Aquel que se deleita, el diletante, amante ocasional de algún campo del saber, encuentra en el verano su momento más esperado. Este perfil tan habitual de lector, de repente, abraza su pasión con vehemencia, y tiene en las largas siestas del estío un aliado perfecto y tarea, siendo literaria, no le falta.
Sí. De todas las artes parémonos en los libros, en la cosecha de libros más reciente y de autores andaluces para ser más exactos, que todo diletante tendrá amontonados o apuntados a vuela pluma por algunos de los rincones más inesperados de sus agendas. Como la cuestión es peliaguda -siempre se van a quedar autores fuera, se imponen los gustos personales, etc...-, hemos establecido un criterio numérico: 31 recomendaciones, una por cada día de agosto, el mes vacacional por excelencia del español medio. Así que aquí va una retahíla de recomendaciones como si el verano durara toda una vida. Aunque si el verano se acaba, las lecturas no. Conserven este artículo para el otoño y saquen tiempo para el deleite.
Empezando por el capítulo de lo memorialístico y biográfico, hay que reseñar varios títulos muy destacados. Aún con olor a imprenta encontramos.
1. La casita de las pirañas La casita de las pirañas (Anagrama), el segundo tomo de memorias del dibujante y activista sevillano Nazario Luque. Si en el anterior, La vida cotidiana del dibujante underground, se centró en sus andanzas en la efervescente Barcelona de la Transición, aquí viaja a la etapa inmediatamente anterior, su época de formación sexual y cultural, a partir de los años 60, en un periplo vital repartido entre Sevilla, Torremolinos, Morón de la Frontera, Ibiza, Madrid, París, Londres... El autor evoca una avalancha de experiencias en las que se entremezclan el flamenco y el LSD, la copla y el underground, progres, hippies, comunas gais (la Casita de las Pirañas del título), novios, amantes ocasionales y personajes estrafalarios..
2. Otro personaje de excepcional personalidad fue el gaditano Carlos Edmundo de Ory, emblema del Postismo, último bastión del Surrealismo, a quien su paisano José Manuel García Gil le dedica la biografía Prender con keroseno el pasado (Fundación José Manuel Lara). Escrita con un delicioso tono novelesco y aludiendo en su título a uno de sus bautizados como aerolitos (aforismos pasados por el particularísimo tamiz de su creatividad), esta obra puede acompañar como un estimulante cicerone a todo aquel que elija la capital gaditana para pasar unos días de descanso: los ecos de la Alameda que vio nacer al poeta, el influjo marino que marcó su vida y su obra y los vientos de Levante están presentes en este relato tan poético como la propia vida de su protagonista.
3. Del premio nacional de literatura infantil, el también sevillano Antonio Rodríguez Almodóvar, nos ha llegado sin embargo este año un libro de tez madura, que se acerca a la infancia con el peso de lo vivido. Hablamos de Memorias del miedo y el pan (Alianza Editorial), una sugestiva relación de anécdotas, situaciones, personajes y lugares que fueron configurando la personalidad del autor y alimentando su vocación literaria. Una rememoración que es al mismo tiempo un repaso a la historia reciente de nuestro país, especialmente a las “épocas de sucesos terribles y de grandes sacudidas morales en las que se desarrolló mi infancia”, explica el autor.
4. Para finalizar el capítulo de las memorias, nos detenemos en la aparición de un más que estimulante Paseo por la vida de Simone de Beauvoir (Lumen), de la joven andaluza Carmen G. de la Cueva. A modo de interpretación personal de sus lecturas y su interés por este icono del feminismo, la autora aprovecha para hablar a sus lectores de muchos asuntos. Nos descubre, por ejemplo, que la voz del feminismo mundial más importante del siglo XX es, a la vez, de la que menos se ha leído y la que más producción literaria tiene aunque, eso sí, descatalogada y difícil, imposible en algunos casos, de encontrar.
Novela histórica
Y como ya hemos empezado a viajar en el tiempo con las dos últimas recomendaciones, pasemos a la siempre apetecible, y bien recibida por el lector, novela histórica. Enfrascados como estamos en plenos fastos de celebración del IV Centenario del nacimiento del pintor Bartolomé Esteban Murillo, es imprescindible recomendar dos novelas, escritas por dos periodistas sevillanos, publicadas al calor de la efemérides.
5 y 6. Hablamos de El color de los ángeles (Planeta), de Eva Díaz Pérez; y El enigma Murillo (Almuzara), de Andrés González-Barba. En el primer caso, Díaz Pérez fabula con las evocaciones de un maestro mayor y en reposo sobre su propia biografía. El libro es, además, un reflejo de la gran crisis en la que se vio sumida Sevilla en la época de Murillo, una ciudad que era a la vez devota y lujuriosa y que vivía asolada por las riadas del Guadalquivir y las epidemias de peste. El enigma Murillo, por su parte, viaja hasta la Sevilla del siglo XIX cuando la invasión napoleónica, capitaneada en Sevilla por el Mariscal Soult, dio como resultado el mayor expolio de obras de arte de la historia de la ciudad, siendo los cuadros del maestro barroco los más perjudicados.
7. Y de Sevilla a Cádiz de la mano de otro veterano en novela histórica: Jesús Maeso de la Torre, que ha publicado hace poco menos de un año Las lágrimas de Julio César (Ediciones B), un relato atravesado por el particular estilo fresco de su autor, que recrea la relación del emperador más célebre de Roma con Hispania.
Género negro
8. Pero si hay un género, sin duda, que está hecho para el verano es la novela negra. Aquí nos permitimos una licencia: la recomendación de la última novela de un autor no andaluz pero que podemos encajar dentro de nuestros parámetros por cuanto se ocupa de una de las coyunturas más preocupantes de la realidad de nuestra comunidad: el narcotráfico en el Campo de Gibraltar. A estas alturas ya sabrán los lectores que hablamos de Lejos del corazón (Destino), la última entrega de Lorenzo Silva, donde le brinda una última aventura a la pareja de la Guardia Civil más célebre de la ficción nacional: Bevilacqua y Chamorro. En esta ocasión, como decimos, viajan a la Punta de Europa para resolver un crimen relacionado con la ciberseguridad.
9. Y al thriller se ha pasado el hasta ahora creador de atmósferas románticas y adolescentes Blue Jeans. El sevillano sale de su zona de confort para publicar el thriller La chica invisible (Planeta), donde plantea una trama centrada en el asesinato de Aurora, una chica rodeada de misterio cuya muerte en el instituto de un pueblo sin nombre involucra a otra joven de 16 años, quien descubrirá la trama que hay detrás de este terrible suceso junto a sus padres, Aitana (forense del caso) y Miguel Ángel (sargento de la Policía Judicial de la Guardia Civil).
Pero más allá de la literatura de género, la narrativa es, sin duda, donde encontramos el mayor número de posibles lecturas para echar en la bolsa de la playa este verano. Y sin salir de Andalucía.
10. Pongamos por caso al malagueño Antonio Fontana, con un relato de autoficción que dará aire fresco a esta temporada de sofocos. Sol Poniente (Fundación José Manuel Lara), título con el que se hizo con el último Premio Málaga de Novela, es una novela intimista, un compendio de recuerdos atravesados por la ternura, la mirada infantil, el desgarro y la inocencia (la inocencia y su pérdida) que viaja a la Málaga de los años 70, al epicentro del barrio del Perchel, en una suerte de luminoso viaje de regreso a la infancia.
11. Y de Málaga, a Rota, otro destino en la diana vacacional andaluza. No se puede hablar de este municipio gaditano sin hacerlo de Felipe Benítez Reyes. El roteño ha celebrado con una reedición especial los veinte años de vida de su personaje más conocido: Walter Arias, protagonista de El novio del mundo (Fundación Lara). Verdadera novela de culto, si no la leyó en su momento, la efemérides le brinda una segunda oportunidad de sumergirse en un universo tan inclasificable como este personaje, cuajado de excesos, delirios, episodios improbables pero no descabellados en la pluma de Benítez.
12. Un andar solitario entre la gente (Seix Barral) ha sido la sorpresa literaria de este año y supone el regreso a la novela del ubetense Antonio Muñoz Molina. Escribimos novela en cursiva puesto que este libro de título tan sugerente es un artefacto literario de difícil definición en el que nuestro autor, uno de los grandes pesos pesados de la literatura española actual, realiza un collage de imágenes, lecturas, citas y viajes que conforman su imaginario personal.
13. Antes de pasar al capítulo del ensayo, le dedicamos unas líneas más que merecidas a Maleza (Anagrama), de Daniel Ruiz, la novela de un chaval de barrio de la periferia, un suburbio apenas, con sus putas, descampados, jeringuillas y sus propios códigos morales. Una narración visceral marca de la casa, de un realismo crudo y sin concesiones.
Ensayos y otros ejemplos de No Ficción
14. Y entramos en la No Ficción para hacer parada en Juan Eslava Galán, que acaba de sacar a la luz su Enciclopedia Eslava (Espasa). Un título que no necesita muchas más explicaciones para los seguidores de uno de los autores más prolíficos del panorama editorial español.
15. Con fuerza ha irrumpido en las estanterías librescas Historia del rock andaluz (Almuzara y Centros de Estudios Andaluces), de Ignacio Díaz Pérez. En este relato periodístico hablan los protagonistas de este movimiento musical, un momento de especial explosión contracultural en nuestro país por donde desfilaron personalidades únicas como las de Gonzalo García Pelayo, Manuel Molina o Gualberto.
16. En la misma línea camina Fidel Moreno con ¿Qué me estás cantando? Memoria de un siglo de canciones (Editorial Debate), donde hace un repaso sentimental a los temas musicales que jalonan sus personalidad artística.
17. Finalizamos este apartado con Las palabras primas (Páginas de Espuma) de Fernando Iwasaki, una suerte de viaje de ida y vuelta a través del parentesco de las palabras de aquí y de allá, a menudo unidas a pesar del océano que se interpone entre ellas.
Poesía
Hay quien se atreve con la lectura febril de los versos también en verano. Aquí van un puñado de excelentes poemarios andaluces para las largas tardes de vacaciones:
18. La jiennense Carmen Camacho firma Fuegos de palabras (Vandalia), un recorrido por el aforismo poético español de los siglos XX y XXI.
19. Mientras que el veterano Juan Cobos Wilkins se pone trascedente en Donde los ángeles se suicidan (Isla de Siltolá). En estos “poemas con alas”, el poeta de Río Tinto da continuidad a su voz personalísima, alejada de las corrientes dominantes.
20. Y otra voz veterana de la lírica andaluza, la malagueña Chantal Maillard, nos ha regalado poemario en este 2018. Cual menguando (Tusquets) funde poesía, prosa y teatro, insertándose en la mejor tradición de Samuel Beckett y sus piezas antológicas, su teatro y sus películas.
21. No obstante, la gran sorpresa poética podría decirse que la ha dado el cantautor Joaquín Calderón, fichado por la editorial también andaluza Renacimiento, que le publica Soy como que puedo. Este debut poético es, según su autor, el resultado natural de un proceso continuado de lectura, que comenzó de una manera activa pasada la adolescencia.
22. Y no podemos abandonar la lectura poética sin acordarnos del poeta andaluz de mayor actualidad estos días, después de haber sido nombrado Director del Instituto Cervantes. Hablamos del granadino Luis García Montero, cuyos poemas conforman el mayor legado de la llamada poesía de la experiencia. Montero, que acumula lectores y seguidores como si fuera una estrella de rock, publicó su último poemario hace menos de un año: A puerta cerrada (Visor). No se lo pierdan.
El humor, siempre a mano
Y terminamos con un infalible para lectores veraniegos: los humoristas, como las bicicletas, son para el verano. Aquí hay un puñado de grandes novedades que llenarán playas y montañas de carcajadas. No serán nunca, en cualquier caso, muecas vacías, sino un humor cuajado de pensamiento crítico.
23 y 24. El rey del género es sin duda el cómico Manu Sánchez, que ha hecho doblete en su año de debut editorial: Surnormal profundo (Aguilar), una sucesión de genialidades marca de la casa que se apuntan desde la propia elección del título y que recoge sus celebradas columnas en el programa La Ventana Andalucía de la Cadena Ser; y Confesiones de un ateo cofrade (El Paseo Editorial), transcripción del primer pregón heterodoxo de la Semana Santa que se pronunció en la mariana villa sevillana allá en 2017.
25 y 26. El doctor Fernando Fabiani, a la sazón médico de familia en el centro de salud de un barrio popular de Sevilla, también viene con doblete: Vengo sin cita y Vengo de Urgencias (Aguilar) donde realiza un acopio hilarante de las más disparatadas anécdotas (a cada cual más real) que acumula después de más de quince años de profesión en la sanidad.
27, 28 y 29. La trilogía de Rancio (Julio Muñoz) es otro imprescindible en la combinación literatura-sol-piscina: El asesino de la regañá, El crimen del palodú y El prisionero de Sevilla Este (Almuzara) cuentan ya con legiones de seguidores. Los protagonistas, la disparatada pareja de policías Jiménez y Villanueva, son ya un clásico del género detectivesco-humorístico que tiene en Rancio su máximo exponente después de haberse coronado como el fenómeno local más destacado de las redes sociales nacionales con más de 200.000 seguidores.
... Y para los más pequeños...
Y ya como posdata final, esta relación de recomendaciones literarias no se puede olvidar de los más pequeños. Tres breves apuntes:
30. Los Cuentobjetos del encomiable Fran Nuño (minicuentos fantásticos sobre objetos cotidianos)
31. Y los eternos Cuentos de la media lunita de nuestro querido Premio Nacional Antonio Rodríguez Almodóvar que nunca pasan de moda y que han formado ya varias generaciones de lectores.