Entonces pensamos que era el momento de apostar por Sevilla para desarrollar nuestras ideas y proyectos. Y queríamos hacerlo en un barrio que nos inspirara arquitectónica y culturalmente. Aquí se es vanguardia junto a otras generaciones y oficios. Hay un respeto por la arquitectura del barrio, por el intercambio interpersonal y cultural”. Hace año y medio que llegaron a Pasaje Mallol 18b y reformaron su estudio con ayuda de Juan, carpintero de toda la vida que trabaja en otro de los locales de la misma calle. Se adaptaron rápidamente al barrio y a la transversalidad de su funcionamiento, y con tantas ganas que han sido los encargados de la promoción de BARRIO ABIERTO de este año.
Cuatro artesanos y así cobró vida el taller El Gremio. Rosario se dedica a la pintura cerámica y al modelado. Juan Monje y Joaquín García a la alfarería. Sus creaciones se centran en lo útil y en el mundo andaluz y flamenco, pero no se detienen ahí. También dan clases y talleres en centros públicos y privados y cursos terapéuticos para colectivos especiales, personas con enfermedades o en situación de riesgo. Su espacio: local 3, en el Corralón del Pelícano.
Para los niños cualquier espacio y actividad es un lugar de encuentro, aprendizaje y sorpresa, pero en estas jornadas (al igual que en el día a día del barrio), son parte y protagonistas. En la programación hay propuestas específicas para ellos: un campeonato de cohetes de agua, un pintacuentos, un taller de experimentos y otro de ilustración de cuentos, un curso de mecánica de bicis, una chocolatada... Y, como estrella durante las jornadas y para cualquier otro día, el Huerto del Rey Moro, un parque autogestionado donde los peques pueden descansar y jugar entre árboles, con tierra y sin artificios. Para conocer a todos los participantes y la programación al completo de las actividades, tampoco hay fronteras en BARRIO ABIERTO. En su web están explicadas las jornadas al detalle con palabras, fotografías y vídeos.
Otros espacios y vecinos participantes: Santa Cleta, Debaga, Smart Ibérica, La Puerta Roja, el taller textil Lafibra, la Osa Mallol, Ricardo Llinares (pintor), Marcos Domínguez (escultor), Hombre de madera, Camino Laguillo, La Higuerita, Alex Grande, Bici´s Corner, los fotógrafos del local 41, Asociación Vecinal La revuelta, Espacio Abierto, Mercado Social La Rendija y Chardin ‘Petit’ López. Más, aquí.