Echamos la vista atrás, al año 2015, en el que Paula Bonet publicaba el libro '813. Truffaut', con el objetivo de hacer un homenaje a la filmografía y a la figura del cineasta francés. Las ilustraciones de este libro se pueden ver en la muestra que acoge el Centro Cultural Gran Capitán en Granada, y que nos enseñan una etapa del trabajo de esta ilustradora.
Entramos con Paula a la sala de exposiciones, y nos colocamos junto a uno de los trabajos que se exponen en gran formato, apartados de las miradas de los personajes de Truffaut que dan vida a esta muestra. Nuestra conversación empieza mirando atrás, a esas ilustraciones de hace unos años, pero pronto volvemos al presente y repasamos sus últimos libros y, sobre todo, su visión actual de los caminos que está tomando su trabajo.
“Siempre da mucho miedo mirar hacia atrás. Y normalmente ya no te identificas con el tipo de imagen que trabajabas. En este caso, formalmente me veo lejos de este tipo de dibujo, que es un dibujo que hace ya mucho tiempo que no hago, pero sigo abrazándolo. Es un libro que para mí es muy importante; fue también el inicio de querer huir de ese preciosismo que podría cargarse el contenido, que podría ser un obstáculo para que el contenido de mis proyectos editoriales llegase al público. Fui muy consciente de la necesidad de que ninguna de las imágenes de este libro funcionase o pudiera funcionar de manera individual. Para mí '813. Truffaut', si tuviera que resumirlo en una sola imagen, sería incapaz de hacerlo. De hecho me costó muchísimo trabajar la portada del libro”.
“Este proyecto lo trabajé básicamente con grafito y acuarela. Trabajaba mucho la parte de grafito, de la búsqueda de volúmenes, la línea sensible, y la acuarela quedaba más en un lugar anecdótico. El libro tiene cuatro partes. Son dos bloques, pero visualmente son cuatro partes: una en blanco y negro, una en azul, una en rojos y una en amarillos, y el color simplemente tenía como objetivo identificarse con cada una de las películas que trataba cada una de las partes del libro. Entonces la parte cromática es muy sencilla”, nos cuenta Paula.
“A mí me interesa mucho el formato libro, porque me permite narrar con imagen y con palabra, y durante mucho tiempo he necesitado de las dos disciplinas para contar lo que quería contar. Pero ahora estoy en un momento en el que la palabra se está yendo hacia un lado, y la imagen hacia el otro. Y esto para mí es muy gratificante porque estoy volviendo a esos lugares en los que la imagen tenía autonomía absoluta, y esos lugares, para mí, personalmente, son la pintura al óleo y el grabado. El grabado al agua fuerte, la algrafía, que es una técnica que estoy ahora mismo trabajando y experimentando, y que me está dando muchísimo placer, porque básicamente se trabaja con manchas. Es una técnica que es muy parecida a la litografía pero se trabaja sobre planchas de aluminio, y en esas estoy”.
Nombrar el mundo en femenino
“Mi último proyecto editorial ya es un díptico, físicamente son dos libros, en uno se contiene la imagen y en el otro se encierra la escritura. Y ahora mismo estoy trabajando en dos exposiciones: una que trata la belleza en Baudelaire, y que se centrará también en la pintura al óleo y el grabado, y una que veremos en el año 2020, a finales, en Valencia, en La Nau, que sigue la línea de mi trabajo de los últimos dos años; este trabajo con un punto de vista más reivindicativo, porque yo creo que cualquier trabajo de cualquier autor que habita un contexto es hijo de ese contexto, y se vincula con él, pero en este caso sí que siento la necesidad de nombrar el mundo en femenino, y esta exposición va muy dirigida a ese lugar, hacia la necesidad de poner imagen en las exposiciones y poner palabra en los proyectos editoriales sobre lo femenino, que también es universal, igual que lo masculino, que también es sujeto, igual que el sujeto masculino”.
Ese último proyecto editorial al que se refiere Paula Bonet es 'Roedores. Cuerpo de embarazada sin embrión' y en él tiene mucho peso lo que nos cuenta sobre poner palabra a lo femenino. “Roedores es un libro que surge después de 'La sed'. 'La sed' es un libro que surge en el momento en el que publico 'The End' y '813', y en el que me doy cuenta de que esta igualdad de género que se me había prometido desde pequeña era mentira, y que vivimos un contexto que todavía está hecho a vuestra medida, a la medida del hombre, y que todavía las mujeres tenemos muchísimos obstáculos”, nos dice Paula en un rinconcito de la muestra que se puede visitar en Granada. “La sed para mí es el despertar, el ostión, el necesitar buscar referentes femeninos, el saber que existen, el indignarte y dolerte porque ves que, a pesar de que han existido, y que en su contexto fueron valorados, fueron premiados, mujeres, escritoras, pintoras, que vivieron de su trabajo artístico, cosa que es muy difícil, y por tanto siendo mujer todavía más, y que lamentablemente no han llegado a nosotras. Es como si las mujeres estuviéramos todo el tiempo partiendo desde el mismo lugar, porque la historia nos borra”.
“Entonces 'La sed' yo la veo como si fuera la parte teórica, y 'Roedores' es la puesta en práctica de todo lo aprendido durante esos años -continúa explicando Paula-, desde que publico 'Qué hacer cuando en la pantalla aparece The End', y se me derrumban todas las construcciones que pensaba que eran estables y reales. 'Roedores' parte de una experiencia personal. No por ello es un libro en el que yo palpite todo el tiempo y sea protagonista; es un libro que intenta justamente que el yo desaparezca y nombrar al máximo número de mujeres posibles. Es un libro que surge en el momento en el que yo sufro un segundo aborto espontáneo, seguido, en un año aproximadamente, y me doy cuenta de que cuando me sucedió por primera vez, formé parte de ese silencio colectivo, de no querer nombrar una realidad tan habitual como es el de las pérdidas gestacionales.
Romper el silencio
Me di cuenta la segunda vez básicamente porque vi que tenía herramientas para gestionarlo, y esas herramientas las tenía por haberlo vivido una primera vez, y por tanto por haber tenido la experiencia. Y entonces caí en que todos estos años yo estaba defendiendo el trabajo de mujeres como Anne Sexton por el hecho de nombrar lo femenino, de poner tabús sobre la mesa, y me dí cuenta de que yo había tenido la posibilidad de poner ese tabú sobre la mesa y no lo había hecho. Y que entonces estaba siendo partícipe de ese silencio y, por otro lado, muy incoherente con mi discurso. Por eso la segunda vez que lo experimenté, que lo sufrí, que me sucedió, sentí esa necesidad urgente de comunicarlo, de ponerlo sobre la mesa“.
Y 'Roedores' es simplemente eso, “un libro muy pequeño, es un libro díptico, que por una parte tiene un acordeón, un animalario ilustrado, que es un libro que yo pensaba mientras lo hacía que era un libro infantil, que le estaba pintando a mi hija, y que ahora en la distancia veo que para nada es un libro infantil, que es un libro de una gama cromática muy apagada, es un libro con unos trazos muy agresivos, y finalmente lo que es es un autorretrato inconsciente de una mujer que está aterrorizada, que acaba de sufrir una pérdida gestacional, que está embarazada y que tiene todo el miedo del mundo a que vuelva a suceder lo mismo. La segunda parte de 'Roedores. Cuerpo de embarazada sin embrión' es un destilado de los diarios que estuve escribiendo desde antes del primer embarazo”.
Nuevo libro
Y, este año 2019 verá la luz un nuevo proyecto editorial, del que hasta ahora se sabía poquito. “Estábamos siendo muy prudentes, no estábamos mostrando imágenes, porque es un proyecto que es importante, se trata de 'El año del pensamiento mágico' de Joan Didion en su versión ilustrada. El viernes pasado (11 de enero) falleció mi editor, Claudio, y bueno, el jueves cerramos el libro -nos confiesa Paula Bonet-. El jueves ya lo dejamos preparado y el viernes Claudio ya desapareció. Han sido unos días dolorosos y caóticos. Y todo lo que habíamos estado protegiendo... acabamos publicando dos de las imágenes, porque justamente es un libro que habla del duelo, ¿no? Es un libro que parte de un duelo muy doloroso de Joan Didion, que es el duelo por la muerte de su marido, que muere de manera inmediata, por un derrame cerebral, que es lo mismo que le sucedió a Claudio. Este es el libro que publicaremos en mayo, me hace muchísima ilusión, ya me hacía muchísima ilusión haber podido trabajar en él porque admiro muchísimo a Didion y porque admiro mucho a Claudio, y para mí era un regalo gigante poder trabajar con esta mujer y al lado de este gran editor. Así que es un libro que contiene dibujos, que contiene grabados, que contiene pinturas, y que espero que no decepcione a mucha gente”.
De momento, y mientras esperamos a este nuevo libro de Paula Bonet, podemos disfrutar en Granada de su exposición sobre '813. Truffaut', que se puede visitar hasta el 10 de febrero en el Centro Cultural Gran Capitán del Ayuntamiento de Granada, y organizada por Alliance Française de Granada y Contemporánea Art.