La suerte es pa' quien la encuentre, y Antílopez parece haberla encontrado. Miguel Ángel Márquez (Migue) y Félix López llevan dieciocho años trabajando para encontrarla, y el resultado es 'Dibujo libre', el cuarto disco de los onubenses. Un álbum que “ha caído de pie” por la buena acogida que está recibiendo por parte del público y de la crítica y que se encuentra en plena vorágine promocional.
El boca a boca, el esfuerzo –“y el talento, claro”– han catapultado a Antílopez de los garitos sin licencia para conciertos a participar como artistas invitados en la última edición de Operación Triunfo. Y aunque admiten echar de menos “la gente y la vida” en su tierra, ahora cosechan los éxitos sembrados durante años.
Chaquetones, gorros y buen humor para combatir una fría tarde de lunes en Madrid, Antílopez recibe a eldiario.es Andalucía para charlar sobre 'Dibujo libre' y otras cuestiones derivadas del country jondo.
La suerte es un elemento muy recurrente en vuestro último trabajo. Y aunque decís que no estará aquí por mucho tiempo, a vosotros parece acompañaros desde hace bastante.no estará aquí por mucho tiempo
Félix: La hemos buscado. A menudo vemos la suerte en el otro, pero no cuando la creamos nosotros. Rara vez somos conscientes de la suerte que tenemos cada uno.
Miguel Ángel: Se convierte en algo muy bonito y muy romántico a lo que cantarle, algo esperanzador.
¿Qué críticas está recibiendo 'Dibujo libre'?
F: Buenísimas, la verdad. Es un disco que ha caído de pie.
M: Hemos tenido más suerte que con los anteriores discos en el sentido de que hemos recogido la siembra de otros años: había gente esperando lo próximo que sacábamos, los programas de televisión y radio ya nos conocen… Ahora tenemos unas facilidades con las que antes no contábamos.
F: Hemos notado que antes había que dar muchas explicaciones para que supieran quiénes éramos o qué queríamos mostrar; ahora es más fácil llegar a cualquier público.
Incluso acudisteis como artistas invitados a Operación Triunfo...
M: ¡Fíjate! Hace diez años era impensable que un artista que no saliera directamente del músculo de la industria multinacional pudiera participar en este tipo de formatos, y de repente estamos nosotros ahí, por el boca a boca, porque somos muy linkeables. Hemos ido al centro del stablishment a inocular nuestro virus sin necesidad de poner dinero.
En 'Dibujo libre' hay espacio para la creación, para el amor, para la crítica, para el humor… ¿En qué se diferencia de los anteriores trabajos?
M: Principalmente en la producción. En 'Por desamor al arte' y 'Desprendimiento de rutina' el productor era Diego Guerrero, compositor de jazz y arreglista flamenco, muy original, y le dejamos mucho peso. Y este es el primer disco que hemos hecho nosotros dos (con la colaboración de Toni Romero y José Marín). Hemos estado dos años probando, combinando diferentes canciones, hasta que hemos hecho un producto que nos satisfacía a los dos.
F: Creo que está rompiéndose el qué es Antílopez, y que cada vez es un concepto más amplio. Hay canciones del primer, segundo y tercer disco que perfectamente podrían haber entrado en 'Dibujo Libre', y viceversa. No es una competición entre un disco y otro, sino una búsqueda de los dos compositores, comiéndonos la cabeza todo el rato, tratando de sorprendernos a nosotros mismos y por supuesto a nuestro público.
Habéis incluido algunos remakes o temas antiguos. ¿Eran espinitas clavadas, formaban parte del proceso de creación o teníais nostalgia de los antiguos Antílopez?remake
F: Hay varias respuestas para esa pregunta. Suerte estaba descatalogada y sin editar, Ser músico es un remake…
M: Depende de la canción. A veces es un clamor de la gente, nos decían que cuándo íbamos a producir una determinada canción, por ejemplo, Mi canción, que es una de las mejores de Félix. En el caso de Ser músico, es una canción que nos define mucho y no estaba trabajada, y decidimos hacerla bien.
F: Aquellas canciones eran unos libros estupendos, y ahora estamos haciendo las películas de esos libros porque tenemos la libertad para ello y sabemos cómo hacer llegar lo que tenemos en la cabeza.
A pesar de las influencias country, las raíces andaluzas no las perdéis.country
F: No es un country del lejano oeste, es un country del cercano suroeste, que es de donde nosotros somos. Nos representa más porque tiene ese punto de flamenco que no nos podemos quitar.
¿Alguna vez estas influencias tan arraigadas os han supuesto una barrera para llegar al público de fuera de Andalucía?
M: Cuando hacíamos los gags y los chistes entre canción y canción nos poníamos a prueba, pero nunca nos ha supuesto una barrera. Nos preocupaba mucho el gen de Los Morancos, el gen de Manu Sánchez. Nos daba miedo ir a Salamanca o a Bilbao y que la gente nos tachara de los andaluces graciosos. Por eso siempre nos hemos preocupado de tener una muy buena dicción y en la producción hemos huido de la andalucitis. Tenemos el ramalazo, pero hay formas de ser flamenco sin pecar de flamenquito fusión, de garrapateros… ¡Sin acritud a los garrapateros! A ver si nos va a leer el Canijo…
F: Respetamos todos los sonidos de los demás, y por eso hemos decidido hacerlo de otra manera. Hemos roto un tanguillo de Cádiz con trap.
Dedicáis una canción entera a La cobradora del track. ¿Cuál es vuestra visión del escenario cultural en España? La cobradora del track.
M: Como empresario y como músico, me parece súper pesado el tema de los impuestos: pagar el 21% de IVA cada trimestre, y el 25% de los beneficios anuales de la empresa, lo de la SGAE… Es una especie de mierda rara, pero es lo que hay, es el sistema, o lo tomas o lo dejas.
F: El caldo de cultivo de los músicos, sobre todo al principio, suelen ser los baretos y los garitos. Si les metes más tasas y más cánones, pueden empezar a tener pérdidas, y si tienen pérdidas cierran, y si cierran hay menos escenarios para que la cultura nazca. Antílopez no existiría si los garitos no nos hubieran dejado tocar aunque no tuvieran licencia para conciertos. Y quien no entienda eso, es que no ha entendido nada.
¿Os planteáis grabar un disco o un vídeo en directo?
F: Creo que el directo es una experiencia complementaria. Puedes transmitir la emoción del directo a nivel sonoro, pero lo que nos define es la vivencia, y eso no puedes meterlo en un disco, por muy bien grabado que esté.
M: No hemos hecho un DVD en directo porque nos gusta conservar el factor teatral, nos gusta atraer a la gente.
F: ¡Cuando me canse de la gente, grabo el DVD! [ríe].
En materia de creación, ¿encontráis diferencias entre Andalucía y Madrid?
M: Siempre hemos compuesto para fuera de allí porque hay que expandirse.
F: ¡Nosotros componemos a nivel planetario!
¿Cuáles son vuestros planes más inmediatos?
F: En las próximas semanas actuaremos en Vilanova I La Geltrú, Granada, Valencia, A Coruña, Vigo, León... tenemos citas hasta primavera. Se pueden consultar todas las fechas en nuestra página web.
M: Hay que viajar, ¡es importante!
Y hablando de viajar, ¿tenéis pensado dar el salto a Latinoamérica?
M: Es lo siguiente en nuestros planes: conquistar el mundo. Por lo menos los países de habla latina.
F: Nos interesa la conexión filosófica y lingüística con la gente, más allá de la musical.
¿Cómo es esa conexión?
M: Hay una cosa muy bonita y es que en nuestros conciertos han entrado desde niños de seis años hasta personas de setenta. Los jóvenes que vienen piensan “joe, qué de gente pureta” y, los más mayores, “joe, qué de chavales”. Somos un producto que, no siendo mainstream, somos muy vendibles.
F: Nos llegan hijos a decirnos que sus padres siempre les han enseñado un montón de grupos buenos (Queen, Deep Purple…), y ahora ellos querían descubrirles Antílopez. Y también nos llegan padres a decirnos que han venido al concierto porque sus hijos de 16 años los han llevado, cuando llevaban treinta sin ir a uno. Cuando a mí me preguntan qué es el éxito, eso es el éxito.