Seguramente, no se trata de echar a pelear el cine europeo con los gigantes de la animación estadounidense. Pero sí de brindar al espectador otras formas de mirar y de alimentar la mirada, de demostrar que hay vida inteligente en el género más allá de Disney y Pixar. DisneyPixar Si el año pasado la industria europea de la animación ya mostró signos inequívocos de vigor y creatividad, este año el Festival de Sevilla (Seff) despeja los últimos resquicios de duda al respecto con La famosa invasión de los osos en Sicilia, la obra del célebre dibujante de cómics e ilustrador Lorenzo Mattoti, quien visitó ayer la capital hispalense.
“Para este proyecto partí de las ilustraciones de Dino Buzzati, que además de escritor era también artista, y hacía unos dibujos ya de por sí metafísicos y surrealistas”, explica Mattoti. “Todas las ideas gráficas que vienen de su libro me han servido de apoyo, pero también estaba el problema de espectacularizar el filme. Y en este sentido, he querido echar mano de las raíces estéticas italianas y europeas, no recurrir al gótico anglosajón ni nada de eso. Quería trabajar con luces y colores mediterráneos, vivos, luminosos, cálidos”, agrega.
El resultado es un filme deslumbrante tanto en su aspecto gráfico como en el narrativo, que narra la historia de dos cómicos vagabundos que se refugian en una cueva mientras recorren Sicilia. Allí despiertan sin querer a un oso que estaba hibernando, y para evitar una desgracia empiezan a contarle una vieja historia ambientada en la propia isla, la leyenda de los osos que llegaron a hacerse con el poder y convivieron, más o menos en armonía, con los hombres. El autor de este relato, Dino Buzzati (1906-1972), es un escritor conocido sobre todo por su obra maestra, El desierto de los tártaros, aunque también publicó otras novelas, colecciones de relatos y numerosas piezas periodísticas, sobre todo crónicas de montañismo.
“Para Buzzati, Sicilia era un imaginario, un mundo de leyenda, por eso ambientó la acción allí”, explica el dibujante. “Evidentemente, nunca han existido en Sicilia altas montañas, tal vez ni siquiera ríos, de modo que nos hemos permitido algunas licencias para recrear la isla. En todo caso, Buzzati forma parte de mi cultura, es de los que me ha enseñado a contar cómo se crea el misterio. Cada cierto tiempo, me he referido a su obra en mi trabajo. En sus libros hay siempre algo fabuloso, extraño”.
“La famosa invasión de Sicilia por los osos tiene criaturas extrañas, fantasmas, situaciones de aventura… Está llena de imágenes, además de brindar una historia profunda”, prosigue Mattoti. “¿Por qué nadie lo había adaptado antes al cine? Cuando mi productora me preguntó ‘¿qué te apetecería hacer, si pudieras rodar un largo?’, le hablé de este libro, y se enamoró automáticamente”.
El dibujante que colaboró con 'El cuervo'
No es la primera vez que este creador nacido en Brescia en 1954, premio Eisner 2003 por Doctor Jekyll y Sr. Hide, hace incursiones en el séptimo arte, ya que ha colaborado con clásicos de la talla de Michelangelo Antonioni, Soderbergh o Wong Kar Wai. Para mucha gente será siempre, sien embargo, el dibujante que colaboró con Lou Reed en un libro singular, El cuervo. “Era un hombre muy especial, y un gran amante del arte”, recuerda de aquella experiencia.
Pero volviendo al filme que lo trae a Sevilla, Mattoti se muestra satisfecho de todos los recursos que ha podido desplegar en el proyecto. “Quería que la película tuviera una estructura gráfica, he trabajado mucho la composición, los espacios, los personajes, y utilizar al máximo la profundidad que el cine puede dar. Son 40 años de experiencia puestos en la empresa”, afirma.
“No quería sacar la materia de los lápices de colores, del papel, se trataba de que funcionara en la pantalla. Y hay mucho trabajo de sombras, mucho contraste con la luz. Eso nos ha permitido crear espacios muy ricos, incluso trabajar con el vacío”, comenta el autor de cómics como Il signor Spartaco, Fuegos o Caboto, entre otros títulos. “Nos hemos divertido también metiendo dibujos originales de Buzzati en algunas escenas, en los frescos o en la tapicería del Palacio Real”.
El amor a la pintura italiana y “la iconografía y estética europea” están presentes a lo largo y ancho de esta producción, una de las más esperadas del Seff 2019. “Y sobre todo, no hemos tenido miedo del color. Algunos filmes lo tienen, miedo al color, a su fuerza expresiva. Pero si hay disfrute en La famosa invasión de los osos en Sicilia, es gracias a eso”.
Sin querer estropear la emoción a ningún espectador, cabe preguntarle a Mattoti si el desenlace no es en cierto modo pesimista: la constatación de que hombres y osos, léase seres diferentes, no pueden convivir juntos. El dibujante sonríe: “Buzzati en su obra siempre es un tanta melancólico, fatalista, en el sentido en que el hombre siempre pierde en su relación con la Naturaleza. Es uno de sus objetos principales”, comenta. “Pero creo que aquí habla también de respeto hacia esa Naturaleza. Los osos viven en ella como huéspedes, los hombres como dueños. La cambian, la destruyen, la trasforman. El hecho de que los osos eviten contaminarse con los vicios de los hombres es, en este sentido, una metáfora”.
Metáfora que espera que aprovechen muchos jóvenes y también los mayores, pues se trata de un producto para todos los públicos. “Es un libro de nuestras raíces, de nuestra tradición”, concluye el artista. “Y para no acabar con ese final pesimista, quisimos meter el misterio de la posibilidad de un final diferente. Para que la fantasía, la imaginación del espectador, permita imaginar otras posibilidades de convivencia”.